Cómo la exploración espacial ayuda a combatir el cambio climático en la Tierra
La exploración espacial y la lucha contra el cambio climático están intrínsecamente relacionadas. ¿Cómo se puede influir en ese cambio?
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Desde siempre, la astronomía o la exploración espacial le ha permitido al hombre comprender mejor el universo y la posición que ocupa en él. Las misiones espaciales de los últimos años no sólo han cautivado la imaginación humana, sino que han traídos beneficios trascendentales y transformadores, al contribuir con los avances tecnológicos, el crecimiento económico y la protección del medio ambiente.
Aunque la ciencia espacial parece no tener un vínculo directo con el cambio climático, lo cierto es que su estudio resulta indispensable para poder reducir su impacto. La exploración espacial está ayudando a los científicos a comprender mejor el clima de la Tierra y a combatir los efectos del calentamiento global.
¿Cómo ayuda la exploración espacial a la investigación sobre el cambio climático?
La exploración espacial no surgió sino a finales de la década de 1950, por lo que se trata de un campo de estudio relativamente nuevo. Actualmente, es considerado uno de los campos de investigación más importantes y prestigiosos, pues ha impulsado la comprensión científica del universo y de otras áreas como, la meteorología, la geología, la astronomía y la astrofísica.
Lo que no muchos tienen presente, es que los beneficios de la exploración espacial también se extienden a la lucha contra el cambio climático. Estos se reflejan en el uso de satélites para monitorear el cambio climático, rastrear la deforestación y detectar la contaminación, pero también en el desarrollo de tecnologías sostenibles como la minería de asteroides y las fuentes de energía renovables.
Observación satelital de la Tierra
A través de los satélites de observación que orbitan en la Tierra, los científicos pueden recabar datos e información fundamental sobre el impacto que está provocando el cambio climático en la Tierra. Los satélites permiten hacer seguimiento de los cambios ambientales, como el aumento del nivel del mar y el derretimiento de los casquetes polares, así como a monitorear los ecosistemas y proporcionar datos claves al respecto.
El análisis posterior de estos datos, permite a los investigadores predecir cómo quedará la Tierra si se continúa generando la misma huella de carbono. De esta manera, las organizaciones pueden trabajar en la implantación de planes para combatir el cambio climático.
La observación satelital de la Tierra también puede ayudar a mitigar desastres naturales como huracanes e incendios forestales, al proporcionar información en tiempo real a los servicios de emergencia.
Medición de las emisiones de gases de efecto invernadero
El monitoreo a nivel espacial a través de satélites y otros aparatos también permitió a los científicos descubrir cómo los niveles de CO₂ presentes en la atmósfera empezaron a subir con la llegada de la industrialización. Tras monitorear las concentraciones de gases de efecto invernadero en la atmósfera, los científicos lograron identificar su correlación con el clima, descubriendo así su consecuencia directa en el incremento de la temperatura en todo el planeta conocido como calentamiento global.
Uso de la tecnología espacial para una energía renovable
La tecnología desarrollada para la exploración espacial ha permitido, entre otras cosas, el desarrollo de aparatos que ahorran energía, como la que fue creada por la compañía francesa Leosphere. Se trata de un instrumento capaz de medir la dirección y velocidad del viento desde el suelo hasta una altura de unos 200 metros, con el fin de maximizar la producción de electricidad en los nuevos generadores eólicos.
La tecnología “lidar” es parecida a la que utilizará el Programa de Transferencia de Tecnología (ESA) en su satélite Aeolus para observar desde el espacio los perfiles de viento a escala global.
Otro buen ejemplo es la mejora de sistemas de las plantas solares fotovoltaicas por parte de la compañía italiana Flyby. Utilizando los datos generados por los satélites meteorológicos, ‘SolarSAT’, Flyby logró predecir la potencia obtenida en dichas plantas solares con el fin de mejorar su sistema y detectar defectos que pueden reducir la producción de energía en más de un 10% anualmente, en la operación de las plantas solares.
Por último, pero no menos importante están las imágenes y datos recopilados por satélites y misiones de exploración espacial utilizadas en las campañas de concienciación pública sobre el cambio climático, ya que a menudo sirven para divulgar en internet y otros de comunicación cuáles serán las consecuencias de no mantener por debajo de 1,5ºC el calentamiento global de la Tierra, el objetivo más importante del Acuerdo de París (2015).
Conclusiones
Los datos y tecnologías obtenidos a través de misiones espaciales son herramientas poderosas que ayudan a comprender, monitorear y combatir el cambio climático en la Tierra. A medida que enfrentamos este desafío global, es esencial seguir invirtiendo en la investigación espacial y fomentar la colaboración internacional.
La protección de nuestro planeta depende de nuestra capacidad para mirar más allá de la Tierra y utilizar el vasto conocimiento que el espacio tiene para ofrecer. En última instancia, la exploración del espacio no solo nos lleva a nuevas fronteras, sino que también nos ayuda a asegurar un futuro sostenible para las generaciones venideras.
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Temas:
- Cambio climático