Al banquillo un inspector jefe de la Policía Local de Capdepera por hacer la vida imposible a un agente
Encontró su despacho ocupado por otra unidad y no se le suministraron medios para desempeñar su trabajo
Luego fue enviado a Canyamel, donde se le mantenía aislado y sin tener en cuenta su condición superior de subinspector
Se vio obligados a realizar trabajos de agente raso, sin despacho, ni taquilla, ni acceso al sistema informático
El Ayuntamiento podría tener que responder económicamente si se condena a pagar indemnizaciones
La Audiencia Provincial de Baleares ha citado el próximo miércoles a un inspector jefe de la Policía Local de Capdepera para una vista por un juicio contra él, por presuntamente abusar de su poder para acosar a un subordinado. La Fiscalía pide para el inspector una pena de dos años y tres meses de cárcel por un delito continuado de coacciones. Además, el procedimiento también se dirige contra el Ayuntamiento de Capdepera, que podría tener que responder económicamente si el Tribunal fija indemnizaciones.
Los hechos se sitúan en un periodo entre 2006 y 2010. En su escrito, el fiscal recoge que el agente perjudicado solicitó su traslado a Manacor en noviembre de 2006, pero fue suspendido «sin explicación alguna».
Al reincorporarse a su puesto de trabajo en Capdepera, encontró su despacho ocupado por otra unidad y no se le suministraron medios para desempeñar su trabajo, y tampoco se le asignó función alguna. Esto desembocó en una baja que terminó en enero.
Según el fiscal, cuando volvió al trabajo recibió «una inmotivada orden» de la alcaldía, firmada por el inspector acusado, mediante la que se le asignaba un puesto de trabajo en Canyamel, donde se le mantenía aislado y sin tener en cuenta su condición superior de subinspector.
Unos meses más tarde, regresó a su puesto en Capdepera, realizando trabajo de agente raso pero con nula asignación de trabajo, sin despacho, ni taquilla, ni acceso al sistema informático, informa Europa Press.
Poco después se inició una investigación reservada por parte de la Conselleria de Interior, que culminó con un informe en el que se recomendaba la suspensión inmediata del acusado por un posible abuso de autoridad. Sin embargo, el alcalde de Capdepera obvió esa recomendación, destaca la Fiscalía.
Después de este informe, el inspector procesado asignó al denunciante un vehículo oficial que llevaba instalado un sistema GPS, algo que el subordinado desconocía. La Fiscalía sostiene que el inspector quería hacer seguimiento del denunciante para perjudicarle.
Un tiempo más tarde se abrió al subinspector un expediente disciplinario por parte del Ayuntamiento, pese a que, según la Fiscalía, «dicho organismo era consciente de que la actuación del acusado era posiblemente delictiva», como se había advertido en informes previos.
El expediente concluyó que había existido una actuación premeditada para perjudicar al denunciante y que el expediente se había promovido de forma injusta y con mala fe. En 2010, tras un periodo de baja, el subinspector abandonó su puesto de trabajo en Capdepera y se incorporó a la Policía Local de Palma.
La Fiscalía aprecia en su escrito una atenuante de dilaciones indebidas puesto que la causa ha sufrido un retraso considerable en su tramitación desde que la querella se admitiera en 2012.