¿Por qué crear un árbol genealógico para tu hijo?
A la hora de decorar el cuarto de tu bebé que viene en camino has optado por colocar vinilos, por pintarle las paredes de un bonito color y quieres, además, darle un marcado toque personal. Si no sabes cuál, te puede resultar interesante apostar por crearle un árbol genealógico de su familia, de la vuestra.
Razones para crear un árbol genealógico
Tanto antes de su llegada al mundo como incluso cuando vaya creciendo es una estupenda alternativa darle forma a ese elemento que va más allá de su esencia decorativa. Sí, porque tiene emoción, es personal, son recuerdos, es su origen. Sigue leyendo y podrás descubrir las principales razones por las que merece la pena que le prepares el citado árbol:
Descubrir sus orígenes
Por supuesto, el principal motivo por el que merece la pena que le crees a tu hijo este elemento que nos ocupa es que le va a servir, conforme vaya creciendo, para saber cuáles son sus orígenes. Sí, para tener claro de dónde viene, pues eso le permitirá ir, en cierta medida, dándose cuenta del porqué de determinadas características que posee o de situaciones de su día a día.
Es algo necesario que todo el ser humano necesita. Todos queremos saber de dónde venimos pues eso, en gran medida, nos da respuesta a lo que somos y hacia dónde vamos.
Conocer a las personas de su pasado
Tu hijo vivirá en un entorno familiar rodeado de sus padres, abuelos, tíos y primos. Sin embargo, también es interesante que pueda descubrir a esas otras personas de las que lleva su sangre y que ya no están en este mundo. Así, podrá conocer cómo se llamaban, a qué se dedicaban e incluso les pondrá cara y quizás al hacerlo pueda descubrir parecidos razonables y divertidos.
Averiguar hechos y situaciones sorprendentes
Numerosas son las personas que al ir conociendo a sus antepasados, a través de un árbol genealógico, se topan con hechos realmente sorprendentes y fascinantes que les dejan boquiabiertos. Y es que podrán averiguar desde los viajes que realizaron hasta las aventuras que vivieron, los episodios históricos en los que pudieron dejar su huella, los secretos que ocultaron…Un sinfín de datos que, sin lugar a dudas, les dejarán con la boca abierta y les permitirán darse cuenta de la familia tan especial y única de la que forman parte.
Cabe la posibilidad de toparse con singularidades
Muy en relación con el punto anterior se encuentra este otro. En concreto, a lo que nos referimos es a que, al ir adentrándose más y más en el conocimiento de su pasado, se les puede despertar el interés por desvelar más datos. Así, pueden comenzar, cuando vayan creciendo, a investigar en profundidad y a descubrir singularidades que no conocían ni ellos ni otros muchos familiares. Así se pueden topar con antecedentes familiares procedentes de otros rincones del mundo, con ancestros que desarrollaron profesiones dispares, con personas que fueron famosas u ocuparon puestos relevantes… ¿Quién sabe? Todo es cuestión de comenzar a investigar e investigar.
Cómo crear un árbol genealógico
Si después de las razones expuestas, consideras que es una estupenda opción el crearle a tu hijo este árbol familiar, debes seguir una serie de recomendaciones que te resultarán interesantes y útiles:
- Empieza por recabar información entre las personas más mayores de tu familia.
- No dudes tampoco en apostar por hacerte con la mayor recopilación posible de documentos que te puedan servir. Con esto nos estamos refiriendo tanto a fotografías como a partidas de nacimiento, libros de familia, acta de defunciones y de matrimonios…
- Si lo necesitas, apuesta por acudir al Registro Civil de tu ciudad o incluso a la iglesia para informarte de cómo puedes acceder a determinados documentos familiares que allí se pueden conservar.
- A la hora de ir conformando el árbol genealógico es relevante que también utilices Internet y las redes sociales. Sí porque te pueden ayudar a acceder a organismos o a personas que te pueden ser de utilidad para recabar datos.
- De cara uno de los miembros de la familia que vayas colocando en ese árbol deberás recabar la siguiente información: nombre y apellidos, fecha de nacimiento y defunción, profesión, ciudad donde vivió, matrimonios y descendencia, divorcios o separaciones, los acontecimientos o hechos más relevantes de su vida, si tenía alguna característica que le hiciera especial, sus aficiones…
- A la hora de plasmarlo en la cartulina o en las hojas especiales que tengas previstas, es importante que antes hagas en “sucio” una especie de borrador para ver qué tal queda. De esta manera, no tendrás que preparar un árbol por partida doble.
¿Qué te ha parecido lo que te hemos contado? ¿Te vas a animar a hacer el árbol genealógico de tu familia en pro de tu hijo?