El rector de la universidad balear se reafirma en su decisión de imponer el 35% de las clases en catalán
"No queremos obligar a nadie a hablarlo, pero la ley obliga a la preservar la lengua propia", afirma Carot
Hablamos Español exige a Prohens que anule la norma del 35% de clases en catalán en la universidad balear
La universidad balear se pliega a los ‘espías del catalán’ e impone el 35% de clases en esta lengua
El rector de la Universidad de las Islas Baleares (UIB), Jaume Carot, se ha reafirmado hoy en su decisión de imponer el 35% de las clases en catalán, en declaraciones a los medios con motivo de la apertura del año académico. Carot incluso ha afirmado que «no se trata de una imposición sino una tendencia, y un objetivo a alcanzar en tres años, en aquellos estudios donde la presencia del catalán es minoritaria».
En este sentido precisó que «no queremos ni podemos, obligar a nadie a hablar en catalán, pero lo que sí que nos obliga la Ley Orgánica del Sistema Universitario es a preservar las lenguas propias, y es muy interesante leer el articulado, porque sale y así figura en diferentes lugares».
Por ello defendió el acuerdo alcanzado el mes de enero pasado por el denominado consejo de dirección de la UIB, que estableció un plan de incremento de la docencia en catalán en los estudios con un menor uso de esta lengua. El objetivo no es otro que el de imponerla tanto en las asignaturas obligatorias como en las optativas, en aquellos estudios de grado en los que su uso sea inferior a ese porcentaje, prácticamente en todos.
Un acuerdo que entidades como la asociación de profesores a favor del bilingüismo en Baleares, PLIS Educación por favor, denunció que infringe la propia Ley de Normalización, que permite a los profesores dar sus clases en la lengua que deseen.
También la entidad Hablamos Español exigió al Govern balear de Marga Prohens el pasado mes de julio, que anule esta normativa de usos lingüísticos de la UIB elaborando un nuevo reglamento, que respete la cooficialidad lingüística, y «que no se intente normalizar lingüísticamente a alumnos y al personal».
De hecho el juzgado de lo contencioso administrativo de Palma, está estudiando el recurso interpuesto por la asociación contra el acuerdo ejecutivo de 18 de enero sobre los usos lingüísticos en los estudios de Grado, que imponen el citado porcentaje del horario lectivo en catalán.
En otro orden de cosas con motivo de su comparecencia ante los medios momentos antes del arranque oficial del acto de inicio del curso académico, Carot consideró «muy necesaria» la construcción de una segunda residencia de estudiantes que también pueda acoger a profesores visitantes.
Según indicó el rector, hay «conversaciones» con el Ayuntamiento y el Govern y «parece que la voluntad es clara», pero aunque se ofrecieron los terrenos de la antigua prisión para ubicar este equipamiento, no se ha llegado a materializar porque «el coste es muy alto».
La UIB tiene actualmente 150 estudiantes en lista de espera para la residencia. Además, Carot ha recalcado que cuando profesores o investigadores visitantes tienen que quedarse un tiempo (estancias que pueden ir de una semana a tres meses), se encuentran con muchas dificultades para encontrar alojamiento. Por ello, la universidad ve oportuno que la nueva residencia tenga reservadas algunas plazas para estos perfiles.
El rector ha añadido que, aunque la residencia no se termine construyendo en los terrenos de la antigua prisión, sí se pretende que sea dentro de Palma para potenciar su carácter de «ciudad universitaria». La universidad tiene unos terrenos edificables pero no los fondos para construir el edificio.