Los investigadores no salen de su asombro: un estudio confirma que los cañones submarinos no los forman los ríos
Durante años, gran parte de la comunidad científica asumió que ciertos accidentes geológicos del fondo oceánico estaban ligados al comportamiento de los ríos. No obstante, una investigación internacional acaba de desmontar una de las ideas más arraigadas sobre la arquitectura del planeta.
El hallazgo, publicado en Science Advances, abre una nueva etapa en el estudio de las profundidades marinas y en la comprensión de los procesos que regulan el clima global.
Cómo se forman realmente los cañones submarinos: la pendiente del fondo marino como factor clave
Según informa Earth.com, los cañones submarinos nacen principalmente por la inclinación del fondo oceánico. Así lo sostiene el equipo dirigido por la geocientífica Anne Bernhardt, de la Universidad Libre de Berlín, tras analizar más de 2.000 cañones distribuidos por los márgenes continentales del planeta mediante técnicas estadísticas avanzadas.
Según los datos publicados en Science Advances, los procesos tectónicos y térmicos, como el movimiento de las placas, el enfriamiento de la corteza o la redistribución de sedimentos, son los que mejor predicen dónde se desarrollarán estos profundos valles.
Cuando la pendiente es abrupta, la gravedad desencadena deslizamientos y colapsos que excavan las primeras hendiduras, permitiendo que los cañones avancen incluso sin la intervención de un río.
Este patrón, observado de forma consistente en distintos océanos, confirma que la morfología del talud continental es el verdadero motor de su origen.
Por qué los cañones submarinos influyen en el clima global y en el ciclo del carbono
El valor científico de estos cañones va más allá de su origen geológico. Constituyen rutas esenciales para transportar grandes volúmenes de sedimentos y carbono orgánico hacia las profundidades mediante corrientes de turbidez: avalanchas submarinas de arena y lodo que descienden por gravedad.
Los investigadores calculan que entre 62 y 90 millones de toneladas de carbono terrestre acaban enterradas cada año en estos sistemas. Este mecanismo convierte al fondo oceánico en un relevante sumidero de carbono, ya que retiene más del que libera.
Wolfgang Schwanghart, del Instituto de Ciencias Ambientales y Geografía de la Universidad de Potsdam, subraya que identificar qué áreas canalizan este carbono con mayor eficacia es decisivo para afinar los modelos climáticos.
Qué papel juegan los ríos en los cañones submarinos: una influencia secundaria pero relevante
Aunque la investigación confirma que los ríos no son necesarios para iniciar la formación de un cañón, sí pueden reforzarlo cuando ya está establecido.
Durante el último mínimo glaciar, el nivel del mar descendió y muchas desembocaduras quedaron más cerca del borde continental, lo que incrementó el aporte de sedimentos y aceleró el crecimiento de los cañones.
El estudio también detecta un fenómeno competitivo. Cuando un cañón obtiene acceso a una fuente estable de sedimentos costeros, puede desarrollarse a mayor velocidad que los de su entorno, limitando la expansión de los sistemas vecinos.
Impacto del descubrimiento en infraestructuras marinas y gestión de riesgos
Los resultados tienen implicaciones directas en la seguridad de cables y tuberías submarinas.
Las corrientes de turbidez que atraviesan estos cañones pueden provocar daños significativos, por lo que comprender su dinámica es esencial para diseñar mapas de riesgo precisos y mejorar la planificación de infraestructuras en aguas profundas.
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