No pesan los kilos, sino los años

No pesan los años sino los kilos, decía el anuncio de Font Vella, pero en el caso de los futbolistas la mayoría están bien de peso, así que habrá que buscar otros parámetros. Por si no bastara la duración de los contratos suscritos entre el club y casi toda la plantilla por obra y gracia de Pablo Ortells, el director de fútbol, con el beneplácito, sino orden, del CEO y presidente «in pectore», en ausencia del que preside el consejo de administración, un simple repaso a la edad de los profesionales en curso avala y complica a la vez una renovación urgente y amplia del plantel.
La mitad del vestuario, dicho sea en alusión al personal que lo usa, supera o cumplirá este año los treinta abriles. Nada menos que 11 jugadores cuya media de edad alcanza los 33 abriles.
- Mojica, 33 años. Contrato hasta los 35
- Raíllo, 34 años. Contrato hasta los 35
- Valjent, 30 años. Contrato hasta los 33
- Dani Rodríguez, 37 años. Contrato hasta los 39
- Mascarell, 32 años. Contrato hasta los 33
- Abdón, 33 años. Contrato hasta los 36
- Asano, 31 años. contrato hasta los 33
- Larin, 30 años. Contrato hasta los 33
- Muriqi, 31 años. contrato hasta los 33
- Cuéllar, 41 años. Contrato hasta los 42
- Sergi Darder, 32 años. Contrato hasta los 35
Podemos sacar de la lista a Cuéllar, dada su escasa participación, para bajar la media a 32, que no es poco de pavo. Sobre todo si tenemos en cuenta que otros compañeros rondan ya la treintena: Greif (28), Lato (28), Maffeo (29) y Antonio Sánchez (28). Solamente Leo Román, Samu, Mateu, Morlanes y Copete rondan los 25 o menos.
Claro que el fútbol ha cambiado. Los avances en preparación física han prolongado la actividad de los jugadores, pero las exigencias del calendario, con liga y copa, y muchas semanas de tres partidos, no benefician en absoluto a los más veteranos.
La duración de los contratos sumada a la edad de los futbolistas en nómina reflejan una muy mala planificación que, con toda rotundidad, podemos afirmar que, Supercopa incluida, ha tenido que ver en mayor o menor medida, en el decaimiento sufrido a lo largo de la segunda vuelta de la competición. Guste o no y propiedad aparte, los mandos no están a la altura. Y Arrasate también lo sabe.