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El Mallorca B y su nuevo vía crucis en Segunda RFEF

El filial bermellón ha logrado sumar únicamente dos puntos de 27 posibles y se le ve muy lejos del nivel exigido

Tal vez si el club centra sus esfuerzos en sacar jóvenes talentos para el primer equipo eso estimula a las base del club

Marc Doménech es el buque insignia del equipo de Gustavo Siviero

Mallorca B
Foto de familia del RCD Mallorca B 2024/25.
Álvaro Moreno

Cuesta entender cómo es posible que al Mallorca B se le dé tan mal la Segunda RFEF. Le ocurrió ya hace dos temporadas en esa misma categoría, como recién ascendido también, y donde acabó quedándose a 16 puntos de la salvación. Este curso 2024/25 ha empezado peor aún que entonces.

El filial bermellón que dirige Gustavo Siviero suma apenas dos puntos en las primeras nueve jornadas de Liga, se encuentra ya a 11 puntos de la permanencia y ha sido únicamente capaz de anotar cuatro tantos en los 810 minutos oficiales de competición en la cuarta categoría del fútbol español.

Podría parecer que a los filiales, en su inmensa mayoría equipos formados por jóvenes jugadores Sub-23, les costase asentarse en Segunda RFEF. Nada más lejos de la realidad, Valencia Mestalla y Espanyol B se encuentran instalados entre las cuatro primeras posiciones del Grupo III, donde compite también el Mallorca B.

En el escenario actual, ya con un Mallorca B a una más que considerable distancia de la ansiada zona tranquila de la tabla, cabría esperar que el filial bermellón tirase de sus jóvenes talentos y de sus más firmes apuestas para las 25 jornadas de Liga que aún restan. Dejando de lado la competición, el Mallorca debería reflexionar y ver qué puede hacer para sacar futbolistas que estén listos para jugar en el primer equipo, y no solo de forma ocasional. Ese es el discurso que impera en las canteras de los equipos profesionales.

Tal vez centrando los esfuerzos en sacar provecho de los canteranos, el Mallorca B pueda llegar a resurgir y competir en una categoría exigente como es la Segunda RFEF.

La figura de Jagoba Arrasate

Se entiende que el club contrató a Jagoba Arrasate en verano para reafirmar su apuesta clave por el talento instalado en las categorías inferiores de la entidad. La buena noticia que se puede sacar de este inicio de curso 2024/25 es la recurrente presencia del delantero Marc Domenech (2006) tanto en los entrenamientos como en los partidos del primer equipo bermellón.

Domenech puede ser el gran referente, o al menos el más cercano e inmediado, para tantos jugadores que ansían con vestir los colores del Mallorca en Primera división. Este mismo curso ha anotado un tanto con el filial bermellón en los cinco encuentros que ha disputado en Segunda RFEF y Arrasate le ha alineado en dos ocasiones en el once titular. El atacante mallorquín estuvo en verano tentado de fichar por el FC Barcelona, pero el Mallorca logró convencerle y de momento está reafirmando su apuesta por el jugador dándole los minutos y las oportunidades que merece.

Cabe recordar que Marc Domenech es todavía juvenil de tercer año, con muchos años de carrera todavía por delante.

El Mallorca tiene futuro en su base. Eso parece claro. Más allá de ganar trofeos en la isla o a nivel autonómico, los grandes éxitos se pueden valorar en toda su dimensión cuando un equipo se mide de igual a igual con un club de entidad. Sin ir más lejos, el Juvenil A mallorquinista logró el curso pasado algo inimaginable. El equipo dirigido por Carlos Muñoz consiguió alzarse con los trofeos de campeones de Liga y Copa del Rey, además de llegar hasta semifinales de la Copa de Campeones. Sin duda, un hito histórico e inesperado en el propio club. La quinta del 2005 será recordada por haber sido partícipe del mayor éxito de un equipo juvenil.

Teniendo en cuenta el contexto actual, con Jagoba Arrasate como entrenador del primer equipo del Mallorca, cabe esperar que el club haga una apuesta decidida por la cantera. Luego, claro está, los jugadores que gocen de oportunidades deben dar el nivel esperado y aportar lo que la primera plantilla bermellona demande.

El ejemplo de Antonio Sánchez

Otro espejo en el que los jóvenes jugadores podrían mirarse es Antonio Sánchez. El futbolista mallorquín, que ha celebrado los 150 encuentros oficiales con la primera plantilla bermellona, tuvo que salir en varias ocasiones del club para luego volver y reivindicarse con su juego. Siendo juvenil se marchó cedido a La Salle. Regresó al Mallorca, que le volvió a ceder al Poblense, en Tercera. Le esperarían aún dos cesiones más. Primero en Barakaldo y luego en Mirandés de Segunda división, donde Sánchez logró hacerse un nombre en el panorama nacional con una remarcable campaña a nivel individual y colectivo.

Con 23 años, Luis García Plaza le dio la oportunidad de jugar en el primer equipo del Mallorca cuatro cesiones después. Y costó más de la cuenta. Sánchez llegó a estar fuera de los planes del Mallorca, pero logró con esfuerzo primero jugar y luego mantenerse cuatro temporadas después en la primera disciplina bermellona.

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