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Cocinar con ajo es un deleite para los sentidos. Su aroma intenso y su sabor inconfundible mejoran numerosas recetas. Sin embargo, después de pelar y picar los dientes, ese mismo aroma puede convertirse en un problema.
Las manos parecen impregnadas de un perfume que ni el agua ni el jabón logran eliminar por completo. Afortunadamente, existen soluciones caseras que logran devolver la frescura a las manos, sin recurrir a productos químicos agresivos.
Cómo el bicarbonato puede salvar tus manos del olor a ajo
El bicarbonato de sodio no sólo es un aliado en la limpieza del hogar, sino que también se ha ganado un lugar privilegiado en la cocina como remedio contra los olores más resistentes.
Su uso es sencillo y práctico. Basta con colocar una cucharada en la palma de la mano, añadir un poco de agua y formar una pasta granulada. Luego, frotas suavemente esta mezcla sobre la piel.
El bicarbonato actúa como exfoliante natural y elimina las moléculas responsables del olor. Tras enjuagar las manos, el aroma desaparece casi de inmediato.
No obstante, su textura puede resecar la piel, por lo que se recomienda aplicar una crema hidratante después del lavado. Aunque este truco es eficaz, no se aconseja usarlo de manera diaria para evitar posibles irritaciones.
Otros trucos caseros para combatir el aroma a ajo
Además del bicarbonato, existen otros métodos sencillos que han sido utilizados durante generaciones y que resultan igualmente efectivos. Estos son algunos de los más destacados según los expertos de Cocinatis:
1. Limón, un neutralizador cítrico
El limón posee propiedades que neutralizan los olores. Frotar la pulpa sobre las manos tras exprimir el jugo ayuda a eliminar el aroma a ajo. Es importante tener precaución si hay heridas pequeñas, ya que el contacto puede producir escozor.
2. Perejil fresco, un secreto de la abuela
El perejil machacado y frotado sobre los dedos es un remedio tradicional que sigue funcionando. Tener siempre unas ramitas a mano, o incluso cultivar una maceta en casa, asegura que este recurso esté disponible en cualquier momento.
3. Antisépticos y gel hidroalcohólico
Los productos desinfectantes como el gel hidroalcohólico, alcohol de romero o geles bucales mentolados no solo limpian, sino que también neutralizan el olor a ajo, dejando sensación de frescura en tus manos. Al igual que con el limón, conviene evitar su uso sobre heridas.
4. Posos de café, un método inesperado y desconocido
Los posos de café actúan como absorbentes de olores. Frotarlos en las manos elimina eficazmente el aroma y permite reutilizar los residuos de café en lugar de desecharlos, con numerosas aplicaciones adicionales en el hogar y el jardín.
5. Agua fría
El método más simple consiste en lavarse las manos con agua fría sin frotar. Frotar con agua caliente puede abrir los poros y fijar el olor, mientras que la combinación de agua fría y movimientos suaves reduce significativamente la persistencia del olor a ajo.
Estas soluciones caseras permiten disfrutar del ajo en la cocina sin tener que lidiar el olor persistente que deja en las manos, facilitando una experiencia culinaria más agradable y cómoda.