España tiene la única estructura humana perceptible desde el espacio

Cuando se piensa en estructuras terrestres visibles desde el espacio, suele surgir la idea equivocada de la Gran Muralla China, aunque esto es más un mito que una realidad. Observar estructuras humanas desde el espacio no es tarea sencilla. Sin embargo, existe una estructura artificial que se puede ver desde el espacio sin necesidad de dispositivos especiales y se encuentra en España, específicamente en el sur, en la provincia de Almería. Esta estructura es conocida como el ‘Mar de Plástico’.

El ‘Mar de Plástico’, la peculiar estructura que se puede ver desde el espacio

El ‘Mar de Plástico’ abarca alrededor de 32.000 hectáreas en la región de Almería, siendo una vasta área cubierta por invernaderos dedicados a la agricultura. Estos invernaderos están compuestos mayormente por láminas de plástico que cubren cultivos de frutas y verduras.

Su extensión y sus propiedades reflectantes la convierten en una de las pocas estructuras creadas por el hombre que pueden observarse fácilmente desde la Estación Espacial Internacional y también son discernibles para los satélites que orbitan la Tierra.

La visibilidad del ‘Mar de Plástico’ desde el espacio se debe a un fenómeno conocido como albedo. El plástico, un material altamente reflectante, cubre extensas hectáreas como lonas blancas que protegen y cubren los invernaderos. Esta gran cantidad de plástico refleja la luz solar de manera significativa en contraste con el entorno circundante.

La cantidad masiva de plástico que abarca alrededor de 28.500 hectáreas o aproximadamente 320 kilómetros en la región del Poniente almeriense crea un efecto de ‘deslumbramiento’, lo cual facilita su identificación desde el espacio.

Los científicos de la Universidad de Almería utilizaron datos de los sensores del espectrorradiómetro de imágenes de resolución moderada (MODIS) en los satélites Aqua y Terra de la NASA. Sus análisis indicaron que el albedo de la superficie en Almería aumentó alrededor del 10% entre 1983 y 2006 debido a la alta reflectividad de los invernaderos.

Esta situación posiblemente contribuyó a un efecto de enfriamiento de aproximadamente 0,3 °C por década en Almería, contrastando con el aumento de temperatura de 0,5 °C por década en la región circundante.

Historia y evolución

En la década de 1960, el surgimiento de la agricultura intensiva en Almería comenzó cuando el gobierno español asignó terrenos a una población recién llegada al sur de España desde otras regiones del país. Los invernaderos se popularizaron cuando los agricultores locales empezaron a emplear cubiertas de plástico para proteger sus cultivos del clima extremo y prolongar la temporada de crecimiento.

Este experimento inicial fue un éxito rotundo, lo que condujo a una expansión rápida de la agricultura de invernadero y a un gran crecimiento económico y exportador en la región. Almería pasó de ser un área empobrecida y desértica a convertirse en un pilar esencial de las exportaciones de frutas y verduras en España.

La agricultura intensiva en la región consume grandes volúmenes de agua, un recurso escaso en el clima árido del sur de España. El uso excesivo de aguas subterráneas ha agotado los acuíferos locales y ha provocado la desertificación de tierras anteriormente fértiles.

Además, ecologistas y pescadores de Almería han advertido sobre el serio problema de contaminación plástica en las costas. El uso generalizado del plástico en la agricultura, aunque beneficioso para proteger los cultivos, también ha generado una contaminación significativa.

La eliminación de las láminas de plástico plantea desafíos, y muchos señalan a la agricultura bajo plástico como responsable. Con el tiempo, el plástico deteriorado se fragmenta, convirtiéndose en una fuente de microcontaminación que afecta tanto al suelo como a los ecosistemas marinos. Los fragmentos de plástico de las lonas de los invernaderos cercanos a la costa terminan siendo arrastrados por el viento hacia el mar, contribuyendo a la polución marina.

Otras estructuras visibles desde el espacio

Aerium, en Alemania, inicialmente un hangar para aviones, ahora alberga el parque acuático Tropical Islands. Con 360 metros de largo y 210 metros de ancho, es uno de los edificios más grandes del mundo en volumen. Por otro lado, la Gran Mezquita Másyid al-Haram, en Arabia Saudita, es el templo más grande del mundo y se encuentra en la Ciudad de Meca. Reconocible por su color blanco y con más de 500 metros de diámetro, esta mezquita es crucial en el islam y es visible desde el espacio.

Las Islas Artificiales en Emiratos Árabes Unidos, frente a Dubai, son construcciones colosales que albergan zonas residenciales, centros comerciales y hoteles. A pesar de no ser islas naturales, su diseño distintivo las hace visibles desde el espacio. Asimismo, la Mina de Cobre Bingham en Estados Unidos, cercana a Salt Lake City, es una excavación gigantesca con casi 1000 metros de profundidad y más de 4 km de diámetro. Conocida por su extracción masiva de cobre, es la mina más grande del mundo y una estructura imponente.

A la lista hay que sumar la mina Bingham Canyon, ubicada a 32 km al sureste de Salt Lake City, es la excavación humana más extensa del mundo y, según la Asociación de Universidades de Investigación Espacial, es la mina a cielo abierto más profunda de la Tierra.