Historia

La curiosa y antigua palabra que usan en Toledo para el autobús: nadie más en España comprende

Palabra de Toledo
Toledo.
Janire Manzanas
  • Janire Manzanas
  • Graduada en Marketing y experta en Marketing Digital. Redactora en OK Diario. Experta en curiosidades, mascotas, consumo y Lotería de Navidad.

Castilla-La Mancha, una región rica en historia y cultura, ofrece una serie de curiosidades que destacan su singularidad. Su vasto territorio de 79.463 km², ligeramente más grande que la República Checa, alberga una población cercana a los dos millones de habitantes, comparable a la de Eslovenia. Esta comunidad ha sido testigo del paso de nueve civilizaciones diferentes, desde los celtas carpetanos hasta los españoles contemporáneos, con una breve ocupación francesa a principios del siglo XIX.

Entre sus maravillas naturales, Castilla-La Mancha destaca por su extensa producción agrícola, con 55.000 hectáreas dedicadas al cultivo de hortalizas y flores, y 389.565 hectáreas de olivos que producen una gran cantidad de aceite. También es notable la variedad de nombres regionales para los vientos, como ábrego y matacabras. La curiosa y antigua palabra que usan en Toledo para referirse al autobús, «katanga», es una muestra más de cómo el dialecto local mantiene peculiaridades que a menudo resultan incomprensibles para el resto del país.

La curiosa palabra que sólo se usa en Toledo

@ser0noserr 😱 EN TOLEDO NO HAY BUS HAY KATANGA @unautoledo no patrocina este vídeo 🤣 #ToledoBus ¿De dónde viene esta curiosa palabra? Pues resulta que el servicio de autobuses en Toledo se inauguró en la década de los 60, justo cuando ocurría la guerra de Katanga, en el Congo. Lo de los autobuses en Toledo fue una revolución y como somos así que vemos una cosa nueva vamos de cabeza, pues todo el mundo se quería montar en el autobús. Y claro eso fue un pitoste tan grande que la gente empezó a decir: ¡Esto es peor que la guerra de Katanga! #reel #like #love #toledo #bus #spain #castillalamancha #ocio #cultura #autobus #katanga ♬ sonido original – ser0noser

En España, la riqueza lingüística refleja la influencia de diversas civilizaciones a lo largo de la historia, dando lugar a una variedad de idiomas y dialectos. Esta evolución ha llevado a que el castellano, además de sus variantes regionales, también presente términos únicos en diferentes lugares. Un ejemplo fascinante de esta particularidad se encuentra en Toledo, donde el autobús es conocido por un nombre distintivo: «katanga».

La palabra «katanga» se originó en la década de 1960, coincidiendo con la guerra de Katanga en el Congo. Durante esa época, el servicio de autobuses se introdujo en Toledo, y su llegada fue tan impactante que la gente comenzó a comparar el caos asociado a los nuevos autobuses con el conflicto en el Congo. Así, el término «katanga» se popularizó para referirse a estos vehículos de transporte público. Esta denominación, que puede resultar extraña para los forasteros, se ha mantenido en la ciudad a pesar del paso del tiempo.

Los primeros autobuses de Toledo, denominados «katanga», eran de color azul oscuro con techos blancos. Este modelo perduró hasta la década de 1980, cuando la empresa de transporte cambió su nombre a «Unión de Autobuses y Microbuses Urbanos de Toledo» (UNAUTO) y repintó los vehículos de amarillo. Aunque el término «katanga» ha disminuido en uso, sigue siendo una curiosa anécdota lingüística que refleja la historia local de la ciudad imperial.

Expresiones manchegas

En Castilla-La Mancha, el diccionario «El Bienhablao» recoge un repertorio de términos que reflejan la esencia de La Manchuela. Estas palabras, algunas de las cuales se han hecho famosas en toda España, ofrecen una visión fascinante de la cultura local.

Una de las expresiones más características es «achicharrao», que describe a alguien que está acalorado o quemado por el sol. Por ejemplo, se puede usar para advertir a alguien sobre el calor extremo: «No te quedes en la terraza a la hora de la comida, que hace un calor que te achicharras». Otro término relevante es «bacín», que se refiere a una persona entrometida o pesada, como en el caso de alguien que siempre está en medio de los asuntos ajenos: «No aguanto a Marta, es un bacín que no para de chismear sobre todos».

«Desaborío» es otra palabra interesante, utilizada para describir a alguien desagradecido o grosero, que desprecia lo que se le ofrece. Un ejemplo sería: «Le ofrecimos un café y ni siquiera lo aceptó; qué desaborío es». Por su parte, «cansaliebres» alude a una persona que, por su insistencia, resulta cansina: «Con Luis, siempre insistiendo, la reunión se vuelve un cansaliebres total».

Expresiones como «sagato», que denota el olor persistente de la ropa tras estar cerca de una hoguera, y «rechisquero», que describe el calor sofocante del mediodía, son emblemáticas del habla manchega. Además, «forastero» se usa para referirse a una persona de fuera, como en: «Vimos muchos forasteros en la feria de este año». «Viruji» describe un viento frío y helado, como cuando se dice: «No salgas sin abrigo, que con el viruji que hace te vas a quedar helado».

Estas expresiones reflejan la riqueza cultural y lingüística de Castilla-La Mancha, haciendo de sus vocablos una parte integral del patrimonio regiona

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