¿Cómo cuidar la piel atópica del bebé en verano?

El verano está a la vuelta de la esquina por lo que en el caso de que tengas un bebé o un recién nacido, es importante proteger bien su piel y más cuando sufre de piel atópica o atopía, una dolencia que se caracteriza por tener la piel más seca de lo normal e incluso que aparezcan eczemas por lo que es importante cuidarla de forma especial cuando aumentan las temperaturas. Veamos a continuación, cómo cuidar la piel atópica del bebé en verano.

¿Cómo cuidar la piel atópica del bebé en verano?

La piel de los bebés y la de los niños, como ocurre con la de los adultos, debe protegerse de los rayos solares de forma especial en verano, pero no es solo cuestión de las altas temperaturas, también la humedad y la presencia del cloro en las piscinas puede afectar a la piel y en especial a la de un bebé que tenga piel atópica.

¿Qué es la piel atópica?

La atopia es una predisposición genética a desarrollar alergias. Esta alergia puede manifestarse como una reacción cutánea denominada dermatitis atópica, una forma de eccema o del tracto respiratorio como el asma. La piel atópica es, por tanto, piel que presenta reacciones alérgicas.

Lamentablemente, la atopia es bastante común en los niños y el número de niños con piel atópica sigue aumentando con los años. Esta afección de la piel es más probable que ocurra en bebés, pero a veces también en adolescentes y adultos. Afortunadamente, en la mayoría de los casos, la atopía se resuelve en la edad adulta.

Los síntomas aparecen con mayor frecuencia después de tres meses y, por lo general, primero en la cara. Otras partes del cuerpo pueden verse afectadas, como las flexiones de los codos y las rodillas.  Además cuando las temperaturas bajan mucho en invierno o aumentan en verano, el bebé puede tener repuntes severos, de modo que ahora que llega el verano será bueno seguir estas dos pautas principales para cuidar de la piel atópica del bebé.

El baño

Aprovecha el verano y las altas temperaturas para bañar a tu bebé con piel atópica con una temperatura de agua tibia. Si evitas el agua caliente, podrás conseguir que el bebé no sufra picos de atopía y que su piel se mantenga hidratada.

Puedes usar un jabón que esté indicado para pieles atópicas, pero mucho mejor será que laves bien al bebé solo con agua. De este modo podrás hidratar y cuidar la piel sin necesidad de arriesgarte a que sufra cualquier reacción alérgica por mucho que el jabón sea neutros.

Después del baño, seca su piel con cuidado mediante una ligera presión con la toalla y evita frotar enérgicamente.

Hidratación

Evidentemente, la hidratación es un paso que no se debe descuidar. Se ha demostrado que el uso de un emoliente en las primeras tres semanas de vida en bebés con alto riesgo de eccema reduce el riesgo de desarrollar la enfermedad en un 50%.

Además, debido al calor del verano, tu bebé se sentirá más a gusto si le aplicamos una crema emoliente que le refresque y de paso le hidrate. Una crema específica para tratar la piel atópica que le permita además reducir la hinchazón y el picor.

No olvides aplicar tanto en el rostro como en el cuerpo para calmar la piel de inmediato y ayudar a reparar las barreras cutáneas (físicas y microbianas) para hacer que la piel sea más tolerante a factores estresantes como el calor del verano.

Otras pautas de actuación

Además de las dos pautas principales recién señaladas siempre podemos seguir también estas otras pautas para proteger del todo la piel del bebé:

• Después de meter en la piscina o el mar al bebé, procura limpiar y secar bien su piel.
• Si el bebé tiene un repunte de piel atópica evita meterle en la piscina o el mar. En su lugar protégele con la crema adecuada o llévale al pediatra para que le recete  esteroides tópicos.
• Lleva siempre al bebé protegido con ropa suave y de algodón y con sombrero.
• Evita exponer al bebé al sol en las horas punta.
• Siempre usa el protector solar.