Escalofriante: padre rompe a su bebé ¡25 huesos! porque no dejaba de llorar
Todos pensamos que los progenitores son los principales protectores de sus hijos, los que jamás podrían hacerles ningún daño y los que estarían dispuestos a todo con tal de cuidarles. Sin embargo, a veces, no es así. Buena muestra de eso es la noticia que hemos conocido: un padre rompe a su bebé ¡25 huesos! porque no dejaba de llorar.
¿Te parece increíble? Pues, aunque te lo resulte, es verdad, lo que viene a provocarnos vergüenza, estupefacción y una sensación de auténtico horror.
¿Dónde ha sucedido?
Hasta Estados Unidos hay que viajar, simbólicamente hablando claro está, para poder encontrar el escenario de este caso que nos resulta escalofriante. Sí, esa es la palabra. Más aún tenemos que exponer que se ha producido en el estado de Texas, que es donde viven los protagonistas del suceso.
Los protagonistas
Básicamente, podemos exponer que son dos las personas en torno a las cuales gira esta noticia que a nadie ha dejado indiferente:
- Joel Ortiz Rodríguez. Este es el varón de 20 años de edad que no ha dudado en infringir un daño severo a su hija, simplemente porque esta no dejaba de llorar.
- La pequeña de 2 meses de vida, que ha sido víctima de la violencia de su propio progenitor y que ahora está siendo tratada por culpa de los daños sufridos.
Los hechos
Unos días atrás es cuando se encuentra el origen de los hechos. Resulta que Joel se encontraba en su casa de Texas cuidando de su hija cuando esta comenzó a llorar de manera desconsolada, mientras intentaba darle de comer
Parece ser que intentó calmarla de todas las maneras posibles, pero la niña seguía con su llanto y sin querer tomar el alimento que daba. Esta situación lo que provocó es que el adulto empezara a perder los nervios, según ha declarado posteriormente. Tanto es así que presumiblemente la zarandeó y la agarró de manera tan fuerte que acabó provocándole un severo daño.
Padre rompe a su bebé 25 huesos
Poco después de lo sucedido, fue cuando llegó la madre de la pequeña y esposa de Joel a casa y descubrió que algo había pasado. Al coger a su hija en brazos notó que esta no se encontraba bien y por eso tomó la decisión de trasladarla hasta el hospital más cercano. Una vez allí cuando los doctores comenzaron a examinar a la bebé vieron que había sido víctima de violencia física.
En concreto, se quedaron absolutamente estupefactos al comprobar que tenía rotos tanto varios huesos de las muñecas como lo que era la pelvis e incluso numerosas costillas. Por eso, además de tratarla de la manera más adecuada y tomar las medidas oportunas para evitarle el dolor, procedieron a activar el protocolo existente en estos casos.
De ahí que, de forma inmediata, se pusieran en contacto con la Policía, para que conociera el caso, la situación tan grave en la que se hallaba en ese momento la niña y, por supuesto, iniciara las pertinentes diligencias al respecto.
La investigación
Nada más recibir el aviso del centro médico, varios agentes del cuerpo se personaron en el mismo y procedieron a hablar con los doctores que llevaban el caso. Después, tras escuchar el diagnóstico y el estado de la bebé de dos meses, procedieron a detener al progenitor.
Según los datos que se han dado a conocer hasta el momento, lo que ha aducido el padre al prestar declaración es que los llantos de su hija y el que no quisiera comer, le pusieron realmente nervioso. Así, debido a esa situación, la agarró muy fuerte y posiblemente eso fue lo que provocó sus numerosas fracturas.
Es más, ha expuesto que, en ningún momento, quiso hacerle daño de manera intencionada, que lo único que sucedió es que la presionó de manera fuerte porque se sentía frustrado al no ser capaz de conseguir que dejara de llorar.
Por su parte, la madre lo que ha declarado es que ella y su marido se iban turnando en el cuidado de la bebé, fundamentalmente por cuestiones de trabajo y que cuando se marchaba de casa lo hacía segura, sin temer que algo así pudiera pasar.
De la misma manera, ha afirmado ante la Policía que fue ella la que decidió llevar a la pequeña al hospital porque cuando regresó al hogar y la cogió en brazos, escuchó un chasquido. Sí, oyó como una rotura o movimiento de huesos que le hizo darse cuenta que algo había sucedido.
Ahora queda esperar qué sentencia se le impone al padre por los daños infringidos a su hija, que sigue recuperándose y siendo tratada.