Cuidados del bebé

¿Es cierto que los niños crecen mientras duermen?

Hormona del crecimiento y qué relación tiene con el sueño de los niños. ¿Es cierto que los niños crecen mientras duermen?.

niños crecen mientras duermen
De qué modo crecen los niños mientras duermen
Blanca Espada

¿Es cierto que los niños crecen mientras duermen?. Los niños deben descansar bien por las noches. Hasta que tengan al menos tres años, se suele recomendar que el bebé duerma una media de diez horas ya que son varios los estudios que a lo largo de los años han demostrado los beneficios que tiene el sueño para los bebés y su relación principal con la hormona del crecimiento.

¿Es cierto que los niños crecen mientras duermen?

En el pasado, tradicionalmente se convencía a los niños de que se fueran a la cama diciéndoles que es de noche cuando uno crece pero ya sabemos que dicha afirmación es del todo cierta.

Basta con echar la vista atrás para encontrarnos muchos estudios que han analizado de qué modo los bebés crecen mientras duermen ya que el sueño estimula la hormona del crecimiento, pero el más reciente de todos (con fecha de enero de este 2021) fue realizado por Norman Wilsman de la Facultad de Medicina de la Universidad de Wisconsin en Madison y publicado en el Journal of Pediatric Orthopaedics ha ido más allá e incluso ha analizado qué posición hace que los huesos del bebé se desarrollen más mientras duermen.

Los estudiosos estadounidenses han explicado cómo en los primeros años de vida dormir más, de hecho asumiendo la posición horizontal, permite dejar más espacio para que crezcan los huesos, mientras que la posición erguida hace que el cuerpo detenga la ganancia de más centímetros.
Para llegar a esta conclusión, los estudiosos examinaron corderos a los que se les aplicaron sensores en las patas de los animales para monitorear el desarrollo de los huesos. La conclusión fue que hasta el 90% del crecimiento se produjo cuando los corderos estaban en reposo o mientras dormían, y que el desarrollo óseo es esencialmente nulo cuando los animales están de pie o en movimiento.

La razón sería exactamente lo que sugeriría el sentido común, y es la presión que ejerce el peso sobre el cartílago coincidiendo con las articulaciones que impide que los huesos se estiren. Wilsman también confirma que los dolores que suelen quejar los niños en las extremidades  durante la noche no siempre son caprichos, sino señales de que los huesos se están estirando.

También aumentan de peso

Los bebés no solo crecen más mientras duermen, sino que también aumentan de peso, especialmente la grasa alrededor de la barriga. Aunque los investigadores no están seguros exactamente de por qué sucede esto, han sugerido que el crecimiento podría deberse a las diferentes señales hormonales que funcionan mientras los bebés duermen, lo que hace que sus cuerpos funcionen de manera diferente y se puedan desarrollar.

¿Pero cuántas horas deben dormir los niños?

El crecimiento es un proceso complejo que requiere varias hormonas para estimular diversos eventos biológicos en la sangre, los órganos, los músculos y los huesos.

Una hormona proteica secretada por la glándula pituitaria llamada hormona del crecimiento (u «hormona del crecimiento humano») es un actor clave en estos eventos. Varios factores afectan su producción, incluida la nutrición, el estrés y el ejercicio. En los niños pequeños, sin embargo, el factor más importante es el sueño.

La hormona del crecimiento se libera a lo largo del día. Pero para los niños, el período de liberación más intenso es poco después del comienzo del sueño profundo.

Es por ello que como ya hemos mencionado, los niños que son pequeños entre los 0 y los 3 años necesitarán superar las diez u once horas de sueño de media, mientras que a partir de los 3 pueden dormir entre diez y once horas. Los niños mayores de primaria requieren al menos una media de 9 o diez horas de sueño.

¿Qué sucede si el bebé no duerme lo suficiente?

Sin un sueño adecuado, pueden producirse problemas de crecimiento, principalmente un crecimiento lento o atrofiado. La producción de la hormona del crecimiento también se puede interrumpir en niños con ciertos problemas físicos del sueño, como la apnea obstructiva del sueño.

Algunos niños no producen suficiente hormona del crecimiento de forma natural y la falta de sueño empeora el problema. Puede provocar una afección conocida como deficiencia de la hormona del crecimiento que puede afectar la fuerza del corazón o los pulmones o la función del sistema inmunológico. (Se puede tratar con una hormona suplementaria).

Los niños que no duermen lo suficiente también muestran otros cambios en los niveles de hormonas que circulan en su cuerpo. Las hormonas que regulan el hambre y el apetito pueden verse afectadas, lo que hace que el niño coma en exceso y prefiera los carbohidratos ricos en calorías. Además, la falta de sueño puede afectar la forma en que el cuerpo metaboliza estos alimentos, provocando resistencia a la insulina, que está relacionada con la diabetes tipo 2.

La falta de sueño por la noche también puede afectar las habilidades motoras y la concentración durante el día, provocando más accidentes y problemas de comportamiento, y un rendimiento deficiente en la escuela.

Asegurar una buena noche de sueño

La mayoría de los niños necesitan dormir más de lo que creen sus padres.

Las señales de que es posible que tu hijo no esté descansando lo suficiente incluyen irritabilidad o letargo durante el día, dificultad para concentrarse en la escuela o malas calificaciones y dificultad para despertarse por la mañana.

Por ello, para ayudar a que tu hijo duerma las hora adecuadas puedes hacer lo siguiente:

  • Establecer una hora constante para acostarse. Los niños en edad escolar deben estar en la cama entre las 20:00 y las 21:00 horas (más temprano para los más pequeños y los niños que necesitan dormir mucho).
  • Establece una buena rutina para la hora de dormir, que ayude a indicarle al cuerpo de tu hijo que es hora de relajarse. Esto podría incluir darle un baño o una cena ligera, leer un cuento antes de dormir y hablarle o cantarle suavemente mientras lo arropas.
  • Asegúrate de que la habitación de tu hijo sea propicia para dormir. Debe estar oscura y tranquila.
  • Evita la actividad estimulante antes de acostarse.

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