El golpista Cuixart asegura que «diálogo y confrontación no son propuestas contradictorias»
El presidente de Òmnium Cultural, Jordi Cuixart, ha pedido este sábado unidad estratégica del independentismo y ha afirmado que «diálogo y confrontación no son propuestas contradictorias».
En una carta escrita desde la cárcel de Lledoners (Sant Joan de Vilatorrada, Barcelona) fechada el viernes y enviada a los 182.000 socios de Òmnium, pide que el independentismo «demuestre su madurez y defina un horizonte común que aparque disputas electoralistas estériles».
El líder de la asociación golpista Òmnium Cultural sostiene que dividir el movimiento para que se limite a defenderse reactivamente forma parte de la estrategia política del Estado y añade que «ni la represión permanente ni los legítimos intereses de parte justifican renunciar a la unidad estratégica».
De esta forma, este activista catalán por la secesión insta además al independentismo a que «aproveche los reveses de la justicia europea que empequeñecen el prestigio internacional del Estado».
No renunciar a la Diada
Sobre la Diada del 11 de septiembre, ha dicho: «Tiene que servir para hacer visible que no renunciamos a construir la República catalana», aunque sea en el contexto de lucha sanitaria y social contra las consecuencias de la Covid-19, ha añadido.
Cuixart ha apoyado a los 200 activistas citados por haber participado en la acción de Tsunami Democràtic: «Querrían que tuviésemos miedo, que hubiésemos renunciado a la protesta democrática. No obedezcáis sus amenazas, no podemos dejar de ejercer derechos fundamentales».
Tercer grado
Cuixart defiende que la lucha no violenta es uno de los principales instrumentos para la transformación social, y se refiere a la suspensión del tercer grado: «Ni la represión ni la cuarentena diaria en la celda impedirán que continuemos acusando al Estado de vulnerar derechos humanos. Porque así luchamos para preservarlos».
En su misiva, además, ha afeado lo que considera «la connivencia del gobierno español y la corrupción borbónica, la desvergüenza de un reino en decadencia, encubridor de crímenes franquistas contra la humanidad».
Educación y cultura
En la texto, Jordi Cuixart ha querido trasladar su reconocimiento a todos los docentes que trabajan para el inicio escolar: «Sois motivo de orgullo y de autoestima».
Igualmente, también ha agradecido «infinitamente a todos los artistas y trabajadores de la cultura que también luchan sin tregua para salir con éxito de tantas adversidades» y ha pedido que se cuide la cultura.
Como telón de fondo de estas declaraciones está el debate en el seno del secesionismo sobre qué hacer ahora. Un sector inclina la balanza sobre el choque de trenes y otro por dialogar.
Entre otros, el ex presidente de la Generalitat Carles Puigdemont ha defendido que la única vía «realista» para alcanzar la independencia de Cataluña es la «confrontación inteligente» con el Estado, del que «no saldrá nunca una plataforma negociadora para la autodeterminación de Cataluña».
Postura de Puigdemont
En una conferencia en la Universitat Catalana d’Estiu en Prada de Conflent (Francia) hace unos días, el eurodiputado ha admitido que «la vía del acuerdo con el Estado es la preferida por la inmensa mayoría de los catalanes» para resolver el conflicto actual, pero ha descartado que sea una opción factible porque «España siempre tiene preparada una pared» para frustrar las aspiraciones nacionales de Cataluña.
«Somos muchos los que somos conscientes de que la única vía transitable, realista y sin falsas ilusiones es la gestión de una confrontación inteligente con el Estado español. Es la vía democrática que seguramente es la más insegura de todas, la más incierta, pero lamentablemente no tenemos otra», ha expuesto.
Puigdemont ha defendido que el independentismo debe promover un «debate interno constante» en el que los diversos actores se traten como «aliados» en busca de la «unidad estratégica» que les hizo fuertes en el pasado.
«Nos tenemos que preguntar si hacemos suficiente para ser independientes en liderazgos, voluntades y razones. Porque uno puede querer mantener activo un proceso que queremos que acabe con la independencia de Cataluña, pero no hacer lo necesario para cumplir con esta voluntad. Y cuando digo esto no excluyo a nadie», ha dicho.
En este sentido, el expresidente catalán ha lamentado que «los tres años de represión durísima» por parte del Estado sobre los líderes del procés han hecho mella en el movimiento. «No es ninguna vergüenza decir que la represión nos ha dejado muescas», ha sentenciado.