ENTREVISTA AL NUEVO PRESIDENTE DE LA GENERALITAT VALENCIANA

Mazón: «No voy a tolerar que se diga que aquí se habla catalán, aquí se habla valenciano»

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El nuevo presidente de la Generalitat Valenciana el popular Carlos Mazón defiende el valenciano frente al catalán: «No voy a tolerar que se diga que aquí se habla el catalán, aquí se habla el valenciano», afirma con toda contundencia. De hecho, Mazón impulsará también una ley de señas de identidad valenciana frente a los ataques catalanistas. Partidario de un bilingüismo cordial, como el que propugna el líder del PP Alberto Núñez Feijóo, Mazón es partidario también de que los padres elijan la lengua vehicular de sus hijos. Además, impulsará una televisión autonómica, la hoy sumergida en unos bajísimos índices de audiencia A Punt, con sistema dual. El objetivo es que cada uno pueda ver la tele en castellano o en valenciano, según decida.

P.- ¿Usted va a permitir que los televidentes puedan ver en castellano o valenciano?

R.- Sí, en los dos y también en el idioma original de la película. Si la película es norteamericana y está en inglés, tendrán las tres opciones. La gente podrá verlo en inglés, podrá verlo en valenciano, pero también en castellano.

P.- ¿En valenciano o en catalán?

R.- En valenciano, en valenciano. Quiero dejar claro que tenemos un idioma propio, no tenemos que irnos a buscar ningún otro. Ya les gustaría a algunos

P.- En À Punt, lo que se ha hecho es implantar el catalán y no el valenciano.

R.- A ellos, lo que más les gusta es la parte normalizada.

P.- ¿Se va a desnormalizar?

R.- Se va a trabajar desde la Academia Valenciana de la Lengua, buscando las vías de acuerdo.

P.- La Academia Valenciana de la Lengua está tomada por el pancatalanismo.

R.- Cuando se creó se hizo un esfuerzo por parte de todos. También, sobre todo, la parte de los filólogos. Yo no soy filólogo, pero me gusta ponerme en manos de los de la Academia, de la de los científicos, de los lingüistas. Y en aquel momento, sí que se hizo un esfuerzo por parte de todos. Con ciertos niveles de cesión pero en positivo, no en aras a que hubiera paz lingüística y que eso se tradujera en paz social. ¿Qué ocurrió? Que con difíciles equilibrios, es verdad, se pudo arrancar. Estos temas son muy sensibles, son de difíciles equilibrios.  Cuando llegó Puig con Podemos, Compromís, etcétera… lo primero que hicieron fue ponerse con la Academia Catalana de Estudios. Empezó una especie de camino que fue paralelo a lo que ocurrió en la Educación.

P.- Pero me cuentan que la Academia Valenciana de la Lengua está financiada en parte por la Generalitat de Cataluña.

R.- Se hicieron una serie de convenios, de acuerdos de colaboración, con entidades catalanistas en las que no se sabía bien quién financiaba a quién. De lo que se trata es de que volvamos al espíritu inicial del acuerdo del consenso y dejar el tema a los académicos. Desde luego, lo que no voy a tolerar es que aquí se diga que aquí se habla catalán. Independientemente de las variantes y de las distintas maneras de hablar el valenciano que hay a lo largo de todo el territorio. Esto hay que contemplarlo, pero hay entidades propiamente valencianas, como es la Real Academia de Cultura Valenciana, que tiene que tener un papel protagonista también, y que queremos incorporar a esta discusión entre los lingüistas, este bilingüismo cordial del que habla Feijóo. Aquí se puso en marcha hace mucho tiempo, que es verdad que es un asunto muy sensible para todas las personas que estamos aquí y que hay que abordarlo con muchísimo sentido común. Por lo tanto, lo que yo quiero es eliminar esta especie de tentación permanente de ir escorándose siempre hacia un lado.

