Consejos para que el niño no se caiga de la cama

Las cunas y las camas para niños pequeños tienen hoy en día características de seguridad integradas pero si el niño o niña es pequeño y todavía no se ha acostumbrado a dormir en su cama, es posible que se mueva por la noche y acabe en el suelo. Por suerte, existen varios remedios al respecto que nos servirán como consejos para que el niño no se caiga de la cama.

Consejos para que el niño no se caiga de la cama

Si no deseas que tu hijo caiga de la cama cuando pase de la cuna a una cama más grande, una buena solución puede ser poner la cama pegada a la pared, reduciendo las posibilidades de caída (aunque tal vez aumentando las de los golpes), pero además existen remedios efectivos diseñados precisamente para evitar que el niño no se caiga mientras duerme. Dos en concreto que a continuación os explicamos:

Protectores de cama

Si tienes miedo de que tu hijo se caiga de la cama, una de las mejores soluciones es la de los protectores de cama que básicamente son cuñas de espuma que se colocan en el costado del colchón. Un parachoques que va encima del colchón y debajo de la sábana ajustable.

Actúa como un obstáculo en la cama y evita que tu hijo ruede por el borde. Con el tiempo, también le enseñará a tu hijo a reconocer cuándo está al borde de la cama.

Los protectores de cama suelen tener unos 12 cm de altura y unos 120 cm de largo, por lo que funcionan para niños de distintas edades y en camas de distintos tamaños.

Si la cama se coloca pegada a una pared a lo largo de un borde, necesitarás un parachoques. Si la cama está en el medio del dormitorio, probablemente querrás un par.

Riel o barandilla para la cama 

Una barandilla de cama no es tan discreta como un parachoques de cama y requerirá un poco más de esfuerzo cuando se trata de la instalación, pero definitivamente funciona.

Funcionan igual que los rieles de una cama para bebés, pero no están integrados, por lo que siempre se pueden quitar más tarde.

Los diferentes modelos varían en términos de instalación exacta, pero la premisa suele ser la misma. La barandilla de la cama suele tener forma de L, con la parte horizontal debajo del colchón. A veces hay que atornillarlas, otros modelos llevan cinta de velcro, etc.

Una vez que se instala la parte inferior, el lado vertical se eleva contra el costado de la cama y evita que tu hijo se salga del borde. Cuando no esté en uso, puedes plegar la parte del riel para facilitar el acceso dentro y fuera de la cama.