La afición del Valencia abandona Mestalla antes del descanso tras la goleada del Barcelona

La afición del Valencia mostró su indignación tras otra goleada del Barcelona. Después del 7-1 en Montjuic el 26 de enero, el equipo volvió a encajar cuatro goles del Barça antes del descanso, en los cuartos de final de la Copa del Rey. Un hecho que llevó a la afición a explotar contra el palco, insistiendo nuevamente en la marcha de Peter Lim como propietario de la entidad y abandonando el estadio antes del descanso. Los que se quedaron pitaron al equipo cuando se marchaba a vestuarios.

Y eso que el partido apuntaba a complicado. A pesar de la goleada en Liga, el equipo che en Copa estaba dando la cara, pero ante el Barcelona apenas aguantaron tres minutos. Fue lo que tardó Ferran –ex valencianista– en abrir la lata. Marcaría el segundo, llegaría después otro de Fermín, a los 22 minutos y, antes del descanso, Ferran firmaría su triplete.

Con el tercero, la afición mostró su indignación con una sonora pitada y cánticos dirigidos al palco. Reclamaban, una vez más, la salida de Peter Lim, propietario del club y que tiene a la entidad sumida en una grave crisis tanto económica como deportiva. Pero con el cuarto, la gente no aguantó más y se comenzó a ir del estadio.

Apenas poco más de media hora sobre sus asientos, lo que tardó el Barcelona en dar un nuevo correctivo a los de Corberán. Aunque el técnico había empezado con buen pie, mejorando la imagen y manteniendo al equipo en la Copa, la goleada ante el Barça en Montjuic hizo mucho daño y, justo antes de jugarse una final por la permanencia contra el Leganés, se llevaron otro golpe de los de Flick, que la afición no aguantó.

El público comenzó a marcharse del estadio ante el bochornoso partido de su equipo. No era para menos. En ningún momento habían plantado cara al Barcelona y se barruntaba otra humillación histórica. No estaban dispuestos a soportarlo, por lo que los aficionados comenzaron a salir del estadio.

Los que se quedaron le hicieron saber al equipo su indignación. Al término de la primera parte, la pitada que se llevaron los ches fue tremenda cuando se retiraban al túnel de vestuarios. La afición le mostró su enfado ante la pobre imagen que estaban volviendo a ofrecer contra los azulgranas.

En la segunda mitad se notaban ya miles de asientos vacíos. Algo que fue incrementándose con el paso de los minutos, ante un Barcelona que no bajaba el pistón y seguía haciendo goles a un Valencia que estaba más que tocado en lo anímico. El quinto de Yamal, con ayuda de Dimitrievski, no hizo más que acelerar la fuga de aficionados en Mestalla.