Cutis marmorata en bebés: Qué es y por qué se produce

El cutis marmorata es una alteración de la piel que se caracteriza por la aparición de unas manchas azuladas o rojizas, con un aspecto reticulado o de mármol, que suelen afectar al tronco, los brazos y las piernas de los bebés. Es una condición benigna y transitoria, que no requiere tratamiento y que suele desaparecer con el tiempo.

Sin embargo, ¿cuál es la causa de este fenómeno y qué implicaciones tiene para la salud de los pequeños? A continuación, vamos a explicar qué es el cutis marmorata, por qué se produce, cómo se diferencia de otras alteraciones similares y qué cuidados se deben tener en cuenta.

¿Qué es el cutis marmorata?

El cutis marmorata es una respuesta fisiológica normal de la piel a la exposición al frío. Se debe a la inmadurez del sistema nervioso y vascular de los bebés, que provoca una vasoconstricción y una vasodilatación irregulares de los capilares cutáneos. Esto hace que la sangre se acumule en algunas zonas, creando un contraste de color entre las áreas más pálidas y las más oscuras. El resultado es un patrón de líneas y parches que recuerda al veteado del mármol.

El cutis marmorata suele aparecer en los primeros meses de vida, especialmente en los recién nacidos, y se manifiesta cuando el bebé está en un ambiente frío, húmedo o con corrientes de aire. También puede ocurrir cuando el bebé tiene fiebre, estrés o llanto. Normalmente, las manchas desaparecen al calentar al bebé o al cambiar las condiciones ambientales.

¿Qué riesgos tiene el cutis marmorata?

El cutis marmorata es una condición inofensiva y pasajera, que no implica ningún riesgo para la salud de los bebés. No causa dolor, picor, inflamación ni otras molestias. Tampoco afecta al crecimiento, al desarrollo ni a la calidad de vida de los pequeños. Se trata de una manifestación normal de la adaptación de la piel a los cambios de temperatura, que se va atenuando con la maduración del organismo.

No obstante, el cutis marmorata puede confundirse con otras alteraciones de la piel que sí pueden tener consecuencias más graves, como la cianosis, la coloración arlequín o la cutis marmorata telangiectásica congénita. Por eso, es importante saber diferenciarlas y consultar al pediatra ante cualquier duda o signo de alarma.

¿Cómo se diferencia el cutis marmorata de otras alteraciones?

El cutis marmorata se puede distinguir de otras alteraciones de la piel por las siguientes características:

• Afecta principalmente al tronco, los brazos y las piernas, pero no a la cara, los labios, la lengua ni las mucosas.
• Tiene un aspecto reticulado o de mármol, con líneas y parches de color azulado o rojizo, que contrastan con las zonas más pálidas.
• Aparece cuando el bebé está en un ambiente frío, húmedo o con corrientes de aire, o cuando tiene fiebre, estrés o llanto.
• Desaparece al calentar al bebé o al cambiar las condiciones ambientales.
  No causa ningún síntoma ni complicación.

Estas son algunas de las alteraciones con las que se puede confundir el cutis marmorata y sus diferencias principales:

• Cianosis: es la coloración azulada de la piel y las mucosas, causada por una falta de oxígeno en la sangre. Puede ser periférica, cuando afecta solo a las manos y los pies, o central, cuando afecta también a la cara, los labios y la lengua. La cianosis periférica suele ser normal en los primeros días de vida, pero la cianosis central es un signo de alarma que requiere atención médica urgente. La cianosis no mejora al calentar al bebé ni al cambiar el ambiente, sino que necesita tratamiento específico.
• Coloración arlequín: es un fenómeno vasomotor raro y sin importancia clínica, que consiste en que medio cuerpo está mucho más sonrosado que el otro. La línea de separación está muy bien delimitada. Ocurre en los primeros días de vida y se resuelve espontáneamente. No tiene relación con el frío ni con el calor, sino con la posición del bebé.
• Cutis marmorata telangiectásica congénita: es un trastorno cutáneo congénito, esporádico y poco frecuente, que se caracteriza por la presencia de cutis marmorata persistente, asociado a telangiectasias (dilataciones de los vasos sanguíneos superficiales), flebectasias (dilataciones de las venas) y atrofia cutánea. Además, puede acompañarse de otras anomalías congénitas, como asimetría corporal, malformaciones vasculares, glaucoma o problemas neurológicos. Se diagnostica al nacer o poco después y puede requerir tratamiento con láser o cirugía.

¿Qué cuidados se deben tener en cuenta para el cutis marmorata?

El cutis marmorata no necesita ningún tipo de tratamiento, ya que se resuelve por sí solo con el tiempo y la maduración del bebé. Sin embargo, se pueden tener en cuenta algunos cuidados para prevenir su aparición y mejorar el confort de los pequeños:

• Mantener una temperatura ambiental adecuada, entre 20 y 24 ºC, evitando el frío, la humedad y las corrientes de aire.
• Abrigar al bebé con ropa de algodón, sin excederse ni apretar demasiado, y cambiarla si está húmeda o sucia.
• Darle el pecho o el biberón con frecuencia, para mantenerlo hidratado y nutrido, y favorecer el contacto piel con piel.
• Acariciar y masajear al bebé con suavidad, para estimular la circulación y el calor corporal, y transmitirle seguridad y afecto.
• Consultar al pediatra ante cualquier duda, cambio o signo de alarma, como persistencia de las manchas, extensión a la cara o las mucosas, dificultad respiratoria, irritabilidad o somnolencia.