Fiebre en niños durante el invierno: cómo identificar y qué darles para tratarla
Cómo tomar la temperatura a los niños en función de la edad y cómo tratar la fiebre
Fiebre nocturna y fiebre asintomática en niños: causas y remedios
El invierno de 2024 ha comenzado con una situación epidemiológica y sanitaria preocupante en España, debido al aumento de casos de gripe, resfriado y Covid-19. Los niños pueden ser de los que más se contagian de estos virus, por lo que se recomienda seguir el calendario de vacunación, que incluye vacunas contra la gripe, el neumococo y la meningitis. Sin embargo, en el caso de que nuestro hijo enferme estos días de invierno y tenga fiebre, es importante saber cómo identificar y qué darles para tratar la fiebre en niños.
Cómo identificar la fiebre en los niños
La fiebre es una respuesta del organismo ante una infección o una inflamación. Se considera que un niño tiene fiebre cuando su temperatura corporal supera los 38°C. La fiebre es más frecuente en los meses de invierno, debido a la mayor circulación de virus respiratorios, como la gripe, el resfriado o la bronquiolitis.
Los síntomas más comunes de la fiebre en los niños son:
- Piel caliente y enrojecida
- Sudoración
- Escalofríos
- Dolor de cabeza
- Malestar general
- Pérdida de apetito
- Irritabilidad o somnolencia
Para medir la temperatura de un niño, se puede utilizar un termómetro digital, que se coloca en la axila, la boca o el oído. Se debe evitar el uso de termómetros de mercurio, ya que pueden romperse y causar intoxicación.
Existen diferentes tipos de termómetros digitales, que varían en su forma, tamaño y precisión. Algunos consejos para elegir y usar el termómetro adecuado son:
- Escoger un termómetro que sea fácil de usar, limpiar y guardar
- Seguir las instrucciones del fabricante para colocar el termómetro correctamente y obtener una lectura fiable
- Esperar al menos 15 minutos después de que el niño haya comido, bebido o hecho ejercicio para tomar la temperatura
- Anotar la hora y el valor de la temperatura cada vez que se mida
- Comparar la temperatura con los valores normales según la edad y el método utilizado
Los valores normales de temperatura según la edad y el método utilizado son:
- Para menores de 3 meses : En axila entre 36,5 y 37,5 ºC (no se recomienda en boca y oído).
- Entre 3 meses y 3 años: En axila entre 36,5 y 37,5 ºC (no se recomienda en boca) y en oído es entre 36.1°C – 38.1°C.
- Más de 3 años: En axila entre 36,5 y 37,5 ºC, en boca entre 35.5°C – 37.5°C y en oído es entre 36.1°C – 38.1°C.
Qué hacer si un niño tiene fiebre
Lo más importante es mantener al niño hidratado, ofreciéndole agua o líquidos con frecuencia. También se le puede dar ropa ligera y abrigarlo según su sensación térmica. Se debe evitar el exceso de calor o de frío, así como el contacto con otras personas enfermas.
Si el niño tiene más de 3 meses y la fiebre es menor de 39°C, se le puede administrar un antipirético, como el paracetamol o el ibuprofeno, siguiendo las indicaciones del pediatra. Estos medicamentos ayudan a aliviar el malestar y a bajar la temperatura, pero no curan la causa de la fiebre.
Algunas recomendaciones para el uso de antipiréticos son:
- Elegir el medicamento adecuado según la edad y el peso del niño
- Respetar la dosis, la frecuencia y la duración del tratamiento indicadas por el pediatra
- Usar un medidor o una jeringa para dar la cantidad exacta de medicamento
- Alternar el paracetamol y el ibuprofeno solo si el pediatra lo aconseja
- No mezclar los antipiréticos con otros medicamentos que contengan los mismos principios activos
- Vigilar la aparición de efectos secundarios, como alergias, irritación gástrica o daño hepático
Si el niño tiene menos de 3 meses, la fiebre es mayor de 39°C, o presenta otros síntomas como vómitos, diarrea, dificultad para respirar, convulsiones, manchas en la piel o somnolencia excesiva, se debe consultar al médico de inmediato. Estas situaciones pueden indicar una infección grave o una complicación de la fiebre.
Algunas de las posibles causas de la fiebre en los niños son:
- Infecciones respiratorias, como la gripe, el resfriado, la faringitis, la laringitis, la bronquitis o la neumonía
- Infecciones gastrointestinales, como la gastroenteritis, la apendicitis o la salmonelosis
- Infecciones urinarias, como la cistitis o la pielonefritis
- Infecciones de la piel, como el impétigo, la celulitis o el herpes
- Infecciones del oído, como la otitis media o la otitis externa
- Infecciones del sistema nervioso, como la meningitis o la encefalitis
- Infecciones del sistema óseo, como la osteomielitis o la artritis séptica
- Otras infecciones, como la varicela, el sarampión, la rubéola, la escarlatina o el dengue
- Enfermedades autoinmunes, como la artritis juvenil o el lupus
- Enfermedades oncológicas, como la leucemia o el linfoma
- Reacciones a medicamentos o vacunas
El diagnóstico de la causa de la fiebre se basa en la historia clínica, la exploración física y las pruebas complementarias que el médico considere necesarias, como análisis de sangre, orina, heces, cultivos, radiografías, ecografías o punciones.
El tratamiento de la causa de la fiebre dependerá del tipo de infección o enfermedad que la provoque. En algunos casos, se requerirá el uso de antibióticos, antivirales, antifúngicos, antiinflamatorios, inmunosupresores o quimioterapia. En otros casos, se podrá optar por medidas de soporte, como reposo, hidratación, alimentación equilibrada o fisioterapia.
Cómo prevenir la fiebre en los niños
La mejor forma de prevenir la fiebre en los niños es protegerlos de las infecciones, especialmente en invierno. Para ello, se recomienda:
- Lavarse las manos con frecuencia, sobre todo antes de comer y después de ir al baño
- Cubrirse la boca y la nariz al toser o estornudar, usando un pañuelo desechable o el codo
- Evitar el contacto con personas enfermas o con síntomas de infección
- Ventilar los espacios cerrados y evitar el humo del tabaco
- Seguir el calendario de vacunación, que incluye vacunas contra la gripe, el neumococo y la meningitis
Además, se pueden seguir algunos consejos para fortalecer el sistema inmunológico de los niños, como:
- Darles una alimentación variada y rica en frutas, verduras, cereales, legumbres, lácteos, carnes y pescados
- Fomentar el consumo de alimentos con propiedades antibacterianas, antivirales o antiinflamatorias, como el ajo, la cebolla, el jengibre, la miel, el limón, el tomillo o la equinácea
- Evitar el consumo de alimentos procesados, azucarados, grasos o con aditivos
- Asegurarles un descanso adecuado, respetando las horas de sueño según la edad
- Estimularles la práctica de ejercicio físico moderado y adaptado a sus capacidades.
La fiebre en los niños es un signo de que el organismo está combatiendo una infección. En la mayoría de los casos, se trata de un proceso benigno y autolimitado, que se resuelve en unos días con medidas sencillas. Sin embargo, se debe estar atento a los síntomas que puedan indicar una mayor gravedad y consultar al médico si se tiene alguna duda.