5 consejos para reducir el impacto de la edad en la fertilidad
Según datos de Eurostat, la media de edad para tener hijos en España se ha retrasado a los 38 años
Concebir un hijo tarde es difícil pero no imposible si comenzamos a pensar en la fertilidad con tiempo de antelación
Congelar tanto óvulos como esperma puede ser una vía para poder tener hijos más adelante
Una de las cosas que más nos pueden cambiar es el hecho de tener hijos y de hecho, es una decisión que se toma cada vez más tarde, teniendo en cuenta sobre todo factores como nuestra carrera profesional, la estabilidad económica o también porqué no, que prioricemos nuestro bienestar ( a nivel de relaciones sociales, viajes, etc…) antes de decidir aventurarnos con la paternidad y la maternidad. Sin embargo, retrasar la edad en la que se concibe a los hijos puede suponer también un riesgo en términos de fertilidad. Tanto en el caso de los hombres como en el caso de las mujeres.
La media en España para tener hijos se sitúa actualmente (y según datos de Eurostat) en torno a los 38 años, una de las edades más avanzadas en Europa, que indica no sólo que los tiempos (o la sociedad) cambia sino que además, aumentan también el número de personas, o de parejas, que se encuentra con problemas a la hora de concebir. Debemos ser conscientes que la fertilidad no es ajena al paso del tiempo, y tanto mujeres como hombres pueden verse afectados por la edad cuando llega el momento de formar una familia. Pero no todo está perdido, ni mucho menos. Hoy en día, existen formas concretas y prácticas de reducir ese impacto y mantener abiertas las puertas a la posibilidad de concebir en el futuro. Conozcamos a continuación, 5 consejos para reducir el impacto de la edad en la fertilidad.
5 consejos para reducir el impacto de la edad en la fertilidad
Es verdad, a veces hablar de fertilidad puede generar un poco de ansiedad. Las estadísticas nos bombardean con datos que parecen alarmantes: que si la reserva ovárica disminuye a partir de los 30, que si los espermatozoides pierden calidad con los años… Pero también es cierto que cada vez más personas están tomando medidas para mantener su fertilidad en buen estado, independientemente de su edad. No dejemos de pensar que en realidad, cada persona es un mundo, y lo que realmente importa es conocer tu propio cuerpo, tus circunstancias y lo que puedes hacer para preservar tu capacidad de tener hijos, si así lo deseas, en el momento que sea adecuado para ti.
De este modo, queremos ofrecerte a continuación, cinco consejos que están diseñados para darte una idea de por dónde empezar si quieres reducir el impacto de la edad en tu fertilidad. Sabiendo lo dicho, que cada persona es distinta a la otra, estos son consejos que a rasgos generales pueden reducir los riesgos de tener problemas cuando decidas tener hijos.
Hazte una prueba para saber cómo está tu fertilidad
Antes de tomar cualquier decisión, lo más importante es conocer cómo está tu fertilidad ahora mismo. No es cuestión de ponerte a suponer o a adivinar y mucho menos, tomar ejemplo de lo que le ha pasado a gente de tu entorno. La ciencia ha avanzado mucho en este campo, y hoy en día existen pruebas bastante accesibles que pueden darte una imagen clara de tu situación. Si eres mujer, puedes hacerte un análisis de la hormona antimülleriana (AMH), que te dirá cómo está tu reserva de óvulos. En el caso de los hombres, un espermiograma es la prueba más común para medir la calidad y cantidad de espermatozoides.
Pero más allá de las pruebas médicas, también es importante que observes tu propio cuerpo. Si eres mujer, ¿conoces bien tu ciclo menstrual? Saber cuándo ovulas o cómo cambian tus síntomas a lo largo del ciclo puede darte pistas sobre tu fertilidad. Esto no solo es útil si estás buscando concebir ahora, sino también para entender tu salud reproductiva a largo plazo.
