Adelgaza andando con la técnica de moda en España: así es la caminata nórdica

La marcha nórdica, una práctica cada vez más popular, combina la caminata convencional con el uso de bastones similares a los utilizados en el esquí o senderismo. Esta modalidad de ejercicio ha ganado terreno en España, destacándose por su eficiencia en la pérdida de peso en comparación con caminar, convirtiéndose así en una alternativa muy atractiva para mantenerse en forma.

Es una actividad física segura y beneficiosa que mejora la salud general y la condición física. Este ejercicio aeróbico integral tiene un impacto en la fuerza, flexibilidad, coordinación y resistencia. El uso estratégico de los bastones involucra los músculos superiores y aumenta en un 40% el gasto energético respecto a la caminata estándar. Es suave en las articulaciones y se adapta a diferentes edades y niveles de condición física, lo que la convierte en una opción amigable para cualquier persona.

Las claves de la caminata nórdica

Esta actividad tiene sus raíces en Finlandia en los años 30, cuando fue ideada como un entrenamiento estival para esquiadores de fondo. Con el paso del tiempo, se ha convertido en una disciplina global con un creciente número de seguidores, principalmente atraídos por sus beneficios para la salud y su accesibilidad para personas de todas las edades.

Beneficios

Los beneficios de la caminata nórdica para la salud han sido ampliamente respaldados por la ciencia. Autoridades de la salud en el Reino Unido la han incluido entre sus actividades recomendadas para mejorar la fuerza muscular, el equilibrio y fortalecer huesos. Numerosos estudios respaldan sus múltiples ventajas, desde la prevención de enfermedades crónicas hasta su eficacia para la pérdida de peso, destacando su impacto positivo en la salud general de quienes la practican.

Al ser un ejercicio aeróbico, requiere un mayor consumo de oxígeno y moviliza una amplia masa muscular, ofreciendo un rendimiento un 40% mayor que la marcha convencional. Esta actividad resulta ideal para la quema de grasa, permitiéndote alcanzar e incluso superar los 10.000 pasos diarios recomendados para mantener un estilo de vida activo.

La caminata nórdica ha sido ampliamente recomendada para mujeres que han superado el cáncer de mama. La razón es que ayuda a mejorar la movilidad del hombro, reduce el dolor articular y previene el linfedema, una inflamación ocasionada por la extirpación de ganglios.

El uso de bastones promueve una postura correcta al alinear los hombros y la espalda. Esto obliga a mantener una posición erguida, evitando la caída de los hombros y contribuyendo a una postura esquelética más adecuada.

Como se practica al aire libre y en entornos naturales, ha demostrado reducir los niveles de estrés, ansiedad y depresión, así como mejorar la calidad del sueño. Además, esta actividad conlleva beneficios adicionales como el aumento de la capacidad de concentración y coordinación.

La caminata nórdica presenta un bajo riesgo de lesiones en comparación con actividades como el trekking en terrenos con desniveles o la escalada. Al utilizar bastones que proporcionan apoyo adicional, este ejercicio se realiza generalmente en terrenos planos o con pocas irregularidades, lo que facilita la pisada y mejora el equilibrio, reduciendo significativamente el riesgo de caídas y lesiones.

Consejos prácticos

La práctica de la marcha nórdica se inicia y finaliza con ejercicios simples de calentamiento y enfriamiento adaptados por el instructor según el nivel del grupo. No se requiere un vestuario especial, solo ropa y calzado cómodo.

Los bastones, disponibles a partir de 20 euros, deben ser de un solo tubo, proporcionales a la estatura de la persona y no se deben compartir. Estos bastones, aunque no regulables en altura, amortiguan las vibraciones durante la caminata, protegiendo las articulaciones, y pueden equiparse con tacos de goma para entornos urbanos o puntas metálicas para terrenos naturales.