Rosalía embruja al Mad Cool y enmudece a más de 40.000 asistentes en la capital
La artista catalana conquista a más de 40.000 personas en la 'Welcome Party' de Mad Cool Festival 2019.
Su llegada se respiraba en el ambiente. Entre los outfits festivaleros se colaron los jaleos, los trá-trá y las trenzas, el eyeliner, y los estampados de leopardo. Más de uno se camufló en el concierto de Metronomy para esperar a la reina de la que todo el mundo habla y, al sol de la tarde madrileña, apareció acompañada de sus rosas para enmudecer a 40.000 personas. Rosalía pisó las tablas de la capital y volvió a hacerlo: fue la estrella de la primera noche de Mad Cool Festival.
Tras un baile de luces y una coreografía al compás de los ritmos de su hermano El Guincho, Rosalía dio la bienvenida a Madrid y convirtió a los asistentes en sus marionetas, llevándoles al éxtasis con las manos arriba y silenciándoles para ponerles los pelos de punta con su Catalina a cappella.
En el resto de canciones los gritos no cesaron. Ningún móvil quería perderse la reliquia de guardar su emblemático tema Pienso en tu mirá, la canción con la que arrancó su actuación de una hora. Los coros constantes del público sacaron la versión más emotiva de la catalana, que mostró en varias ocasiones lo feliz que estaba envuelta en sus volantes y sus leggins fosforitos de ciclista.
«¡Madrid, me hace muchísima, muchísima, muchísima ilusión estar aquí!», exclamaba en diferentes ocasiones mientras se golpeaba el corazón. Rosalía, entre muestras de cariño, entonó sus temas principales de El Mal Querer, su segundo disco. Sin embargo, ha vuelto a dar un regalo a sus fieles seguidores -como en todos sus conciertos- y anticipó una vez más temas inéditos como De madrugá y Lo presiento.
Milionària, su tema en catalán, a cappella
Más allá de los compases flamencos de Catalina, Rosalía presentó por primera vez en directo Milionària, la rumba catalana que susurró al público en su versión a cappella. Su lanzamiento sorpresa el pasado 3 de julio no pilló desprevenido a ninguno de los asistentes, que coreaba con fuerza Fucking money, man, una parte del estribillo de la canción.
Su fusión envolvió a todos los congregados una vez más. Rosalía es capaz de teletransportarte a la clásica feria de pueblo con su versión de Te estoy amando locamente, de Las Grecas; de llevarte a un concierto en cualquier parque de Reino Unido para escuchar Barefoot in tha park, la pieza que grabó con James Blake; o de hacerte bajar hasta abajo en la discoteca con su tema Brillo, con J Balvin.
Ella ya lo dice en su maravilloso tema Aute Cuture: suena en las peñas y en los Hamptons. En Mad Cool también retumbaron sus clásicos Di mi nombre y Bagdad, que, aunque parecían haber hecho estallar al público, toda comparación fue poca para el broche final con su homenaje al reguetón clásico, Con altura, y Malamente, la definitiva explosión con la que todo comenzó.
Como en sus anteriores conciertos, a Madrid ha llegado acompañada de su cuerpo de bailarinas, que de blanco volvían a hacer más grande a Rosalía con sus movimientos la compás y sus interpretaciones. Sus dos coristas y dos palmeros, también acompañados de el toque de El Guincho, que adornaba sus temas con un teclado.
La catalana dejó el listón alto en la Welcome Party del festival más emblemático de la capital. Su actuación difuminó de un porrazo el caos de la inauguración de la pasada edición para colocar la apertura en el hype y ser la gran antesala de tres jornadas más de música a pleno pulmón.