Piensa en preservar óvulos y esperma
Si ya tienes cierta edad (pongamos por ejemplo 30) y de momento has tomado la decisión de no tener hijos todavía, o tal vez por tus circunstancias no te lo puedes permitir pero es algo que no descartas en el futuro, lo mejor es que pienses en preservar óvulos o esperma. Cada vez más mujeres están optando por congelar sus óvulos, especialmente cuando llegan a los 30 o comienzan a acercarse a los 40. No es una decisión sencilla ni barata, pero puede darte tranquilidad si sabes que quizás más adelante, cuando las circunstancias sean más favorables, aún tendrás la posibilidad de utilizar esos óvulos jóvenes y saludables.
En el caso de los hombres, congelar esperma puede ser menos común, pero no por ello menos efectivo. Aunque los hombres suelen mantener su fertilidad por más tiempo que las mujeres, la calidad de los espermatozoides también disminuye con la edad y otros factores. Si te preocupa que en el futuro puedas tener dificultades, o simplemente quieres asegurarte de que en un futuro podrás tener hijos, congelar esperma es una opción viable y cada vez más accesible.
Apuesta por un estilo de vida saludable
No es ningún secreto que el estilo de vida que llevemos afecta de forma directa en nuestra salud en general, y la fertilidad no es la excepción. Lo que comes, cuánto te mueves, si fumas o bebes alcohol en exceso, todo eso tiene un efecto. Mantener un peso saludable, por ejemplo, es crucial. Tanto el sobrepeso como el bajo peso pueden afectar la fertilidad, ya que alteran el equilibrio hormonal necesario para que las cosas funcionen bien.
Por otro lado, comer bien es algo que puedes hacer hoy mismo para ayudar a tu fertilidad en el futuro. Incluir en tu dieta alimentos ricos en antioxidantes, como frutas y verduras, no solo ayuda a tu salud en general, sino que también protege tus células reproductivas del daño. En resumen, comer sano, mantenerte activo y evitar hábitos que puedan ser perjudiciales (como el tabaco o el alcohol en exceso) es una inversión a largo plazo para tu fertilidad.
Aprende a manejar el estrés y duerme bien
Pocas veces se menciona, pero el estrés puede ser un «enemigo silencioso» que acabe afectando a nuestra fertilidad. No estamos hablando de las preocupaciones cotidianas, sino del estrés crónico, ese que parece nunca desaparecer. Este tipo de estrés puede afectar la ovulación en las mujeres y la calidad del esperma en los hombres, haciendo que concebir sea más difícil. No es fácil eliminar el estrés de nuestras vidas, pero sí podemos aprender a gestionarlo mejor.
Las técnicas de relajación, como la meditación, el yoga o simplemente tomarte un tiempo para desconectar, pueden marcar una gran diferencia. Y además, no te olvides de algo que es igual de importante: dormir bien. La falta de sueño altera el equilibrio hormonal y puede afectar negativamente tu fertilidad. Intenta establecer una rutina de sueño consistente y asegúrate de dormir las horas necesarias para que tu cuerpo pueda funcionar en su mejor forma.
Consulta a un especialista en fertilidad antes de que sea tarde
Uno de los errores más comunes es esperar demasiado tiempo antes de consultar a un especialista. Si tienes alguna preocupación sobre tu fertilidad, ya sea por la edad, antecedentes médicos o simplemente porque te sientes inseguro/a, no esperes a que los problemas se agraven. Consultar a un especialista en fertilidad puede darte claridad y, sobre todo, opciones. Cuanto antes se detecten posibles problemas, más alternativas tendrás para tratarlos.
Un buen especialista en fertilidad no sólo te hará las pruebas necesarias, sino que también te ofrecerá un plan personalizado para tu situación. Además, si hay condiciones como la endometriosis o el síndrome de ovario poliquístico (SOP), es mejor abordarlas cuanto antes para que no impacten en tus posibilidades futuras de concebir.