Ola de calor: 5 consejos para dormir bien y lograr un descanso de calidad

En plena ola de calor y con temperaturas por encima de los 25 grados por la noche en muchos puntos del país, dormir bien es una misión prácticamente imposible. Si embargo, tener un sueño de calidad es clave para tener una buena salud tanto a nivel físico como mental, así que es de especial interés conocer una serie de consejos para conciliar el sueño.

Fibras naturales

Una de las principales claves para dormir bien en plena ola de calor es utilizar fibras naturales, que favorezcan la transpiración y oxigenación del cuerpo. Las sábanas de 100% algodón son las mejores porque ofrecen una gran absorción y transpirabilidad. El aire pasa a través de ellas sin retener la humedad, lo cual es un gran punto a favor para evitar el sudor.

Leche

Antes de irnos a dormir podemos tomar un vaso de leche caliente. Es mucho mejor que sea caliente en lugar de fría por una razón muy sencilla. Al ser una bebida caliente, al entrar en contacto con el cuerpo, el organismo segrega más sudor.

El sudor enfría la superficie de la piel y consigue transmitir sensación de frescor. Además, la leche contiene triptófano, que produce melatonina y serotonina, dos hormonas clave a la hora de dormir.

Ventilación de la habitación

A pesar de que haga calor en la calle, es muy aconsejable ventilar un poco la habitación justo antes de irnos a dormir. Lo ideal es hacerlo a partir de las 23:00, cuando la temperatura baja ligeramente. Es la mejor forma de eliminar la condensación por calor.

Ducha de agua tibia

Existe la creencia general de que una ducha de agua fría es la mejor solución para dormir bien cuando hace mucho calor. Pero no es cierto. Si el cuerpo está muy caliente y nos duchamos con agua fría, lo único que conseguiremos es que el organismo empiece a generar calor para equilibrar la temperatura corporal, generando justo el efecto contrario. Lo ideal es que la ducha sea de agua templada.

Cena ligera

Y, por último, mientras dure la ola de calor evita las cenas copiosas y abundantes. La cena tiene que ser suficiente, pero nunca excesiva, y debemos evitar los alimentos con n alto contenido en azúcares y grasas. Lo más recomendable según los nutricionistas es elegir alguna verdura u hortaliza, un alimento proteico bajo en grasa como la carne de pollo  y un alimento feculento. También debemos beber mucha agua para hidratar el organismo.