Salud

Un experto desmonta el mito que todos hemos creído sobre la pasta de dientes

Un experto desmonta el mito que todos hemos creído sobre la pasta de dientes
Janire Manzanas
  • Janire Manzanas
  • Graduada en Marketing y experta en Marketing Digital. Redactora en OK Diario. Experta en curiosidades, mascotas, consumo y Lotería de Navidad.

La higiene dental, en su concepto más amplio, se refiere al conjunto de prácticas destinadas a preservar la salud y conservación de la dentadura, así como al bienestar general del organismo. Esta práctica abarca el cuidado de los dientes, encías, lengua y la cavidad bucal en su conjunto e implica dientes limpios, encías saludables y la ausencia de mal aliento.

Los pilares fundamentales de la higiene dental incluyen el cepillado regular, la limpieza con hilo dental, el enjuague bucal y las visitas periódicas al dentista. La importancia de la higiene dental radica en que contribuye no solo al aspecto físico, sino también a la salud general del organismo; estos hábitos ayudan a evitar infecciones, enfermedades y problemas dentales que podrían tener repercusiones más graves en la salud general.

El falso mito sobre la pasta de dientes que hemos creído siempre

La preocupación por tener dientes amarillos o con manchas ha llevado a muchas personas a depositar sus expectativas en las pastas de dientes blanqueadoras. Estos productos prometen eliminar las manchas superficiales de los dientes, causadas por el consumo de café, té, vino y tabaco, proporcionando una sonrisa más blanca y radiante, y contienen ingredientes como peróxido de carbamida o peróxido de hidrógeno, que buscan oxidar y eliminar las manchas de la superficie dental.

Sin embargo, Óscar Castro, presidente del Colegio General de Dentistas de España, asegura que las pastas blanqueadoras que no son capaces de eliminar las manchas del esmalte dental de manera efectiva. Advierte sobre la posible abrasividad de estos productos, que podría dañar el esmalte, causar sensibilidad dental o incluso provocar la pérdida de piezas dentales. En su lugar, recomienda acudir a un dentista para un tratamiento de blanqueamiento dental personalizado y seguro.

Es crucial distinguir entre una pasta de mantenimiento después de un blanqueamiento profesional y aquella que ayuda a mantener el blancor, pero no tiene efecto blanqueador propio. El color del diente está determinado por la dentina, una capa bajo el esmalte que es traslúcida, y las pastas no llegan a esa capa. Para lograr un blanco real, se requiere el uso de productos con peróxido de hidrógeno que eliminen los pigmentos.

«Son tratamientos agresivos para la encía, para las mucosas, y hay que aislar y tener cuidado. Aparte, hay que llevar una vida en conjunto sana, huir de todo que pueda dañar o teñir el diente, cepillarse los dientes después de cada comida, no abusar de las bebidas que puedan teñir esmalte, como el café te o el vino tinto, ni fumar», detalla Castro a ‘Infosalus’.

Ingredientes

Cuando elegimos una pasta de dientes, es esencial considerar su contenido de flúor, siendo este el ingrediente clave. El flúor no solo actúa de manera inmediata sobre el esmalte y la placa dental, sino que también ofrece protección a largo plazo.

Para prevenir caries, se aconseja buscar pastas con un aporte de flúor superior a 1.000 ppm, siendo 2.500 ppm una opción de alta calidad. Cada persona tiene necesidades dentales específicas, como prevenir sangrado de encías, blanquear el esmalte o tratar la sensibilidad, y hay pastas diseñadas para abordalas. Además, las opciones naturales con menos ingredientes químicos son ideales para evitar posibles daños en los dientes y el esmalte.

Claves para cepillarse lo dientes correctamente

Primero, coloca el cepillo en un ángulo de 45 grados con respecto a la línea de la encía para llegar al surco donde se acumula la placa. Realiza movimientos horizontales y luego presiona suavemente de la encía hacia el diente para eliminar la suciedad. Procura hacerlo en toda la boca sin dejar ningún diente sin cepillar. Luego, al limpiar los dientes traseros, coloca el cepillo en posición vertical y utiliza movimientos circulares, llegando hasta la encía.

Después, cepilla los surcos de las muelas en todas las direcciones. Para completar el cepillado, utiliza seda dental para llegar a los espacios interdentales y asegúrate de limpiar bien la lengua.  Cuidar la higiene bucal va más allá de simplemente cepillarse dos veces al día. Es recomendable cepillarse cada vez que se ingiere un alimento, especialmente después de comer y especialmente antes de dormir.

No se aconseja cepillarse inmediatamente después de comer, ya que los ácidos presentes desequilibran el pH bucal, siendo mejor esperar unos veinte minutos. Además de los dientes, es crucial cepillar las encías con suavidad para mantener su salud, y si hay sangrado, podría indicar gingivitis. La lengua también requiere atención para prevenir la halitosis, pudiendo cepillarla o usar un raspador lingual.

Asimismo, es aconsejable complementar el cepillado con la utilización de un irrigador bucal. Este dispositivo no solo mejoran la higiene oral de manera efectiva, sino que también alcanzan áreas de la boca que son difíciles de abordar con el cepillo de dientes. Además, su uso contribuye a prevenir enfermedades como la gingivitis.

Siguiendo estos pasos, cumplirás con los dos minutos recomendados y aprenderás a cepillarte los dientes correctamente.

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