Mazón dimite mientras la ministra responsable del Poyo que causó 200 víctimas cobra 424.236 € en la UE
Ribera archivó definitivamente en 2021 un plan para drenar y encauzar el barranco del Poyo
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El presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, ha presentado su dimisión este lunes un año después de la tragedia de la DANA en la que murieron 228 personas. En la otra cara de la moneda está Teresa Ribera, ministra responsable del barranco del Poyo cuando se produjo la riada que mató a 200 personas. Hoy, Ribera es vicepresidenta primera y comisaria de Competencia de la Comisión Europea, cargo por el que cobra 424.236 euros anuales.
El Ministerio de Transición Ecológica que Ribera dirigía entonces, archivó definitivamente en 2021 un plan para drenar y encauzar el barranco del Poyo, cuya ejecución habría evitado el desbordamiento que devastó decenas de municipios valencianos.
Esta decisión le fue recriminada el año pasado en el Congreso, cuando Miguel Tellado, portavoz del PP, le contestó que si no hubiera «anulado» en 2021 el proyecto de encauzamiento y drenaje del barranco del Poyo, se hubieran salvado «muchas vidas». Pero lo anuló por intransigencia política. No permitió limpiar los cauces de los ríos y lo hizo por ideología».
Tellado también acusó a Ribera de ser «egoísta, incompetente e intransigente» y le reprochó no haber visitado la zona afectada: «No ha tenido tiempo de pisar Valencia y eso le acompañará el resto de su vida política».
Por su parte, Ribera, se ha limitado a recordar que «la vez que más cerca han estado de resolver las obras del Barranco del Poyo fue en 2011», durante su etapa como secretaria de Estado, antes de que el cambio de Gobierno paralizara los planes.
La función de Ribera durante la DANA
Como ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera tenía la responsabilidad de supervisar y coordinar la actuación de organismos estatales relacionados con riesgos hidrológicos y meteorológicos, como la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) y las confederaciones hidrográficas. Su función principal era garantizar que las alertas llegaran a las comunidades autónomas y que se activaran los protocolos de prevención ante fenómenos extremos.
Durante la DANA, Ribera llegó a asegurar que se emitieron «todas las alertas correspondientes» y que su ministerio trató de «contactar» con la Generalitat para advertir sobre la situación crítica. Esto incluía llamadas directas a los responsables autonómicos y el seguimiento de los informes meteorológicos y de riesgo de desbordamiento de ríos y barrancos. Aunque un informe de la Guardia Civil remitido el pasado mes de julio señaló la «inexistencia» de avisos por parte de Ribera como consecuencia del ascenso exponencial desde las 16:15 horas, momento en que se rebasó el umbral 1, hasta las 18:43 horas.
Mientras más de 200 personas sufrían las consecuencias del desastre, la ministra se mantenía en un papel de supervisión y alerta desde la distancia, dejando en evidencia las carencias de su gestión durante la DANA.