Se formará una Comisión Gestora que tiene entre 40 días y tres meses para convocar elecciones

¿Y ahora qué?: los pasos a seguir para elegir al nuevo presidente del Barcelona

Tras la dimisión de Bartomeu como presidente del Barcelona se confeccionará una Comisión Gestora que se hará cargo del club de forma provisional. Ésta es la encargada de convocar elecciones a la presidencia del Barcelona, en un tiempo de entre 40 días y tres meses. Los socios podrían ir a las urnas antes de final de año o en enero de 2021 como tarde

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Josep María Bartomeu. (EFE)

Josep María Bartomeu ha dimitido. El presidente del Barcelona debía convocar una votación para aprobar la moción de censura después de que se validaran el mínimo de firmas necesarias. Este martes vencía el plazo para convocarla, él quería atrasarlo alegando que necesitaba 15 días para organizar la logística y cumplir con las medidas sanitarias, pero la Generalitat no le autorizó a retrasarlo y se ha visto obligado a presentar su dimisión

¿Y ahora qué? Una vez ha dimitido Bartomeu y su Junta Directiva se conformará una Comisión Gestora que se haría cargo del club de forma provisional hasta que se elija un nuevo presidente en las elecciones. Ésta es la encargada de convocar elecciones a la presidencia del Barcelona, que estaban previstas para el mes de marzo, en un tiempo de entre 40 días y tres meses, no más.

Los socios podrían acudir a las urnas antes de final de año. Aunque los plazos fijados en los estatutos permitirían celebrarlas en enero de 2021. De esta manera las elecciones en el Barcelona se celebrarían como tarde dos meses antes de la fecha fijada inicialmente por el propio Bartomeu (fin de semana del 21 y 22 de marzo). Una vez fijada la fecha los socios serán los encargados de elegir al nuevo presidente del club catalán en dichos comicios.

Los últimos meses de Bartomeu al frente han estado llenos de incendios, se había enfrentado a la plantilla y a Messi directamente tras el episodio del burofax. Después vino el Voto de Censura, donde la Mesa validó las 16.521 firmas necesarias. Ahí ya estaba contra las cuerdas. Le tocaba convocar una votación en la que muy probablemente se iba convertir en el primer presidente de la historia del Barcelona destituido por una moción de censura. Al final, tras el revés de la Generalitat, no le ha quedado más remedio que dimitir.

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