El robot Pepper, nuevo dependiente del Pizza Hut
La enorme popularidad adquirida por Flippy, el robot parrillero, en una conocida cadena de comida rápida americana ha desencadenado un sinfín de opiniones positivas y negativas acerca del mundo de la robótica. Muchas son las corrientes que argumentan que los robots acabaran arrebatando a los humanos la posibilidad de trabajar. Sin embargo, otros muchos apoyan unas iniciativas realmente peculiares que son capaces de atraer a miles de curiosos. En este caso hablamos de Pepper, un pequeño robot humanoide que ha dejado su vida en el laboratorio para trabajar en Pizza Hut como dependiente ¡No te lo pierdas!
Un robot cordial
En el año 2015 salió al mercado Pepper, un pequeño robot creado para «servir de compañía y dar amor». Al menos así lo definieron desde Softbank y Aldabaran SAS. Pepper, compañías creadoras del dispositivo. Desde entonces, Pepper ha aparecido en la televisión, en tiendas de ropa, en hospitales e incluso ha llegado a oficiar algún que otro funeral. Sin duda, un robot muy polifacético que ahora ha encontrado un nuevo trabajo: dependiente de Pizza Hut.
El objetivo principal de Pepper se basa en entretener a la humanos y hacerles felices. Una tarea bastante aplicable a las labores de dependiente en una pizzería por lo que Pizza Hut no ha tardado en «echarle el lazo». El único problema es que si queremos disfrutar de la atención de este simpático robot tendremos que viajar hasta Singapur. Sin duda, la elección no está hecha por casualidad. Singapur se ha convertido en uno de los lugares más importantes a nivel tecnológico de todo el mundo, por lo que la presencia de robots se enmarca como algo realmente habitual. La labor principal de Pepper reside en ganarse la confianza de los clientes indecisos y ofrecer todas las variedades de una carta en la que las promociones son su especialidad. Entre sus otras obligaciones destaca apuntar pedidos, dar recomendaciones, cobrar a los clientes, asegurar la caja… En conclusión, las labores de un verdadero dependiente.
Eso sí, el proceso es un poco más lento que si lo realizara una persona. Pepper tarda un mínimo de tres minutos en atender a un cliente y mandar la comanda a la cocina para que pueda comenzar a prepararse la pizza. No obstante, la buena noticia de todo este proyecto es que los clientes siempre serán atendidos con una sonrisa.