Cambios de humor en el embarazo
Igual que sabemos que durante el embarazo la mujer experimenta numerosos cambios a nivel físico o que tiene que hacerle frente a una larga lista de síntomas, también debemos ser conscientes de que, de igual modo, experimenta alteraciones constantes y contundentes en lo que se refiere a su humor.
Si estás esperando un bebé, si quieres quedarte en estado o si tu pareja ya está embarazada, sigue leyendo. En cualquiera de estos casos te será de utilidad conocer porqué se producen esos cambios en el estado de ánimo o cómo actuar para evitarlos o, al menos, reducirlos. Y de todo esto te vamos a hablar a continuación.
¿Por qué tienen lugar?
No hay única causa que venga a provocar esas citadas modificaciones en el estado anímico de la futura mamá, sino varias. En concreto, se considera que las principales responsables de esa situación son las siguientes:
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Los cambios hormonales que experimenta en su cuerpo durante todo el periodo de gestación.
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Los continuos y molestos síntomas que tiene que padecer, especialmente durante el primer trimestre del embarazo. Nos estamos refiriendo a náuseas, vómitos, dolores de espalda o en el pecho, hinchazón de piernas, cansancio casi permanente…
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El estrés. Y es que este aparece en todas las gestantes, especialmente en las primerizas, ya que no sólo cuentan con la presión de comprar un sinfín de artículos para cuidar al bebé sino que también tienen que proceder a decorar su cuarto o a pensar si la economía familiar va a permitir que el niño posea todo lo que necesita. Todo eso sin olvidar que también se meten de lleno en una espiral de dudas acerca de cómo darle el pecho, cómo cambiar el pañal, cómo saber porqué llora…Esto se traduce en una pregunta que se hacen de manera constante: ¿seré buena madre?
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El sentirse con una autoestima baja, lo que sucede en muchas mujeres al comprobar que el embarazo trae consigo que pierdan su silueta. En ese caso, se sienten feas y con un peso que no les favorece.
Los cambios de humor más habituales
Todos los aspectos mencionados en el punto anterior son los responsables de que las embarazadas sufran cambios constantes de humor. En concreto, lo habitual es que tomen protagonismo los siguientes, que se van “turnando”:
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Están felices e ilusionadas por la llegada del bebé y por comprarle todo lo que necesitan.
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Se ponen nerviosas y se estresan cuando se acerca el momento del parto.
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Están especialmente sensibles y se ponen a llorar por motivos ante los que en otro momento ni se hubieran inmutado.
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Se ponen de muy mal humor cuando notan que sus parejas nos las escuchan, no las miman tanto o cometen algún despiste.
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Se vuelven caprichosas y exigentes con los antojos.
Consejos para tenerlos bajo control
Para no levantar susceptibilidades, tenemos que dejar claro que estos cambios de humor son los más frecuentes a nivel general, lo que no supone que todas las mujeres pasen por los mismos o que los tengan igual de marcados.
Sea como sea, es importante que las embarazadas intenten tenerlos bajo control, tanto por su bienestar como por el del bebé y para no volver “locos” a todos los que las rodean. ¿Cómo pueden hacerlo? A través de medidas como las siguientes:
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Disfrutando de los pequeños placeres de la vida y de todas esas cosas que les entretienen y les encantan. Aquí se puede incluir desde salir con los amigos a tomar algo, a leer un libro, ir al cine, pasar una tarde viendo la televisión, ir de compras…
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Fortaleciendo la relación de pareja. Para alcanzar esto lo que se debe hacer es mantener una comunicación muy fluida entre ambos, darse mimos mutuamente, compartir tiempo juntos, llevar adelante y en común todo lo relacionado con la llegada del bebé, como puede ser la decoración del cuarto infantil…
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Practicando técnicas de relajación o actividades físicas que ayuden a mantener el estrés y el nerviosismo bajo control. Con esto nos estamos refiriendo, sobre todo, a disciplinas tales como el Yoga o el Pilates.
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Siendo conscientes de que el periodo de gestación va asociado a cambios en el sentido del humor, por todo lo que hemos mencionado. El hecho de tenerlo claro va a ayudar a que la futura mamá sepa que lo que está padeciendo es normal, que no debe preocuparse y que quizás por ese motivo puede llegar a “exagerar” cualquier cosa o a sentir tantos altibajos emocionales en un mismo día.
¿Cuándo hay que pedir ayuda médica?
Aunque a lo largo de todo el embarazo se pueden tener cambios de humor, lo habitual es que, de manera más contundente, se produzcan durante unas dos o tres semanas. No obstante, si el tiempo de esa situación se alarga demasiado o si la mujer siente que su tristeza y su estrés van llegando a cotas que no favorecen su salud ni la de su bebé, debe ponerse en contacto con el médico para que la ayude a evitar situaciones de depresión o ansiedad severas.