Hay una serie de acuerdos que vamos a tener que revisar. Insisto, no quiero que sea sólo una decisión política, porque el error ha sido que sólo los políticos hablen de estas cuestiones. Que sea una cuestión académica, que sea una cuestión seria. Pero hasta los académicos van a tener que hacer un esfuerzo, y yo les voy a pedir que hagan un esfuerzo por la convivencia, que es mucho más importante que un estudio, que una ponencia sobre si esta palabra es más catalana o esta palabra es más valenciana. Que también tiene su importancia, pero hay que incorporar la búsqueda de la tranquilidad y de la cordialidad en la calle. No hay un conflicto lingüístico en la Comunidad Valenciana. No lo hay como en otros sitios. Sí que hemos visto que hay un conflicto real. El conflicto ha venido alimentándose desde los despachos políticos, con subvenciones políticas, con dinero de todos. Pero en la calle usted podrá ver normalidad. Usted puede ver en la Comunidad Valenciana una cosa que es extraordinaria, que es conversaciones en valenciano y en castellano todos los días. Yo lo hablo habitualmente. Yo soy castellano pensante porque mi lengua materna es el castellano. Y yo hablo con gente que habla valenciano.

P.- ¿Pero usted habla valenciano?

R.- Sí. Yo parle valenciano. Parle valenciano, pero no con la fluidez que yo quisiera. Voy mejorando y hago mis esfuerzos, pero lo hago con normalidad. Yo hablo con gente todos los días que me habla valenciano. Yo no me doy cuenta que me están hablando valenciano porque lo vivo muy bien y yo contesto en castellano. Y no nos recriminamos nada. Qué bueno que eso pueda ser así. Y siempre está la educación de: ‘oye, ¿me cambio yo al tuyo o te cambias tú al mío?’.

P.- Con la normalidad de toda la vida y cómo debe seguir siendo, ¿no?

R.- ¿Por qué tenemos que alterar eso desde los despachos? ¿Por qué vamos a inventarnos cosas? ¿Por qué vamos a hacerlo con el dinero de todos?: Oiga, usted con su dinero haga lo que quiera. Yo estoy a favor de los Països Catalans. Pues lo paga usted con su dinero. Y si consigue que le voten, pues ya me lo cuenta usted. Yo no estoy por eso. Con el dinero de todos no se puede imponer, porque hay una cordialidad real, una educación, un civismo con la lengua en la Comunidad Valenciana que no lo podemos romper, sería un pecado mortal.

P-. ¿Va a cortar por lo seco las ayudas públicas a entidades pancatalanistas?

R.- Nosotros vamos a poner en marcha una ley de señas de identidad de la Comunidad Valenciana, entre las cuales está el ser españoles. Porque parte de nuestra identidad, muy importante, es tanto nuestra valencianía regional y autonómica como la españolidad. Y, desde luego, lo que vamos a marcar muy claramente en todas las bases de subvenciones es que no se puede ir contra la Constitución, no se puede ir contra el Estatuto de Autonomía y por tanto, vulnerar la Constitución y vulnerar el Estatuto de Autonomía no puede ser pagado por nosotros. Si usted me dice que la Comunidad Valenciana forma parte de los Països Catalans, eso va contra el Estatuto, eso va contra la Constitución y, por tanto, eso no lo podemos pagar con nuestro dinero. Eso que lo pague otro si quiere, que probablemente también estará cometiendo alguna ilegalidad.

Salió el presidente de la Generalitat de Cataluña cuando me escuchó y nos escuchó hablar de esta ley de señas de identidad diciendo bueno, pues no pasa nada. Creo que dijo algo así como bueno, pues no pasa nada. Si no lo pagan desde la Generalitat Valenciana lo pagaré yo desde la Generalitat de Cataluña. Ojo con esas aseveraciones, porque en según qué manera de aplicar se puede ir contra la normativa. Así que mucho ojo con decir que somos lo que no somos, porque nuestra ley de señas de identidad no solamente va a ser una excusa para no darle dinero público a los que quieren incumplir la Constitución, va a ser también en positivo de nuestras señas, de nuestra cultura, de nuestra tradición, de nuestra música, de nuestras tradiciones. Vamos a convertirlo en positivo, en un elemento también promocional de nuestro orgullo de ser españoles y valencianos

P.- ¿Los padres podrán elegir, como usted ha prometido, la lengua vehicular de sus hijos?

