Increíble pero cierto: un volcán en EEUU estuvo 3 días en erupción en 2021 y nadie se dio cuenta
Sigue activo el volcán italiano con una de las erupciones más grandes de la historia
Qué ha pasado exactamente en el volcán Etna
Un volcán de Hawái expulsa metales valiosos procedentes del núcleo de la Tierra
Esto es lo que dice la ciencia sobre cubrir el asiento de un baño público con papel higiénico
Descubren algo en las montañas de Marte y los expertos no se pueden creer lo que han encontrado

Predecir la erupción de un volcán sigue siendo una tarea complicada para la comunidad científica. Aunque existen señales físicas y químicas que pueden ser monitoreadas, no todos los volcanes las muestran con la misma intensidad ni con suficiente antelación. Eso fue lo que ocurrió con un volcán en EEUU. Nadie, absolutamente nadie, lo percibió durante tres días.
Volcanes como el que estamos por develar parecen mantenerse en silencio hasta que la erupción ya ha comenzado. Esta categoría de volcanes representa un reto tanto para los investigadores como para las autoridades responsables de gestionar los riesgos naturales.
¿Cuál es el caso del volcán en EEUU que pasó desapercibido durante tres días?
Uno de estos casos singulares se dio en el volcán Veniaminof, ubicado en Alaska. Este volcán en EE. UU. pertenece a la categoría de volcanes silenciosos, aquellos cuya actividad eruptiva no va precedida de señales evidentes.
Lo que ocurrió en 2021 fue particularmente llamativo: el volcán entró en erupción y mantuvo su actividad durante tres días sin que nadie lo detectase. Históricamente, tras su descubrimiento en 1993, se contabilizaron 13 erupciones. Solo dos de ellas habían sido anticipadas.
Este episodio sirvió como punto de partida para una investigación, cuyo objetivo era entender por qué algunos volcanes actúan de manera tan sigilosa.
Hay que reiterar que el caso del Veniaminof es relevante porque, pese a estar monitorizado, su actividad pasó desapercibida durante días.
Características de los volcanes silenciosos
El análisis del comportamiento del Veniaminof ha permitido identificar algunos factores comunes en este tipo de volcanes:
- Suministro lento de magma: el magma asciende con lentitud, lo que reduce las señales sísmicas previas.
- Roca huésped cálida: las condiciones térmicas del entorno dificultan la acumulación de presión.
- Reservas pequeñas de magma: implican una actividad menos violenta pero también menos detectable.
- Escasa deformación del terreno: lo que limita las alertas geodésicas.
Estas condiciones reducen las probabilidades de que los sistemas de vigilancia tradicionales puedan detectar una erupción inminente. En el caso de Veniaminof, la erupción de 2021 fue descubierta tras revisar imágenes satelitales que mostraban una columna de cenizas ya activa.
El volcán Veniaminof, precedente para un nuevo modelo de predicción
Ante este panorama, un grupo de investigadores desarrolló una herramienta de modelado que busca mejorar la predicción de erupciones en volcanes silenciosos. El modelo se basa en:
- Volumen de la reserva magmática.
- Condiciones de flujo del magma.
- Profundidad de la cámara magmática.
- Geometría interna del sistema volcánico.
El estudio, publicado en la revista Frontiers in Earth Science, tomó como base los datos recogidos durante tres veranos consecutivos antes de la erupción de 2018 del Veniaminof. Esta información sirvió para alimentar el modelo predictivo y compararlo con las condiciones registradas durante la erupción no detectada de 2021.
Uno de los resultados más destacables es que, aunque ciertos cambios en la deformación del terreno pueden servir de aviso, la relación entre los flujos internos del magma y el inicio de una erupción es mucho más compleja de lo que se pensaba.
¿Cómo avanzará la ciencia tras los estudios de este volcán en EEUU?
El desarrollo de este modelo abre la puerta a una nueva forma de entender el comportamiento de algunos volcanes en EE. UU. y en otras regiones del mundo. La clave estaría en cambiar el enfoque: no sólo esperar señales externas, sino interpretar mejor lo que ocurre dentro del volcán.
Estos son algunos puntos clave que recoge la investigación:
- Los volcanes más difíciles de detectar tienen reservas cálidas, pequeñas y con flujos lentos.
- La vigilancia actual necesita complementarse con modelos internos más detallados.
- La detección por satélite puede ser útil, pero no siempre suficiente.
Según explicó Yuyu Li, coautora del estudio, «pese a grandes avances en monitorización, algunos volcanes entran en erupción con precursores mínimamente detectables o incluso sin ellos, incrementando significativamente el riesgo a las poblaciones cercanas».
Este tipo de volcanes no son exclusivos de Alaska. Otros ejemplos de volcanes silenciosos incluyen el Stromboli en Italia o el Popocatépetl en México. La herramienta desarrollada podría servir para vigilar mejor estos y otros volcanes en EE. UU., sobre todo los que se encuentran cerca de rutas aéreas o comunidades densamente pobladas.
Por ahora, los científicos continúan ajustando su modelo y recopilando datos. Su objetivo es simple: reducir los márgenes de error y mejorar la prevención ante uno de los fenómenos naturales más impredecibles.