Ansu Fati, un calvario de lesiones y un futuro cada vez más incierto
Ansu Fati no levanta cabeza y acumula una lesión tras otra frenando su progresión y dejando al Barcelona sin opciones para darle salida
El Barcelona quería buscarle una salida en enero pero esta nueva lesión complica
Ansu Fati se vuelve a romper: estará cuatro semanas de baja por una nueva lesión muscular
Otro palo, otro más y van ya… Ansu Fati vuelve a enfrentarse a otro duro revés en su carrera, así como el Barcelona que ve como una de sus grandes apuestas de futuro hace pocos años se diluye y desvanece entre lesiones. Esta última lesión sufrida por el joven delantero, una rotura en el bíceps femoral de su pierna derecha, ha supuesto la gota que colmó el vaso de la paciencia con el canterano, envuelto en una incertidumbre absoluta con su futuro e imposibilitando con esta nueva lesión a una más que posible salida este próximo mercado invernal, para agravio de los dirigentes blaugranas.
A sus 21 años, Ansu Fati parecía destinado a recuperar minutos y confianza este curso con Hansi Flick, dispuesto a recuperar la mejor versión del joven. Sin embargo, una lesión en pretemporada le frenó en secó y cuando regresó con el grupo sus rivales por minutos en la plantilla ya iban volando, las mejores versiones de Raphinha, Lewandowski o Lamine Yamal estaban ya en liza.
Esta nueva baja de Ansu Fati trastoca los planes tanto del futbolista como del club, que había proyectado una posible cesión para aliviar su elevada ficha y ganar algo de margen salarial, una problemática que persiste a día de hoy en el Barcelona, que tendrá que hacer encaje de bolillos en las próximas semanas con muchos de sus inscritos, como Dani Olmo. Pero la nueva lesión de Ansu, con la que proyecta al menos cuatro semanas de baja según el propio club, dibuja su continuidad en el Barcelona inevitable, al menos hasta el final de la temporada.
En este contexto de constantes lesiones y escasa continuidad, el Barcelona estaba convencido de que la mejor opción para Ansu era una nueva cesión que le permitiera ganar minutos lejos del Camp Nou. Equipos de la Liga, entre ellos el Sevilla, ya habían mostrado interés en acoger al delantero en sus filas, ofreciendo una oportunidad para que retomara el nivel que alguna vez demostró en sus inicios, encargándose de parte de su ficha. También desde Turquía, el Fenerbahce de José Mourinho había mostrado interés en llevárselo y acogerle durante algunos meses en busca de ese trampolín al que aspira Ansu.
Ansu Fati, un calvario de lesiones
Ansu Fati, a sus 21 años, con contrato aún con el Barcelona hasta 2027 y con su valor de mercado desplomado hasta los 15 millones de euros, dibujaba su futuro con un mar de dudas y desde el club su postura era clara: lograr que tuviera minutos, especialmente después de su irregular experiencia en el Brighton, donde su participación fue también limitada por las lesiones, la principal barrera durante estos últimos años para que el español despegue de nuevo.
La rotura del bíceps femoral, producida esta semana, representa el enésimo revés para Ansu Fati. Ya en pretemporada, una fascitis plantar en el pie derecho le apartó de la gira en Estados Unidos y le hizo perderse las primeras jornadas de LaLiga, retrasando su debut y perdiendo fuelle con sus ‘rivales’ en el vestuario, perdiendo muchos metros en esta carrera de fondo por la titularidad y los minutos en el Barcelona.
Esta última lesión en el bíceps femoral no es la primera en la zona, en ocasiones anteriores, sufrió una rotura más grave que afectó el tendón proximal, complicando su recuperación. Ansu Fati decidió no pasar por el quirófano en aquel momento, una decisión que, a juicio de varios especialistas, pudo ser un error, pues extendió su rehabilitación durante casi un año. Esta decisión ralentizó notablemente su desarrollo, interrumpiendo una carrera que ya había sido golpeada antes por una serie de operaciones de rodilla, incluyendo cuatro intervenciones quirúrgicas que le mantuvieron fuera de los terrenos de juego durante meses.
Desde que se rompió el menisco externo de la rodilla izquierda aquel 7 de noviembre Ansu Fati no ha levantado cabeza. Cuando ve algo de luz en su estado físico, un nuevo golpe le vuelve a hundir, un calvario con las lesiones que no ha parado en estos últimos cuatro años. A sus 22 años acumula prácticamente dos años de lesión entre su amplio historial médico en el que aparecen además de la grave rotura de menisco, otras tortuosas como un par de lesiones en los isquiotibiales o su lesión de gemelo en su etapa en el Brighton, las tres en torno a nueve y diez semanas de baja cada una.
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