PRIMERA LÍNEA

¿También los doblajes son sanchistas?

¿También los doblajes son sanchistas?

Días atrás se emitió en La 1 de TVE una producción de la BBC dedicada a la odisea de Nicholas Winton en Praga el año 1939 organizando trenes para la evacuación de niños judíos ante la preocupante amenaza nazi. El balance fue poner a salvo a 669 menores distribuidos entre Suecia y el Reino Unido mientras otros 15.000 acabarían siendo exterminados durante la guerra. 

One Life, título original de la película de 2023 emitida en España con el título, Los niños de Winton, no deja de ser una historia similar a la que protagonizó Ángel Sanz Briz, embajador de España en Hungría durante la Segunda Guerra Mundial, llevada al cine el 2011 con el título El ángel de Budapest. Sanz Briz, embajador durante el franquismo, puso a salvo cerca de 5.000 judíos húngaros que hubieran acabado en el campo de exterminio de Auschwitz, de no haberles facilitado visados y pasaportes españoles.

Desde el 2018 no he vuelto a ver contenidos en TVE y cuando lo hago es para ver películas, siempre que sean de mi interés, porque me gusta que no se emita publicidad. No veo TVE por razones obvias: el adoctrinamiento pertinaz y sin limitaciones impuesto por el sanchismo. En esta situación es de permanente alarma la línea editorial de los informativos y las tertulias a mayor gloria del socialismo actual, todo él de extrema izquierda. Ésta es la razón principal de la permanente pérdida de audiencia.

En estas circunstancias es lógico no asistir a reposiciones, como las de El ángel de Budapest, porque apesta a franquismo, según esta tropa. 

Vale pues. Entonces se anunciaba para el sábado 30 de agosto por la noche la emisión de Los niños de Winton, que además cuenta con el indiscutible gancho de estrellas como Anthony Hopkins y Helena Bonham Carter. A ver la película entonces. Aunque para mi sorpresa el doblaje también estaba alineado con la política de adoctrinamiento. Un doblaje, recordémoslo, que tuvo lugar en estudios españoles entre 2023 y 2025, esto es, en pleno festín autocrático. No olvidemos que la industria cinematográfica está rendida a los pies del sanchismo y probablemente, también, los estudios de doblaje. 

Pongamos dos ejemplos de sospechoso doblaje en Los niños de Winton. El primero, durante la conversación del joven Nicky Winton, interpretado por Johnny Flynn, con el rabino que ha de facilitarle la documentación de los niños judíos que deben ser expatriados: «Soy agnóstico y socialista», en lugar de «soy baptista no practicante y del partido laborista». Lo lógico, si hablamos de un british de los pies a la cabeza. Aunque ser agnóstico, y de paso socialista, cuadra mucho mejor en la versión sanchista española.

El segundo ejemplo es mucho más grave. Cuando el joven Nicky, refiere la condición de «menores no acompañados» (sic) MENAS en definitiva, pero nada resulta más falso. Pues tanto en el caso de Nicholas Winton, como de Ángel Sanz Briz, de lo que estamos hablando es de personas perfectamente identificadas con sus visados o pasaportes, y además los niños de Praga van a ir a su destino acompañados de activistas, y al llegar, les aguardaban unas familias de acogida. En la versión de La 1 de TVE, parece intencionada esa referencia a los menores no acompañados como mensaje subliminal para esconder la absoluta dejadez del Gobierno central, y de paso dejar caer que oponerse a la acogida (que en absoluto aquí existe como tal) es más propio de la ultraderecha. Es decir, que la mierda de las tertulias ya se extiende al gusto de la programación supuestamente alejada de manipulaciones.

En definitiva, que ni las películas sin publicidad voy a ver a partir de ahora en La 1 de TVE. Entre todos estamos pagando, con nuestros impuestos, la propaganda del sanchismo que se pasa por el forro el carácter público de la radiotelevisión estatal. ¡Y todavía hay 156.000 entusiastas socialistas en las Islas Baleares! No saben lo que es la libertad y menos aún la convivencia.

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