Bebés y verano

Claves para que tu bebé pase un buen verano

verano de tu bebé
Las claves para un buen verano de tu bebé

Después de desearlo tanto, el verano ya está aquí para quedarse y con él las vacaciones, los días en la playa o en la piscina, actividades en familia…Una época esta en la que, además, debemos poner especial atención a los más pequeños de la casa. Así, para ayudarte en este sentido, a continuación te vamos a dar a conocer algunas claves para un buen verano de tu bebé.

¿Preparado para tomar nota?

El bebé y la ropa veraniega

Una de las cosas que más preocupa a las mamás, especialmente a las primerizas, es cómo vestir a sus hijos. Y es que no saben bien si esos tendrán frío o calor con las prendas que les ponen e incluso por cómo les visten a la hora de irse a dormir.

En este caso, lo que deben tener en cuenta son los siguientes aspectos:

  • A excepción de los bebés que acaban de nacer y que no tienen más de dos semanas de vida, los niños tendrán prácticamente el mismo calor o el mismo frío que los adultos.
  • No hay que excederse, por tanto, poniéndolos más ropa de la debida porque no solo sudarán más sino que se sentirán incómodos y pueden llevar a sufrir problemas como la dermatitis o erupciones varias.
  • A la hora de comprarles prendas para este verano hay que apostar por las que sean refrescantes y por las que estén confeccionadas con materiales que no dañen su piel.

El bebé y la playa o piscina

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Consejos para ir a la playa o a la piscina

Una de las cosas que todos haremos será proceder a acudir a la piscina o a la playa durante este verano. Si se tiene un bebé, es fundamental tener en consideración los siguientes aspectos:

    • Lo recomendable es que el pequeño no acuda a esos espacios si aún no ha cumplido los seis meses.
    • Si ya tiene seis meses o más puede ir a la playa o a la piscina pero deberá permanecer bajo una sombrilla. Eso sin pasar por alto que es vital que no esté en cualquiera de esos dos lugares en las horas donde hace más calor.
    • Se podrá bañar en el agua si la temperatura de la misma no es fría y tendrá que hacerse de manera gradual.
    • En la medida que se pueda hay que conseguir que no se moje la cabeza para evitar problemas tales como la otitis.
    • Después de bañarse debe secársele muy bien, poniendo especial atención a los pliegues de su cuerpo, en pro de que la piel no se vea resentida. Además se aconseja cambiarle el bañador.
    • Por supuesto, es imprescindible proteger su piel haciendo uso de las cremas de protección solar recomendadas para bebés.

El bebé y el aire acondicionado

En muchos hogares de nuestro país existen dispositivos de aire acondicionado para poder conseguir que en casa se goce de un ambiente fresco, ante las altas temperaturas del exterior. Si se tiene un bebé es importante seguir unas pautas en cuanto al empleo de ese dispositivo de climatización:

  • Durante el día, el aire acondicionado debe estar entre los 21º y los 24º. Cuando llegue la noche, lo idóneo es que se encuentre entre los 19º y los 21º.
  • Antes de llevar al pequeño a dormir, hay que activar ese sistema en su habitación para que así cuando llegue el ambiente esté perfecto para que pueda descansar.
  • Fundamental es que el aire de ese dispositivo no le dé directamente al pequeño, ya que es la manera de evitar que no se acatarre.
  • Vital es que jamás hay que dormir con ese sistema en funcionamiento.

El bebé y la alimentación

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La hidratación es fundamental

Si importantes son todos los aspectos que te hemos dado a conocer hasta ahora, también lo son otros relacionados con la alimentación del bebé en verano. Nos estamos refiriendo a cuestiones tales como estas:

  • La hidratación es fundamental cuidarla en pro de la salud del menor. Por ese motivo, hay que hacer que los que aún no han llegado a la alimentación complementaria, tomen periódicamente la leche materna. Los que tienen más de seis meses, sin embargo, pueden ya beber agua también de forma habitual.
  • No hay que darle el biberón frío, porque eso le puede generar dificultades para hacer la digestión. Si las temperaturas son muy elevadas, como mucho, se le puede dar a temperatura ambiente.
  • Es habitual que por el calor tenga menos ganas de comer, como también nos puede suceder a los adultos. No obstante, hay que estar pendientes porque esa falta de apetito se extiende durante mucho tiempo o es muy contundente, habrá que llevarlo al médico.

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