Jugar con el bebé para estimular su desarrollo

Una de las cosas que tienen que saber los futuros papás o los que acaban de serlo es que a través de los juegos con el bebé es como se consigue estimular su desarrollo y aprendizaje. Por supuesto, los juegos han de ser educativos, pero eso no quiere decir que no puedan ser divertidos al mismo tiempo.

Además, no hay que pasar por alto que también ayudan al niño a comunicarse con la gente que le rodea. De ahí que este sea otro motivo para jugar con el pequeño, puesto que es tan importante esa comunicación como alimentarle y hablarle.

Claves vitales para los juegos con el bebé

Para que los padres y sus hijos se diviertan juntos con los juegos, así como para conseguir el desarrollo óptimo de esos, es fundamental que los primeros conozcan una serie de aspectos vitales al respecto:

• La curiosidad que demuestra el bebé en su primer año (y en los siguientes) es una baza que se puede aprovechar para desarrollar diversos juegos que le estimulen. En este caso, hay que tener claro que si se opta por los adecuados, los beneficios del pequeño serán notables en cuanto al desarrollo psicomotor, al intelectual e incluso al social y al emocional.

• Una cosa que siempre debe tenerse clara es que se trata de juegos, por lo que nunca se debe forzar al niño. Y es que si se le obliga lo que se consigue es que no se divierta y por tanto, no aprenda.

Objetivos fundamentales

A la hora de que los adultos planteen y desarrollen actividades, es necesario que tengan en cuenta que persiguen con estas:

• El objetivo de que padres e hijos jueguen juntos es pasarlo bien y reforzar el vínculo afectivo entre ambas partes.

• Por supuesto sin olvidar tampoco que, de igual modo, se persigue que los niños vayan desarrollando todos estos aspectos de manera divertida. Por eso, los expertos coinciden en que con unos minutos al día puede ser suficiente.

Juegos apropiados

Para los padres que no sepan qué juegos poner en práctica con sus bebés, pueden optar por los clásicos:

• Un juego muy útil y eficaz para su desarrollo en los primeros tres meses de vida del bebé es el siguiente: se le puede enseñar algún juguete que tenga los colores muy llamativos. El niño debe estar tumbado boca arriba y lo que se puede hacer es moverlo de un lado a otro para que lo intente seguir con la mirada. Hay que hablarle, sonreirle, hacer sonidos diferentes para que los oiga, e incluso moverle los brazos y las piernas como si de un baile se tratara.

• Por otro lado, a partir de los tres meses y hasta los seis meses, más o menos, se puede continuar con esos juegos, pero también se pueden introducir variaciones. Por ejemplo, se le puede sacar la lengua, juntarle las manos para enseñarle poco a poco a aplaudir o darle un juguete para que lo coja con las manos.