Generalitat Valenciana

Mazón pone en evidencia a Puig con los contratos menores: «Espero que quien venga detrás me audite»

Mazón advierte que cuando "no se tiene nada que ocultar uno esta dispuesto a enseñarlo todo"

Carlos Mazón Ximo Puig
Ximo Puig con Carlos Mazón en una imagen de archivo.
Ignacio Martínez

El monumental escándalo generado en la Comunidad Valenciana después de que el presidente de la Generalitat el popular Carlos Mazón revelase que el Ejecutivo presidido por su antecesor, el socialista Ximo Puig, gastó 713 millones de euros en 253.122 contratos «a dedo» ha vivido este viernes un nuevo capítulo, una vez que el propio Mazón ha manifestado en Alicante que «yo espero que quien venga después mío en la Generalitat Valenciana me audite» y afirmara, también que él «estaría contento» si así fuera, porque «cuando no se tiene nada que ocultar, pues uno está dispuesto a enseñarlo todo, ¿no?».

Mazón ha reflexionado también que «si la auditoría y la intervención de la Generalitat Valenciana ha llegado a decir que no constaba la identificación de los receptores de las transferencias, o lo que es lo mismo, que el Botànic no sabía a qué cuentas estaba pagando, yo me pondría nervioso».

Carlos Mazón ha asistido este viernes a un acto de su consejero de Sanidad Marciano Gómez en Alicante y ha sido preguntado acerca del caso que centra ahora el interés de todo este territorio, el del monumental escándalo que han generado sus propias revelaciones acerca de esos 713 millones gastados por el Gobierno de Ximo Puig en 253.122 contratos menores.

Desde que a inicios de esta semana Mazón efectuase esas revelaciones han ocurrido varias cosas. Mazón anunció la puesta en marcha de una auditoría para derivar las responsabilidades si las hubiere. Y, en el ámbito parlamentario, PP y Vox han presentado una iniciativa conjunta ante la Mesa de las Cortes Valencianas para impulsar una comisión de investigación que será aprobada porque ambos partidos suman la mayoría parlamentaria.

Pero, a la vez, los socialistas sostienen que se trata de una campaña puesta en marcha contra ellos. Y sostienen además que se ha puesto demasiado el foco en la ex consejera de Justicia Gabriela Bravo.

Se da la circunstancia de que actualmente, Gabriela Bravo, que no es militante del PSOE, es quien ostenta el cargo de mayor representación institucional entre los socialistas valencianos en esta Comunidad, porque forma parte en su calidad de vicepresidenta segunda de la Mesa de las Cortes Valencianas.

El origen de las alusiones a Bravo se encuentra en las propias revelaciones de Mazón de este martes. Porque el presidente de la Generalitat dijo ese día que la empresa encargada de la gestión de los servicios de Emergencias, la SGISE, bajo el ámbito de responsabilidad de la propia Gabriela Bravo, «trató de colar 1.800 nuevos empleos públicos en puertas del 28M». O, lo que es lo mismo, en vísperas de las elecciones autonómicas y municipales. Una maniobra que según explicó entonces también Mazón «quedó en grado de tentativa».

Y es esa cuestión a lo que Mazón ha respondido que comprendía el nerviosismo de los socialistas, pero que él no tendría «ninguno». Para, a continuación, añadir que él espera «que quien venga después mío en la Generalitat Valenciana me audite» y que él, si eso sucedieses «estaría contento». «Cuando no se tiene nada que ocultar, pues uno está dispuesto a enseñarlo todo», ha añadido.

«No constaba la identificación de los receptores»

Mazón ha reflexionado que «si la auditoría y la intervención de la Generalitat Valenciana ha llegado a decir que no constaba la identificación de los receptores de las transferencias, o lo que es lo mismo, que el Botànic. no sabía a qué cuentas estaba pagando, yo me pondría nervioso».

En referencia a si existe a día de hoy alguna novedad en torno a la auditoría que él mismo anunció este martes, Mazón ha manifestado que «es muy pronto todavía». Pero, ha destacado también que «toda esta sarta de irregularidades, quién las ha detectado es la intervención de la Generalitat Valenciana en tiempos de Ximo Puig. La interventora, el interventor, el cuerpo de interventores del propio Botànic es quien negro sobre blanco ha alertado de todas estas irregularidades».

Ha defendido Mazón que lo que ha hecho su Gobierno es «poner encima de la mesa» los propios datos del Gobierno valenciano de Ximo Puig. «Es que la propia intervención de la Generalitat dice encima de la mesa que solo en un año se celebraron 4.000 contrataciones de personal sin cobertura presupuestaria y sin la autorización de la Dirección General de Presupuestos».

Y ha recordado, además, que esa misma intervención «es quien dice que hay cientos de miles de contratos sin un expediente de contratación que lo acredite, o que el abuso de los contratos menores de los contratos a dedo ha superado los 700 millones de euros en contratos a dedo».

Además, ha explicado que «ante esta evidencia reconocida por la anterior administración», esa misma administración «se lavó las manos, que no hizo nada al respecto». Y que lo que sostiene su gobierno es «que hay tantas dudas como necesidad de aclararlas».

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