Dieta del bebé: ¿Cuándo se deben introducir los cereales?
Los cerales son esenciales en la dieta del bebé durante la fase de destete, pero debemos ir con cuidado y saber cómo y cuando introducirlos y estar atentos ante una posible intolerancia.
La fase del destete del bebé es un momento de grandes cambios para el niño/a, de modo que los padres deben tener en cuenta que es un proceso tal vez lento que requiere de mucha paciencia, pero también saber bien qué alimentos pueden tomar y cuáles no. Veamos ahora cuándo será bueno introducir los cereales en la dieta del bebé.
Alimentar al bebé siempre es un asunto muy delicado, especialmente para los padres primerizos. Los alimentos sólidos, cereales, jugos, sopas y cremas son todos alimentos ricos en vitaminas y nutrientes necesarios para el crecimiento del niño, pero no podemos introducirlos todos desde las primeras etapas del destete. Debemos proceder con ellos por fases y a medida que el bebé se va acostumbrando a los nuevos sabores y texturas.
Dieta del bebé: ¿Cuándo se deben introducir los cereales?
La recomendación general es que el bebé se alimente solo con leche materna hasta la edad de 6 meses. Posteriormente, se pueden ofrecer alimentos sólidos, introduciéndolos como decimos poco a poco.
Los cereales resultan un alimento básico, rico en fibra y carbohidratos para los niños. Estos nutrientes ayudan al cuerpo de los pequeños a desarrollarse y funcionar correctamente. Para aprovechar sus beneficios, es recomendable saber cómo y cuando ofrecerlos a los más pequeños. Lo ideal es que los comencemos a introducir cuando el bebé llega a los 8/ 9 meses
Para facilitar el consumo de cereales, una buena opción es cocinarlos como si fueran gachas y también puede mezclarlos con leche materna, y luego administrarlos con una cuchara en forma de papilla o también podemos utilizar fórmula de cereales para bebés que venden en supermercados y farmacias y que mezclados con la leche, se los podemos dar también con el biberón. Lo que es muy importante es saber si el niño es intolerante al gluten (tasa de incidencia 1 por 1000 niños).
Para saber si el bebé tiene algún tipo de intolerancia, podemos comenzar a darles arroz y maíz, mientras que el trigo y sus derivados (precisamente para la enfermedad celíaca) es mejor que se introduzcan más tarde.
El trigo proporciona energía, previene el estreñimiento y es rico en minerales y vitaminas B. Se puede administrar en forma de papillas o galletas muy blandas. La cebada es muy fácil de digerir. Es rica en vitaminas de los grupos PP, E y B (ácido fólico). Al igual que el trigo, se puede ofrecer al niño en forma de gachas , pan de cereales o copos.
Para saber identificar si tal vez tu bebé no tolera los cereales, existen algunos síntomas como diarrea crónica o intermitente, estreñimiento, falta de apetito, náuseas, vómitos, dolor abdominal recurrente, flatulencia, distensión abdominal, pero existen otros muchos que no son tan «evidentes» como retraso en el crecimiento o anemia ferropénica, de modo que ante la presencia de alguno de los primeros síntomas, será necesario consultar al médico.
En conclusión, los cereales son un elemento esencial de la dieta del niño, pero el proceso de introducción debe ser lento. No intentes acelerar los pasos y siempre deberás comprobar cómo reacciona el bebé o si tiene alguno de los síntomas señalados para identificar tal vez, una intolerancia al gluten.
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