Rotas y degradadas

Las baldosas ‘rompetobillos’ de la Plaza Mayor de Palma son un suplicio para residentes y cruceristas

El embaldosado lleva puesto más de 30 años y presenta muchas roturas y un gran desgaste

El paso de constante de carretillas cargadas para los restaurantes es una causa del deterioro

baldosas plaza mayor
Tomas Ibarz

Con una simple observación durante unos minutos se puede comprobar que residentes y cruceristas se encuentran con un obstáculo en la Plaza Mayor de Palma que provoca más de un susto. Se trata de las viejas baldosas de la plaza que, especialmente en el tramo central, están muy deterioradas y claramente rotas en muchos casos. Así lo demuestran las imágenes que acompañan esta información.

Cruzar la Plaza Mayor para ir de la calle San Miguel a la calle Colón o viceversa empieza a ser un riesgo de esguince de tobillo para quien intente realizar el trayecto, sea turista o residente.

El paso de los años y el trasiego diario de carretillas cargadas de barriles de cerveza o cajas para reponer víveres y artículos para los restaurantes y tiendas de la zona han acabado rompiendo numerosas baldosas de la plaza más famosa de la capital balear y este hecho ya supone más de un susto para los residentes que transitan por este punto neurálgico de la ciudad para pasear o para ir a trabajar.

El mismo riesgo afrontan los miles de cruceristas para los que la Plaza Mayor es a diario paso obligado en su visita esporádica a la isla: les dejan a los pies de la Catedral, suben las escaleras, enfilan Palau Reial y Plaza de Cort para dirigirse a través de las calles Colón o Jaime II hasta la comercial calle San Miguel. Para ello, no queda otra que cruzar la Plaza Mayor. Y luego, la vuelta.

OKBALEARES ha sido testigo de que una misma persona puede torcerse el tobillo dos veces en el mismo tránsito por la plaza en menos de dos minutos, dado que el número de baldosas rotas o deterioradas es importante. No constan sucesos graves, ni siquiera esguinces en grado importante, pero todo el mundo conoce el dolor de una torcedura.

Las baldosas de la famosa plaza llevan ahí más de 30 años y en ese tiempo han soportado el tránsito de millones de personas, grandes multitudes en conciertos o manifestaciones ciudadanas, inclemencias meteorológicas de todo tipo y también el tránsito rodado de furgonetas, pequeños camiones y carretillas de reparto.

La Plaza Mayor será sometida a una remodelación integral una vez se ha adjudicado por concurso el diseño del que será el nuevo espacio. Por esta razón, en el Ayuntamiento de Palma explican que no hay prevista ninguna actuación sobre las baldosas estropeadas hasta que se ejecuten las obras de la futura plaza. O lo que es lo mismo, no tiene mucho sentido gastar dinero en algo que desaparecerá en breve. Eso sí, el consistorio palmesano especifica que si alguna de estas baldosas llega a suponer un riesgo de caída se procederá a su reposición.

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