Lucrecio, el filósofo romano que veía el universo
Tito Lucrecio Caro, ese era el nombre completo del filósofo y científico romano que logró abolir en parte el temor por el poder de los dioses gracias a su clarividencia para entender el universo.
Es célebre en todo el mundo histórico la pasión de las antiguas civilizaciones por los cielos. Sin embargo, la astronomía cultivada en gran parte de los imperios sumerios, griegos y romanos se relacionaba con cierta intimidad con la astrología. No obstante, fue una ciencia cultivada por grandes mentes, como las de Platón, Arquímedes o Séneca.
Menos conocido que todos ellos es Lucrecio, sin embargo, merece la pena recordar que también este personaje debería tener la relevancia necesaria, pues fue un verdadero adelantado a su época.
No se sabe cuándo nació exactamente este pensador, aunque sí se cree que su muerte debió producirse cuando solo contaba con 40 años de edad entre los años 94 y 53 a.C. Y es que, por desgracia, se han perdido muchos datos de su biografía apasionante, pero se considera que debió perecer por cuestión de suicidio o epilepsia.
Fue contemporáneo de Julio César, y vivió una época de múltiples revueltas en la ciudad de Roma. Aun así, tampoco se sabe con certeza si era oriundo de la gran capital del imperio o llegó allí desde alguna provincia.
Lucrecio y su pensamiento
Aunque su legado no es tan amplio como debería, sin duda merece la pena echar un ojo a la que fue la gran obra de su vida, De rerum natura, traducida al castellano como Sobre la naturaleza de las cosas.
En la filosofía y estudios de Lucrecio a través de esta gran obra se encuentran 6 tomos que versan sobre la filosofía, la física atomista cuyas teorías basa en las del gran Epicuro, así como una imagen del cosmos muy avanzada y una imagen del amor algo negativa y pesimista.
Hoy en día solo se conserva uno de los seis libros que compusieron esta obra. De hecho, su pervivencia se le debe a la religión, pues fue la Iglesia Católica la que lo conservó debido a que lo consideraba como escrito prohibido y peligroso para el pensamiento y la doctrina.
No obstante, el pensamiento de Lucrecio sirvió a grandes mentes posteriores para inspirar, por ejemplo, a Giordano Bruno. Y es que ya este romano hace 2000 años avisaba de un inmenso universo en el que la Tierra gira alrededor del Sol con millones de átomos que se mueven en un vacío universal. Además, promovió que no hay que temer a los dioses, hecho que provoca infelicidad, y avisó del inmenso cosmos que nos rodea.
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