R.- Sí, señor. Así lo vamos a hacer y vamos a avanzar en ese camino. Espero que para el próximo curso 23-24. Si no para el inicio, a lo largo del curso. No me haga comprometerme en tiempos de aplicación, porque en este momento la parte técnica es difícil para mí. Desde luego, lo que vamos a poner en marcha desde el principio es el avance en algo que es la normalidad, en lo que es la libertad. No nos olvidemos del inglés, que hay que ser competitivo también. A mí me gusta hablar de trilingüismo, no sólo de bilingüismo autóctono, sino de trilingüismo en general. Y desde luego, los padres van a poder elegir doblemente, van a poder elegir centro. Quiero que haya distrito único en la Comunidad Valenciana y que por lo menos uno pueda elegir sus preferencias. Si todos vamos al mismo colegio, todos no vamos a caber en el mismo colegio. Pero que sea dentro de la prioridad que ha elegido cada padre. Nada de si usted ha nacido aquí, por tanto, usted ya se queda solamente aquí. Usted no puede hacer nada, no puede ni siquiera intentar ir a otro centro.

En segundo lugar, la libertad de elección de la lengua vehicular, es importante. En todas las fases educativas. Tenemos que avanzar en la libertad en ese sentido. En todas, sin ningún género de dudas, respetando que hay que conocer el valenciano, que hay que promocionarlo, pero que no hay que imponerlo de una manera que vaya incluso contra la propia tranquilidad y el propio esfuerzo de los propios alumnos. Hay que hacerlo con normalidad. Cuando digo elegir con libertad, pues probablemente habrá muchas familias valenciano parlantes que querrán que el valenciano tenga más peso. Me parece muy bien con el límite de que el castellano también tiene que ser importante. Y al revés. También habrá que conocer el valenciano y habrá que enseñar el valenciano. Hay que proponer que se conozca el valenciano porque también es nuestra lengua. Estamos muy orgullosos de ella.

P.-¿Y el inglés?

R.-  A mí me gusta hablar de equidad entre las tres. Luego llegan las asignaturas no troncales. Ahí también tiene que haber un alto grado de libertad. Pero en cualquier caso, quédese con la idea del avance, del avance de la libertad y del avance del inglés. Yo creo que esto es también muy importante. Hay, pues, padres que tienen dificultad para repasar con sus hijos los deberes y esto no puede ser..

P.- ¿Va a dejar de ser À Punt una televisión de izquierdas o casi me atrevería a decir de extrema izquierda nacionalista?

R.- Hubo un tiempo que la llamaban Tele Oltra. Yo quiero que sea la televisión de Alicante, Valencia, Castellón y que sea una televisión de la cual la gente se sienta orgullosa y que podamos recuperar una cosa, fíjese que moderno, que se inventó en los años 90, que es el sistema dual, que la gente, como le he dicho antes, pueda poner y pueda elegir, porque tanto los castellanohablantes como los valencianohablantes pagan los mismos impuestos y, por tanto, tienen derecho a una tele en la que se sientan reconocidos. Tiene que promocionar el valenciano, porque una tele pública de la Comunidad Valenciana tiene que promocionar el valenciano. Pero no se trata de imponer.

La mejor manera de cuidar nuestro idioma autóctono, nuestro idioma propio, que es el valenciano, es promocionándolo. Pero el peor favor que le podemos hacer al valenciano es imponerlo, porque entonces aquellos que están llamados a aprenderlo, a quererlo, a acercarse a él, lo van a rechazar. Por lo tanto, yo digo que la mejor manera de cuidar el valenciano frente a lo que otros creen o lo que otros quieren es promocionarlo con libertad, es la mejor manera de querer algo y algo tan nuestro como el idioma de esta bandera tan extraordinaria que tenemos aquí a nuestro lado, que es la Real Senyera. No sé si lo sabe, que por razones históricas es la única bandera del mundo que tiene el privilegio de no inclinarse ante nada ni ante nadie. Es extraordinaria esa labor histórica. Por eso, cuando llega el 9 de octubre, que es el Día de la Comunidad Valenciana, la bandera se baja por fuera del balcón para que al bajarla por las escaleras no se incline y entonces, perfectamente vertical, se traslada.

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