El Atlético mira al cielo (0-1)
El Atlético de Madrid dormirá a seis puntos del Barcelona después de imponerse por 0-1 al Málaga en La Rosaleda con un solitario gol de Antoine Griezmann, que se lo dedicó a Nacho Barberá, el Cholito del Alzira que falleció esta semana. Esta victoria permite a los del Cholo Simeone seguir la estela de los azulgrana y esperar un pinchazo para mantener las opciones de pelear por la primera plaza.
Sin Godín y sin Savic, el Cholo Simeone se veía obligado a alinear a los centrales del futuro…que ya son presente: Giménez y Lucas. En un flanco aparecía Vrsaljko y en el otro Filipe Luis, que disputaba su primer partido de 2018. Estos eran los cuatro hombres responsables de custodiar la portería del muro Oblak. Por delante, Gabi, Saúl, Koke y Vitolo – estrenaba titularidad en Liga -, partiendo como guardaespaldas de la pareja de moda en el mundo colchonero: Diego Costa y Griezmann.
Un servidor casi no se había sentado para comenzar a escribir la crónica de este partido cuando Antoine Griezmann estaba mandando el balón al fondo de la red. El rechace de un disparo desde la frontal del área de Saúl fue recogido por el pillo francés, que superó a Roberto a los 40 segundos para desatar el éxtasis de los aficionados colchoneros que acudieron a La Rosaleda. El galo lo celebró emotivamente, recordando a Nacho Barberá, el Cholito del Alzira, que por desgracia fallecía esta semana.
Obviamente era demasiado pronto para que el Cholo acudiese a su cambio de táctica habitual yendo por arriba por la mínima. El Atlético no se echó para atrás, no se encerró en su campo y, como Leónidas con sus 300 espartanos en la batalla de las Termópilas, se fue al ataque buscando el segundo tanto del partido. Los rojiblancos asumieron el rol de llevar la manija del partido, pero eso no fue suficiente para que el Málaga diese el primer, y único susto de la primera mitad.
Dominio rojiblanco y cambio de papeles
Ideye ganó por arriba a Gabi pero no fue capaz de introducir el balón en el arco defendido por Oblak. Lo dicho, un susto. Pese a este episodio puntual, el Atlético tocaba y tocaba el balón al estilo de Luis Aragonés en la Selección. No podía robarla el Málaga, que cuando lo hacía, se topaba con Vitolo y una falta. El extremo canario acabó el primer acto con cinco infracciones, participando activamente en el juego defensivo de su equipo.
Con el 0-1 se llegó al entreacto. En la reanudación, el Málaga creó más peligro en 3 minutos que en toda la primera mitad. Pero volvía a aparecer Vitolo y sus faltas antes de ser sustituido. Una de ellas estuvo a punto de permitir a Rosales, quien bien podría ser el doble de Bruno Mars, igualar la contienda, pero erigió la figura de Oblak y su paradón de rigor en forma de palomita para evitar el tanto blanquiazul.
Si el Atlético dominaba en la primera mitad, el Málaga cambiaba los papeles en el segundo acto en la misma parte del campo, como si el césped de La Rosaleda estuviese desnivelado hacia ese lado del terreno de juego. Aún así, la defensa rojiblanca hacía lo mejor que sabe hacer: mantener la portería a cero. En cambio, a la medular y el ataque se le olvidó en el descanso cómo hacer buenas triangulaciones entre ellos, haciendo que la pelota no le durase ni un minuto en su posesión.
El Málaga, quiero y no puedo
Pese a las declaraciones del jefe de prensa de Fernando Torres y la consecuente respuesta del Cholo Simeone, el técnico argentino volvió a mostrar que no existen problemas con El Niño, dándole más de diez minutos al retirar del campo a Diego Costa. Minutos antes, el bonaerense realizaba su segunda sustitución dando entrada a Thomas por Gabi, posiblemente también con vistas al choque de Europa League del jueves frente al Copenhague.
El susto lo dio Mehdi Lacen en los últimos minutos, quedando en el suelo tras chocar cabeza con cabeza con Fernando Torres y necesitando que entrasen las asistencias. La tensión se apoderó de La Rosaleda, recordando cuando el delantero de Fuenlabrada vivió algo parecido en Riazor. Las asistencias retiraron del campo al franco-argelino en camilla, dejando al Málaga con uno menos durante los siete minutos de tiempo extra que dio el colegiado.
El descuento fue un quiero y no puedo del Málaga, que buscaba empatar el partido por cualquier medio. Los andaluces, tan necesitados de puntos para abandonar el farolillo rojo, se quedaron sin premio. Premio que sí obtuvo el Atlético de Madrid gracias al solitario gol de Griezmann, permitiendo a los de Simeone dormir a seis puntos del Barcelona y meter presión a los de Ernesto Valverde.