Caso Faffe

La UCO niega que el ex alto cargo de Griñán devolviera el dinero de los andaluces gastado en prostíbulos

Fernando Villén
El ex director de la Faffe, Fernando Villén (d), a su llegada al juicio celebrado en la Audiencia de Sevilla (EUROPA PRESS).
David García de Lomana

El ex director de la Faffe, Fernando Villén, reconoció en el juicio con jurado popular que se celebra en la Audiencia de Sevilla que pagó con dinero público sus juergas en prostíbulos, algunas de ellas de 15.000 euros, pero que todo «ese dinero se devolvió» a la entidad, extremo que desmiente la Guardia Civil, que señala que esos reintegros figuran «en la contabilidad» de la Faffe, pero no en sus cuentas bancarias.

Villén, recordemos, cargó en su tarjeta de empresa pagos en prostíbulos por valor de 32.566 euros, 14.737 de ellos en la noche del 22 al 23 de marzo de 2010 en el club Don Ángelo de Sevilla. Además, corrieron gastos a cuenta de la Faffe, entidad pública perteneciente entonces a la Junta socialista de Andalucía, en restaurantes (21.005 euros), hoteles (2.521 euros) o peajes (11.200 euros), entre otros.

Tanto Villén como la ex directora económica financiera de la Faffe, Ana Valls, sostienen que a los sucesivos dispendios seguían reintegros por el mismo importe a fin de no alterar la contabilidad de la empresa, versión que no concuerda con las investigaciones llevadas a cabo por la Unidad Central Operativa (UCO) de la Policía Judicial de la Guardia Civil. En las cajas de la entidad no hay rastro de esas devoluciones, lo que tumba el relato de los acusados.

Este pasado lunes, día después de las elecciones municipales y autonómicas, la Audiencia de Sevilla iniciaba el juicio con jurado popular contra Fernando Villén y Ana Valls. La Fiscalía Anticorrupción pide seis años de prisión para él y cuatro para ella.

En la primera sesión del juicio, el ex director de la Faffe reconoció sus visitas a prostíbulos y los «usos indebidos» de la tarjeta de empresa para gastos «injustificables». Pero intentó justificarse. Alegó que aquello ocurrió tan sólo «diez ocasiones» en siete años y que una vez dentro de un club de alterne es fácil perder la noción. «Cuando uno está en un local de esos, uno toma copas y eso afecta a las facultades», afirmó. No obstante, insistió en repetidas ocasiones en que era consciente de que ese dinero se «tenía que devolver» a la Faffe, algo que hizo «siempre» y con dinero de su propio bolsillo.

El martes llegó el turno del agente de la UCO encargado de la investigación, que a preguntas del fiscal Fernando Soto, delegado en Sevilla de la Fiscalía Especial contra la Corrupción y la Criminalidad Organizada, explicó que si bien en las cuentas de la Faffe figura, por ejemplo, un pago de Villén de 2.591 euros en el prostíbulo Top Show Girls, otro de 1.390 euros en la Sala Deluxe y otro más de 780 euros en el prostíbulo La Casita -todos ellos en la capital hispalense-, en las cuentas bancarias de la entidad «no aparece» el dinero que el directivo sostiene haber ingresado para compensar estos gastos.

El investigador de la UCO detalló que «la dinámica» usada por los acusados consistía en afrontar los mencionados gastos en prostíbulos generando «asientos contables» que reflejasen una devolución, pero sin ninguna «documentación» fehaciente que la avale. «Ni facturas ni un ‘recibí’ ni nada similar», recalcó. Y como muestra, otro botón: 900 euros pagados con la tarjeta de la Faffe por un supuesto viaje de trabajo del que tampoco constan «facturas de taxi, comida ni nada que respalde» la auténtica realidad del gasto.

Lo mismo ocurrió en la noche del 22 al 23 de marzo de 2010, en la ya manida juerga de 14.737 euros en el prostíbulo Don Ángelo. A preguntas del fiscal, el agente de la UCO indicó que los 15 pagos fueron cobrados desde «el mismo datáfono» y con el mismo dispositivo se efectuaron después 15 devoluciones, operaciones de reintegro que tampoco figuran «en la contabilidad» de la Faffe.

Ese mismo día, y con el «ánimo de ocultar» los pagos, el chófer oficial de Villén entregó «un sobre» con 14.737 euros al responsable del local. A cuenta de los gastos, Ana Valls cobró «en metálico» dos cheques por valor de 6.300 euros de las cuentas de la Faffe -movimiento que tampoco quedó «reflejado» en la contabilidad de la empresa- para «paliar» el ‘agujero’ y tapar la incidencia con la tarjeta a raíz del despilfarro, ya que ésta contaba con un límite de gasto de 3.000 euros diarios.

En la tercera sesión del juicio, y preguntada por estas prácticas, una trabajadora de la Faffe -ex secretaria de Ana Valls que ejercía también funciones de cajera en la entidad- manifestó que «devolver por caja» y en metálico los gastos cargados a la empresa «fuera» de las cuentas de la misma no parece «adecuado» ni «normal».

Cabe recordar que Villén figura también como investigado en otra pieza de esta macrocausa, en este caso por ‘enchufar’ en la Faffe al ex alcalde socialista de Lebrija (Sevilla), Antonio Torres García, y al concejal de Dinamización Cultural y Patrimonio Histórico del Ayuntamiento de Jerez de la Frontera (Cádiz), el socialista Francisco Camas.

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