Un tren eléctrico con energía gravitatoria y autonomía infinita

El transporte industrial verde está prácticamente al alcance de la mano. Un nuevo y ambicioso proyecto ha sido puesto en marcha en Australia: la fabricación de un tren eléctrico de cero emisiones, que, en principio, se utilizará para transportar mineral de hierro.

Un sector en plena transformación

La compañía minera australiana Fortescue acaba de completar la adquisición de la compañía británica Williams Advanced Engineering, empresa especializada en el diseño de baterías ligeras de alto rendimiento.

Ambas empresas presentaron un proyecto para un tren eléctrico de cero emisiones, al que llamaron “Infinity Train”, que utilizará energía gravitacional para recargar sus baterías.

Fortescue cuenta en la actualidad con 54 locomotoras operativas, que transportan 16 trenes. Cada uno de estos trenes tiene entre 2,8 y 3 kilómetros de largo, y llegan a transportar aproximadamente 35.000 toneladas de mineral de hierro en cada viaje.

Las operaciones ferroviarias de la compañía consumen decenas de millones de litros de diésel cada año, y representan el 11% de las emisiones directas de gases de efecto invernadero. El nuevo tren eléctrico de batería regenerativa le permitirá a Fortescue alcanzar su ansiada meta de cero emisiones netas para el año 2030.

Energía gravitacional para un frenado regenerativo

Como señala el CEO de la filial Fortescue Future Industries (FFI), la ventaja de la energía gravitacional es que su uso no requiere la instalación de infraestructura adicional de producción o carga de energía renovable.

Los diseñadores del proyecto prestaron especial atención a las direcciones y destinos de los trenes mineros. Entre carga y descarga del tren, existen suficientes pendientes, que obligan al frenado. Estas frenadas son las que se utilizarían para la recarga de las baterías. En el viaje de regreso el tren es mucho más ligero y no se requieren las recargas.

La energía cinética y la energía eléctrica

Del novedoso sistema de frenado regenerativo se han revelado pocos detalles técnicos, pero, básicamente, se transforma la energía cinética del tren en movimiento, en energía eléctrica. Este tipo de frenado ya se emplea en algunos modelos de coches eléctricos o híbridos.

El objetivo es eliminar por completo el consumo de diésel y de todas las emisiones asociadas.

El doctor Andrew Forrest, fundador y presidente de FFI indicó que ya es hora de abandonar los combustibles fósiles en favor de otras fuentes de energía más eficientes, más baratas y más ecológicas. El mundo debe, y evidentemente puede, emerger de la era altamente contaminante y mortal de los combustibles fósiles, sentenció.

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