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Desde que descubrí este truco de organización no he vuelto a tirar los botes de tomate de Mercadona

Botes de tomate de Mercadona
Janire Manzanas
  • Janire Manzanas
  • Graduada en Marketing y experta en Marketing Digital. Redactora en OK Diario. Experta en curiosidades, mascotas, consumo y Lotería de Navidad.

En un mundo donde la sostenibilidad es cada vez más importante, reutilizar objetos cotidianos no sólo ayuda al medio ambiente, sino que también nos permite ahorrar dinero y organizar el hogar de forma práctica y creativa. Entre los elementos más fáciles de reciclar y con mayor potencial decorativo se encuentran los botes de cristal, como los de tomate de Mercadona. El cristal es un material que ofrece un amplio abanico de ventaja: es transparente, lo que permite ver su contenido, es resistente, higiénico, y su cierre hermético ayuda a conservar alimentos en perfecto estado.

Con un poco de creatividad y materiales básicos, estos botes se pueden transformar en elementos decorativos únicos y funcionales, desde organizadores para la cocina hasta elementos decorativos que embellecen cualquier rincón de la casa. Una de las mejores ideas consiste en transformar los botes en portavelas. Para ello, simplemente hay que colocar una vela dentro del bote y decorar el exterior con cuerda o encaje. Esto crea un ambiente cálido y acogedor en cualquier estancia.

El mejor truco para reutilizar los botes de tomate de Mercadona

Antes de empezar, asegúrate de que los botes de tomate de  Mercadona estén completamente limpios. Retira la etiqueta sumergiéndolos en agua caliente con unas gotas de jabón líquido. Si queda algún residuo de pegamento, puedes eliminarlo fácilmente con un poco de alcohol o vinagre. Déjalos secar completamente antes de proceder al siguiente paso.

Si decides decorar los botes, lo primero es preparar la superficie. Usa una lija suave para matizar el cristal y que la pintura se adhiera mejor. Este paso no es imprescindible, pero ayuda a obtener un acabado más duradero.

Para crear diseños personalizados, pega formas de papel o pegatinas sobre el cristal a modo de plantilla. Usa pintura en spray para cubrir el exterior del bote. Elige colores que combinen con la decoración de tu hogar, como tonos pastel para un estilo suave o colores metálicos para un toque moderno. Aplica varias capas ligeras, dejando secar entre una y otra para evitar que la pintura gotee.

Una vez que la pintura esté seca al tacto, retira cuidadosamente las plantillas. Si deseas un acabado más original, puedes crear nuevas tapas para los botes usando materiales reciclados. Por ejemplo, corta discos de corcho y colócalos como tapas, asegurándolos con silicona si es necesario. También puedes pintar las tapas del mismo color que el bote o decorarlas con tela y cuerda para un aspecto rústico.

Finalmente, añade etiquetas para identificar el contenido de cada bote. Puedes usar pegatinas, etiquetas adhesivas decorativas o incluso pintura de pizarra para escribir con tiza y cambiar el contenido según sea necesario. Una vez listos, coloca los botes en la cocina, el baño o cualquier espacio. Son ideales para almacenar especias, legumbres, azúcar, arroz o utensilios de cocina como cucharas espátulas. También puedes utilizarlos en la oficina para guardar bolígrafos, clips y otros materiales.

Reutilizar botes de cristal como floreros es una idea sencilla y elegante. Para hacerlo, llena el bote con agua y añade flores frescas, ramas verdes o incluso flores secas para un efecto rústico. También puedes colocar piedras, conchas o cuentas en el fondo para hacerlo más decorativo. Estos floreros son ideales para el salón, la cocina o incluso para mesas de eventos.

Otras cosas que puedes reutilizar en casa

Los posos de café tienen múltiples usos en el hogar. Úsalos como fertilizante natural en plantas que prefieren suelos ácidos, como las hortensias. También puedes mezclarlos con un poco de aceite de coco para crear un exfoliante natural para la piel. Además, colocarlos en un pequeño recipiente en la nevera ayuda a absorber los malos olores.

Las botellas de plástico son ideales para crear maceteros colgantes. Simplemente córtalas por la mitad, píntalas si lo deseas, y úsalas para cultivar hierbas aromáticas o plantas pequeñas. También puedes utilizarlas como embudos o recipientes para guardar pequeños objetos.

No deseches esos pequeños trozos de jabón que quedan al final. Fúndelos en un recipiente al baño maría y viértelos en un molde para crear una nueva pastilla. Otra opción es colocarlos en una bolsita de tela o red y utilizarlos como un exfoliante en la ducha.

Los tapones de corcho son muy versátiles. Úsalos para crear un tablón de notas pegándolos a una base de cartón o madera. También puedes cortarlos en rodajas y utilizarlos como posavasos. Si te sientes creativo, arma una alfombrilla antideslizante para el baño con ellos.

¡No tires las cáscaras de huevo! Lávalas, sécalas y tritúralas para hacer un polvo rico en calcio, que puedes añadir al compost o usar directamente en la tierra de tus plantas. También puedes utilizarlas como pequeños semilleros: llena cada mitad con tierra y coloca una semilla dentro. Una vez germinen, puedes plantarlas directamente en el suelo, ya que la cáscara se descompondrá naturalmente.

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