Alimentación infantil

Merienda de los niños: ¿Por qué es tan importante?

La merienda es importante no solo porque aporta energía a los niños sino que además les permite completar su ingesta calórica diaria y sirve también para una alimentación equilibrada y saludable.

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La importancia que tiene la merienda de los niños

La merienda aunque no lo parezca, es algo imprescindible para los niños, en especial cuando son pequeños. Debemos pensar que la mayoría de niños pequeños suelen almorzar bastante temprano de modo que hasta que llegue la hora de la cena, deben tomar algo que les ayude poder mantener la energía y también que les permita «matar el gusanillo». Os explicamos ahora por qué es tan importante que los niños merienden y pautas para ofrecer la mejor merienda.

Merienda de los niños: ¿Por qué es tan importante?

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La merienda, igual que ocurre con el desayuno que los niños toman en el recreo del colegio, es algo que gusta mucho a los pequeños ya que supone parar un momento en el juego o en los deberes, para poder comer algo que normalmente suele estar centrado en alimentos dulces o aquellos que puedan combinar bien con un buen vaso de leche.

Pero ¿es realmente tan importante para la alimentación de los niños? Lo cierto es que así es si tenemos en cuenta algunas de las cuestiones que ahora abordamos y las pautas a seguir para ofrecer siempre una merienda que sea saludable y a la vez irresistible para los niños.

Aprovecha la merienda para que los niños coman fruta

Aunque apostemos por unas galletas, o un poco de bizcocho casero, podemos aprovechar también para que la merienda se convierta en una oportunidad para que los niños coman fruta. No importa si se trata de una pieza de fruta fresca, o si elegimos de vez en cuando los frutos secos, lo importante es que se consuma todos los días y hacer de este consumo un pilar fundamental.

De este modo, podemos elegir por ejemplo un yogur y una mandarina, o hacer un bizcocho casero que lleve dentro frutos secos como piñones o trocitos de almendra o nueces.

Prestemos atención a las calorías

También es importante que la merienda proporcione la ingesta calórica adecuada, que además debemos saber que tiene que ser diferente según el grupo de edad:

  • 150 Kcal para niños de 4 a 6 años;
  • 200 Kcal para los de 7 a 11 años;
  • 260 Kcal para niños de 12 a 15 años
  • hasta 285 Kcal para niños entre 15 y 17 años.

De este modo, gracias a la merienda, lograremos completar también la ingesta de calorías que los niños deben recibir a lo largo de todo lo que comen durante la mañana, el mediodía, la tarde y la noche.

Pautas para una merienda sana y equilibrada

Los niños suelen decantarse siempre por pedir aquellos alimentos que más les gustan para merendar, ya sean sus galletas de chocolate o un bocadillo de jamón por ejemplo, y aunque no hay nada de malo porque elijan ellos una vez a la semana, debemos procurar que en lugar de merendar siempre lo mismo, presentemos propuestas que sean diversas y que nos sirvan para ofrecer algo distinto todos los días, de modo que se beneficien de todos los nutrientes que van a garantizar su desarrollo.

Veamos entonces algunas pautas que nos van a llevar a conseguir ese propósito de que los niños merienden siempre de forma sana, y además con propuestas que les gusten.

  • Hábito diario: Como hemos mencionado, la merienda es un buen hábito, se debe hacer todos los días como un sabroso descanso de estudio / deporte para reponer la energía perdida.
  • Procuremos que sea la apropiada:No hay merienda que no sea poco nutritiva o demasiado nutritiva, sino que la diferencia la marca la edad de los niños y las necesidades energéticas. Estamos hablando de 100-125 Kcal para un niño de 6 años y de 180-200 kcal para un adolescente.
  • Moderemos lo que ofrecemos: La fruta debe ser una de las cosas que ofrezcamos en la merienda de los niños, pero además, podemos optar por acompañarla de algo que guste a los niños, ya sea un yogur, unas galletas específicas o algún tipo de bizcocho en concreto, aunque eso sí, nunca dejemos que los niños se harten de comer durante la merienda ya que entonces correremos el riesgo de que no quieran cenar.
  • Ofrece meriendas variable: Como hemos señalado, no es buena idea repetir lo mismo todos los días. Nuestro cuerpo necesita todos los nutrientes que puede obtener de diferentes alimentos: fruta, yogur, pan, postres caseros o envasados, tartas con frutos secos, helados y batidos.
  • Ofrece tanto dulce como salado: Muchos niños se decantan por el dulce cuando se trata de la merienda, pero lo cierto es que podemos elegir también algunas opciones saladas como por ejemplo una rebanada de pan con aceite de oliva y tomate o con jamón o queso.
  • Procura una merienda tranquila: La merienda es un momento para vivir con la tranquilidad adecuada, en casa, en el colegio o en el parque, con los padres, abuelos o amigos. De modo que a la hora de merendar, es mejor que los niños dejen de hacer lo que están haciendo y se centren solo en degustar y saborear su merienda.

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