El PSOE de Armengol y Negueruela calla ante el ataque vandálico de Arran a la Conselleria de Turismo
Armengol ha evitado condenar los actos vandálicos contra un edificio del Govern que ella presidió
La Conselleria de Turismo atacada por Arran fue el lugar de trabajo de Negueruela durante cuatro años


Han pasado cuatro días del ataque vandálico de los radicales de Arran al edificio emblemático de la Conselleria de Turismo del Govern balear y ningún dirigente socialista de Baleares ha condenado el ataque.
Ni el PSOE como organización, ni Francina Armengol en su doble figura de presidenta del Congreso de los Diputados y ex presidenta de Baleares, ni tampoco el portavoz socialista en el Parlament y ex conseller de Turismo, Iago Negueruela, han considerado oportuno condenar este último ataque ni ninguno de los anteriores producidos contra intereses turísticos en Mallorca en los últimos días.
El PSOE y sus dirigentes en Baleares han escogido no condenar el reciente acto vandálico de Arran contra la Conselleria de Turismo, en el que, además, se quemaron fotografías de políticos del PP y de reconocidos líderes turísticos y hoteleros de las Islas. Hay hoteleros incluso que creen que el vídeo difundido incita al odio. Pues ni por ahí ha visto el PSOE motivos suficientes para condenar este tipo de actuaciones.
No hay que olvidar que el acto vandálico se produjo contra la sede de la Conselleria de Turismo, el edificio en el que Iago Negueruela tuvo el despacho de consejero con Armengol durante cuatro años. No sólo eso. El edificio, por su función y ubicación en la calle Montenegro del casco histórico de Palma, tiene valor histórico y patrimonial, lo que puede influir en las decisiones sobre su conservación y uso futuro.
Hoteleros a título personal, como Gabriel Escarrer, o como organización la FEHM, la Asociación de Agencias de Viajes de Baleares, la CAEB, el propio Govern y distintos agentes de la cadena de valor turística han condenado ya lo sucedido no sólo en la sede de la Conselleria de Turismo, sino en otros emplazamientos de la isla en edificios regentados por residentes extranjeros.
Sin embargo, Francina Armengol no ha dedicado ni un segundo a este asunto ni en público ni en comunicados de condena ni en sus redes sociales. Desde el sábado, su perfil de X, no ha ido más allá de lamentar la muerte del editor Francesc Moll, vender su programa de Parlamento Abierto para periodistas, unas palabras de apoyo a Borja Semper y mostrar su preocupación por los hechos de Torre Pacheco. Quiere volver a ser presidenta de Baleares pero sin mostrar el más mínimo rechazo a los actos vandálicos contra la industria turística que paga 230.000 nóminas todos los meses en Baleares.
Negueruela aún ha estado menos activo y también sin condenar la violencia de Arran contra intereses y edificios baleares. Pero, por supuesto, ha publicitado una entrevista a Rosario Sánchez, número 2 del PSOE balear y secretaria de Estado de Turismo. Es el único turismo que ha comentado Negueruela tras los ataques.
Rosario Sánchez, precisamente, en una rueda de prensa este lunes tampoco encontró oportuno condenar la violencia.
Silencio absoluto tras tres actos vandálicos contra intereses turísticos, inmobiliarios o de extranjeros residentes en Baleares como el de Santanyí el pasado 6 de julio, el de dos días después en Campos. Tampoco la rotura de cristales de una conocida inmobiliaria de Palma.
Silencio absoluto en el PSOE ante la violencia. El mismo que han mantenido el resto de partidos de la izquierda balear como Més o Podemos.