Un aragonés logra que cientos de nietos envíen cartas a sus abuelos este verano: «Son nuestro pilar»

El próximo viernes es el día de los abuelos y a un joven aragonés se le ha ocurrido llenar los buzones de toda España de cartas enviadas por los nietos. Se trata de una iniciativa impulsada por el inventor Jorge Terreu, que la ha bautizado con el nombre de Atentamente, tu nieto, en homenaje a los que considera que son «nuestro pilar».

Este emprendedor, de sólo 26 años, sabe lo importante que es para los mayores el significado emocional de las cartas y se ha puesto manos a la obra para emocionar a cientos de abuelos en España. Como decimos, el día 26 de julio se conmemora el día de los abuelos, en honor a San Joaquín y Santa Ana (los padres de la Virgen María).

Pues bien, Terreu se ha propuesto movilizar a varios miles de jóvenes para recuperar el romanticismo del vetusto correo postal, tan olvidado en el día a día, y lo ha hecho, sin duda, de una manera muy ingeniosa.

A través de Whatsapp, los nietos escriben una carta y se la envían a su startup, Maximiliana, una compañía de móviles para mayores. A partir de ahí, su empresa se encarga de transcribirla, imprimirla y enviarla por Correos. «El objetivo es que los nietos puedan agradecer a sus abuelos todo lo que hacen y han hecho por ellos en el día mundial de los abuelos sin ningún coste», cuenta a OKDIARIO. «La aplicación les pide además una foto y la dirección de envío. Al confirmar, la carta se genera automáticamente. En una semana, el abuelo recibe la carta. La experiencia está siendo genial».

«Me apasiona que seamos capaces de unir las dos generaciones. Los nietos lo hacen desde el extremo más tecnológico, todo digital, pero los abuelos lo reciben del modo más tradicional, la carta. Para mí es una metáfora, facilitamos unir esos dos universos a través del amor», explica emocionado Terreu.

«De momento, llevamos enviadas a los abuelos para este día 1.100 cartas a Zaragoza, Madrid, Barcelona y zonas rurales», señala, «pero al margen de la cantidad, lo más bonito es el valor que cada carta tiene en sí misma. No son 1.100 cartas, o 2.000, es saber que cada carta ha conectado a un nieto con su abuelo».

«Lo más habitual es que les den las gracias por todo lo que han hecho por ellos, y también recordar momentos juntos de muy pequeños, paseos por el parque, viajes a la playa», explica.

«Los abuelos, nuestro pilar»

«En España y en Hispanoamérica, está comprobado que el porcentaje de abuelos que pasan varios días a la semana con sus nietos duplica el de otros países europeos, como Francia o Alemania. En estos países de sangre caliente, ellos son un pilar fundamental. Los abuelos son el primer apoyo de una familia cuando hay problemas económicos, de salud, de conciliación. Y queremos resaltar esto, no queremos que se pierda, y con campañas así creo que logramos aportar nuestro granito de arena», defiende.

Según Terreu, «los abuelos alucinan cuando, un día, en el buzón tienen cartas dedicadas para ellos, y el remitente es su nieto. Para los mayores ha sido su modo de comunicarse, y en parte sienten algo de nostalgia. ¡Ahora al buzón sólo llegan facturas…! Los mayores tienen la costumbre de guardarse las cosas y, sobre todo, si tiene alguna foto. Ellos no acaban de entender un mensaje de móvil efímero».

Cartas ¿una nueva moda?

«En Correos nos han dicho que en los últimos años ha habido un repunte de la carta emotiva. Es decir, si bien la carta práctica está en desuso con la inmediatez que nos permite la tecnología, la carta por el valor sentimental está poniéndose de moda. ¡Es algo tangible, eterno!», explica.

«Nosotros hemos salido a la calle a preguntar a los más mayores sobre las cartas que enviaban y recibían cuando eran jóvenes. Muchos de ellos nos han recordado que cuando estaban en la mili, escribían cartas todas las semanas. Era su forma de comunicarse. Nosotros hemos querido recuperar el sentido de la carta asociado a la emoción», cuenta.

 

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«De la misma manera, salimos y preguntamos a los más jóvenes cuando había sido la última vez que habían enviado una carta a sus abuelos. Algunos nos dijeron que cuando eran pequeños, pero lo más frecuente que nos encontramos es que muchos de ellos no habían enviado una carta física nunca a nadie, si eso a los Reyes Magos», cuenta Terreu riéndose.

Conchita y su carta

«Preparando la campaña de las cartas del día de los abuelos nos lo hemos pasado genial. En mi empresa hay dos chicas de oro que colaboran con nosotros. Mi abuela Maximiliana y Conchita. Conchita es estupenda con 83 años, es una influencer en redes, lleva un par de años triunfando con sus recetas por internet», explica.

«A la hora de grabar el spot, fue para ella un regalo total cuando tuvo que leer la carta de su nieto Pedro. No se lo esperaba, creía que iba a leer un papel sin más, pero conforme se daba cuenta de que se la habían dedicado a ella, se emocionó. Los abuelos son únicos, tienen la emoción a flor de piel. En mi caso, mi abuela es lo mejor del mundo», comparte Terreu, «soy un afortunado porque mi trabajo me permita estar unido a ella, pues fue mi inspiración. Tiene 93 años y aprendo todos los días de su humildad y sencillez».

«Abrirse con uno mismo»

«La idea de nuestra empresa no es quedarnos sólo en vender móviles. No es sólo crecer. Es sobre todo llegar a las personas mayores que por defecto la tecnología nunca se dirige a ellos. Tenemos una vocación social. Al final nosotros hemos creado una red social en España, y nos gusta movilizarla, sobre todo, motivar a los nietos a que hagan acciones que creen felicidad. Creo que con esta iniciativa lo estamos consiguiendo. Al final, son cosas así las que te hacen estar orgulloso contigo mismo. Recibes mucho más de lo que das», defiende.

«Cuando iniciamos esta campaña, nos dimos cuenta de que al final lo que estábamos haciendo era resucitar una forma de comunicarse perdida entre los jóvenes. Es increíble pensar que tal vez algunos de los nietos que han escrito una carta por Whatsapp, después de ver la alegría que en sus abuelos ha provocado una carta física, se animen, cojan un papel y comiencen a escribir. Es una forma de abrirse con uno mismo», concluye.