La izquierda en Palma exige prohibir a los no residentes comprar pisos y reconvertir hoteles en VPO
Los socialistas exigen al alcalde del PP que la Policía Local "inspeccione" la oferta turística
Los independentistas de Més quieren que Aena limite vuelos y turistas en el aeropuerto
La izquierda en Palma exige prohibir el alquiler turístico, a los no residentes comprar pisos, que haya menos coches y reconvertir hoteles en VPO. Son algunas de las propuestas e iniciativas contra la denominada masificación turística que han presentado socialistas, independentistas de Més y Podemos para su debate en el pleno que el Ayuntamiento de la capital balear celebrará el próximo jueves día 30.
Después de que la presidenta del Govern del PP, Marga Prohens, se pusiera al frente de este debate y anunciara «medidas valientes» contra una supuesta saturación vacacional, la oposición quiere poner sobre la mesa todo un conjunto de iniciativas para forzar el debate hasta el extremo y ver hasta dónde quiere llegar el gobierno municipal en minoría del primer edil, Jaime Martínez, en esta materia.
Aunque hasta ahora Martínez no se ha posicionado sobre el particular, la oposición quiere que lo haga y así los socialistas, entre otras cuestiones, han propuesto realizar los trámites pertinentes para que el gobierno municipal prohíba toda modalidad de alquiler turístico en viviendas de Palma.
No sólo en los edificios plurifamiliares donde está vigente, sino en toda clase de viviendas, erradicando todo tipo de oferta de esta modalidad vacacional, incluyendo un plan de actuación de la Policía Local y el área de Urbanismo, para intensificar el proceso de inspección y sanción de la oferta turística ilegal en coordinación con el Consell de Mallorca.
Y junto a ello los socialistas exigen al alcalde Martínez mantener la suspensión de la bolsa de plazas turísticas que prevé la Ley 3/202, de 15 junio de medidas urgentes para la sostenibilidad y la circularidad del turismo de las Islas Baleares, y, además, dejar sin efecto el acuerdo de pleno de fecha 25 de enero de 2024 que levantó la suspensión de plazas turísticas en Palma, en relación a los edificios definidos como bienes de interés cultural o catalogados.
Los independentistas de Més, por su parte, apuestan por seguir trabajando con todas las administraciones competentes para una regulación efectiva de los cruceros con el fin de reducirlos (en estos momentos son un máximo de tres al día en el puerto de Palma), «ya que este tipo de turismo comporta una gran huella ambiental y la masificación del centro de la ciudad y de otros barrios emblemáticos», y limitar la entrada y la circulación de vehículos en la isla de Mallorca, según criterios medioambientales y estableciendo un número máximo de vehículos de alquiler.
Además quieren que el Ayuntamiento de Palma se comprometa a denegar cualquier Plan Especial del aeropuerto que suponga un incremento de tráfico aéreo y de actividad turística, exigiendo a Aena ejecutar medidas de decrecimiento de su actividad para adaptarse al cambio climático.
Los independentistas de Més, por tanto, vuelven a reclamar la necesidad de trabajar en favor de un modelo turístico basado en la disminución de visitantes y en la reducción de la huella ambiental, «medidas contra las que el PP ha votado en contra en los últimos meses».
Pero van más allá y proponen que el Ayuntamiento, deje de invertir en promoción turística porque «Palma no necesita más», instando al PP a «ser coherente».
«No puede hablar de límites al turismo mientras promociona la ciudad con dinero público con el objetivo de atraer a más turistas y nuevos mercados».
Por último, la única concejala de Podemos en Palma, Lucía Muñoz, no se queda atrás y exige reconvertir las plazas turísticas obsoletas y los edificios hoteleros en Viviendas de Protección Oficial (VPO), condicionadas al cumplimiento del planeamiento general del municipio.
Se trata, no obstante, de una medida que ya está en vigor y que se contempla en el articulado de la nueva Ley de Vivienda del Govern de Marga Prohens. Eso sí, cuando no sea posible ese cambio de usos, Podemos propone reconvertir estos edificios en espacios socioculturales o sociosanitarios, además de limitar la compra de vivienda por parte de no residentes.