Embarazo

Episiotomía en el embarazo: qué es y complicaciones

La episiotomía es un corte de tipo quirúrgico que se realiza en el momento del parto. Descubre cuándo es necesario y cómo hacer la recuperación para que no se den complicaciones.

Episiotomía
Qué complicaciones pueden surgir al practicarse una episiotomía durante el parto
Blanca Espada

La episiotomía es una cirugía realizada durante el parto para facilitar la expulsión del recién nacido que consiste en la incisión del perineo durante la fase de expulsión. Una cirugía que solo se practica en algunos casos muy específicos, por lo que os ofrecemos ahora todos los detalles sobre la episiotomía en el embarazo: qué es y complicaciones.

Episiotomía en el embarazo: qué es y complicaciones

La episiotomía (o perineotomía ) se define como la cirugía que involucra la incisión del perineo de la mujer durante el parto para facilitar que nazca el bebé. Gracias a esta incisión se consigue la apertura vaginal y aunque es una cirugía bastante practicada, no deja de ser una intervención quirúrgica en toda regla, que puede dar lugar a numerosas complicaciones.

Episiotomía: cómo y por qué se realiza

La episiotomía suele ser recomendada por el ginecólogo para facilitar el final de la fase expulsiva. Con la incisión del perineo se reduce el tiempo de parto y que la mujer y del feto sufran cualquier complicación.

Introducida en obstetricia a partir de mediados del siglo XVIII, alcanzó su pico de difusión a finales del último milenio. Se estima, de hecho, que en la década de 1980, este tipo de incisión se practicaba en casi todas las mujeres en su primer parto. A pesar de la falta de datos científicos sobre los posibles beneficios de esta intervención realizada con una frecuencia exagerada.

Muchos ginecólogos recomiendan este tipo de cirugía para aliviar la presión sobre el perineo de la mujer. La presión excesiva puede provocar laceraciones y distensiones musculares con prolapso del útero e incontinencia urinaria y fecal en la mujer.

En los niños, sin embargo, puede reducir la incidencia de traumatismos craneoencefálicos, mejorar un parto difícil (con distocia de hombros) y prevenir el riesgo de asfixia. Este punto de vista, sin embargo, no se refleja en  estudios científicos más recientes que sin embargo, muestran muy pocos beneficios para la madre y el feto y solo en casos muy limitados.

Tipos de episiotomía

Para realizar una episiotomía, el ginecólogo puede utilizar tres pautas:

  • Mediana: la incisión procede de la vulva hacia el ano y se denomina «incisión longitudinal» que afecta solo a los tendones, no a los músculos. Es menos dolorosa y causa menos sangrada, aunque presenta un mayor riesgo de laceraciones posteriores.
  • Paramédica la incisión procede de la vulva con una orientación lateral y se denomina «incisión transversal».
  • Mediolateral: la incisión procede de la vulva hacia el glúteo derecho con un ángulo entre 40 ° y 60 °, llamado “incisión oblicua”.

El tipo de incisión a la que se somete la mujer dependerá del cirujano, quien debe evaluar en función de la morfología de la mujer y la presentación del feto. A lo que se suman otros factores ya conocidos o nuevos, vinculados al momento concreto.

La incisión mediana tiende a considerarse la más conservadora y con menos complicaciones potenciales. Según las indicaciones de la OMS, la episiotomía se realiza con anestesia local y requiere el consentimiento informado firmado por la mujer que se somete a la cirugía.

Consecuencias de la episiotomía

La Organización Mundial de la Salud (OMS) se ha pronunciado en contra de la práctica de la episiotomía tan extendida y frecuente. De hecho, esta práctica se ha definido como «perjudicial, excepto en casos raros». Por tanto, según la OMS, no hay motivo para recomendarlo y practicarlo «sobre la alfombra» como ocurre en algunos países.

Los aspectos controvertidos de la episiotomía se refieren especialmente a la recuperación de la mujer.

En los días inmediatamente posteriores al evento, la mujer puede experimentar dolor y malestar en la parte de la incisión. Los tiempos de curación son relativamente cortos, ciegos de 7-10 días, que pueden durar hasta 30-60 días.

También hay algunos testimonios de mujeres que se quejan de desequilibrios incluso después de muchos meses de dar a luz (incontinencia, dificultades en las relaciones sexuales, malestar).

Para facilitar la cicatrización de heridas, se pueden tomar algunos pasos útiles y fáciles de seguir:

En primer lugar, antes de dar a luz, es recomendable masajear el perineo para estirar toda la parte que se verá afectada por el parto. A menudo logrando evitar la episiotomía en la fase expulsiva.

Sin embargo, si el corte ya se ha realizado, es mejor hacer todo lo posible para facilitar una rápida recuperación:

  • Cuando sea posible, evita estar de pie durante mucho tiempo;
  • Sin embargo, cuando estés sentada, utiliza un cojín o un flotador para evitar comprimir excesivamente la parte operada;
  • Durante la lactancia es mejor adoptar una posición acostada.
  • Es aconsejable cuidar especialmente la higiene íntima cambiando el absorbente con frecuencia y enjuagando la zona con un jabón desinfectante muy suave;
  • En caso de dificultad para descargar, evita empujar o sentarte demasiado tiempo. Un supositorio de glicerina podría facilitar el desbloqueo para recuperar la correcta función intestinal.
  • En caso de dolor persistente y difícil de soportar, consulta siempre a tu médico antes de tomar cualquier analgésico.

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