Jefe del Servicio de Dermatología del Hospital Infantil Universitario Niño Jesús de Madrid

Dr. Torrelo: «La dermatitis atópica no es en sí misma una enfermedad de tipo alérgico»

dermatitis atópica
"El picor es un síntoma capital de la dermatitis atópica", afirma.

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Cada 14 de septiembre, desde el año 2018, se conmemora el «Día Internacional de la Dermatitis Atópica», coordinado por la Federación Europea de Asociaciones de Pacientes con Alergias y Enfermedades Respiratorias (EFA) y la Alianza Internacional de Organizaciones de Pacientes de Dermatología (GlobalSkin). Con este día se busca fomentar la investigación y el desarrollo de tratamientos más efectivos para mejorar la calidad de vida de quienes la padecen y concienciar a la población ya que esta patología afecta a alrededor de 230 millones de millones de personas en todo el mundo, según los datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS). 

La dermatitis atópica, también conocida como eccema atópico, es una enfermedad de la piel que se caracteriza por la inflamación, el enrojecimiento, el picor y la sequedad. Afecta principalmente a niños, aunque también puede persistir en la edad adulta. Esta afección se considera crónica y recurrente, por lo que los síntomas pueden aparecer y desaparecer a lo largo del tiempo. Además, según constatan en la EFA, es una condición crónica y debilitante que merece un reconocimiento especial y una mayor concienciación social. Por eso, este año, la campaña de este año se centra en la carga psicosocial de los niños y jóvenes que viven con dermatitis atópica y busca compartir sus vivencias a través del hashtag  #IfYouOnlyKnew. 

Si bien no existe una cura para la dermatitis atópica, hay varios tratamientos disponibles para ayudar a controlar los síntomas. Para conocer más sobre esta enfermedad, OKSALUD entrevista al jefe del Servicio de Dermatología del Hospital Infantil Universitario Niño Jesús de Madrid, el Dr. Antonio Torrelo.

PREGUNTA.- ¿Qué factores pueden desencadenar o empeorar los brotes de dermatitis atópica en un niño?

RESPUESTA.- En realidad, no sabemos la causa de los desencadenantes de los brotes de la dermatitis atópica. Históricamente se han relacionado con el estrés, determinadas circunstancias ambientales, etc.  Pero esto no tiene demasiada importancia puesto que es probable que estos brotes no necesariamente sucedan ligados a ninguna circunstancia exógena. Lo que es más importante es tratar de prevenir los brotes en sí con sus potenciales desencadenantes.  Yo diría que es lo más práctico es fijarse en cuál es la trayectoria de la dermatitis atópica en los últimos meses y a partir de ahí establecer un tratamiento. 

Está claro que no vamos a poder curar las dermatitis atópicas. Simplemente tenemos que prevenir aquellas circunstancias que suponemos producen los brotes.  Para fijar el tratamiento individualizado de cada paciente necesitaremos estudiar su frecuencia, cantidad e intensidad y también la actividad fuera del brote de la dermatitis atópica. 

P.- ¿Qué tipo de tratamiento tópico u oral es el más adecuado en el caso de los niños?

R.- Los tratamientos para la dermatitis atópica deben ser individualizados, es decir, que no todos los pacientes van a requerir el mismo tratamiento. Obviamente, tenemos una serie de recursos limitados que desde el punto de vista tópico son: los corticoides y inmunomoduladores. Estos tratamientos tópicos son capaces de controlar y curar muy bien a la inmensa mayoría de los niños con dermatitis atópica leve e incluso moderada, por tanto, son un recurso muy útil y muy seguro. Todavía hay gente que tiene adherido a su pensamiento que los corticoides pueden producir graves problemas pero, en realidad, con un uso juicioso de los mismos no sucede nada.

Para aquellos niños que no consigan controlarse de forma adecuada con un tratamiento tópico se requerirá un tratamiento sistémico, es decir, un tratamiento que se administra, por vía oral o por vía subcutánea. Este tipo de tratamientos están evolucionando mucho y en los últimos años han aparecido nuevos tratamientos que van dirigidos contra moléculas que son importantes en la génesis de la dermatitis atópica y en el establecimiento de la inflamación.  Esto está permitiendo que los pacientes con dermatitis atópica grave e incontrolable puedan mantenerse completamente libres de la enfermedad.  

P.- ¿Qué medidas de higiene y cuidado de la piel se deben seguir para prevenir o aliviar los síntomas?

R.- Hay muchos artículos y publicaciones que recogen los cuidados que hay que tener con la dermatitis atópica, como son la hidratación, la limpieza, usar productos adecuados, etc. y ya son ampliamente conocidos por la población pero quiero destacar que estas medidas nunca sustituyen al tratamiento médico. La dermatitis atópica es una enfermedad y como tal, necesita su tratamiento específico, las medidas higiénicas complementarias pueden ser un complemento eficaz para controlar la patología y utilizarse como adyuvante.

P.- ¿Qué hacer si el niño se rasca mucho la piel o presenta signos de infección?

R.- El picor es un síntoma capital de la dermatitis atópica y además se trata del síntoma que más altera el comportamiento y la calidad de vida de los que la padecen. Es muy difícil, por no decir imposible, controlar el picor sin controlar la enfermedad. La intensidad de este prurito es subjetiva y depende de cada individuo pero en cualquier caso, se va a necesitar un tratamiento para controlar el picor, sobre todo en los niños que más se rascan.

En lo que se refiere a la infección, es relativamente frecuente en estos procesos porque al producirse lesiones en la piel, ésta pierde su capacidad de barrera y se queda expuesta, es decir, es más susceptible a la infección por bacterias patógenas y virus.  Cada infección requiere su tratamiento adecuado y en cuanot se detecten síntomas hay que acudir al especialista. Según el tipo de infección el médico pautará un tratamiento con antibiótico en caso de bacterias o un antiviral en el caso de una infección vírica.

P.- ¿Qué pruebas o análisis son necesarios para descartar o confirmar alergias u otras afecciones de la piel asociadas a la dermatitis atópica? 

R.- Hay que resaltar que la dermatitis atópica es una enfermedad de la piel, no es un trastorno de origen alérgico. No se debe a la reacción contra sustancias exógenas es más bien un defecto mixto derivado, primero, de una deficiencia de la barrera de la piel que permite una mayor entrada de numerosas sustancias irritantes y alergénicas y segundo, de una disfunción inmunológica que origina una respuesta inmune alterada que conduce a una afectación inflamatoria crónica de la piel.

Sin embargo, es muy evidente que otras enfermedades se asocian a la dermatitis atópica que en lo que llamamos comorbilidades. Las más importantes de éstas son de tipo alérgico. A través de esa barrera epidérmica alterada, se produce la penetración de los alérgenos y se origina una reacción inmunológica anómala.  Cuando esos alérgenos entraron en contacto con la piel, sensibilizaron al individuo y, si esas mismas sustancias penetran en el sistema inmune a través de otro sistema como el respiratorio o el digestivo, originarán una respuesta tipo 1, es decir, la respuesta tipo alérgica en los órganos donde se produzca la entrada.

Pero, insito, la dermatitis atópica no es por sí misma una enfermedad de tipo alérgico aunque sí es capaz de relacionarse con los procesos que clásicamente conocemos como alérgicos: asma, rinitis, fiebre del heno, alergias a alimentos u a otras sustancias. Por tanto el tratamiento de la dermatitis atópica es fundamental para impedir la sensibilización continuada a través de la piel y evitar, o por lo menos prevenir en lo posible, las comorbilidades alérgicas en los individuos, especialmente en los niños y cuanto más pequeños mejor.

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