Audiencia de Almería

Tres años de cárcel para un inmigrante ilegal que atracó a punta de cuchillo a una pareja en El Ejido

La Audiencia de Almería confirma íntegramente la condena original

La sentencia incluye la posibilidad de sustituir la pena de prisión por su expulsión del territorio nacional

Detenido por un asesinato en Argelia un inmigrante que llegó a Almería en patera

Audiencia de Almería
Audiencia Provincial de Almería (EUROPA PRESS).

La Audiencia Provincial de Almería ha confirmado una pena de tres años y medio de prisión para un hombre que atracó a una pareja a punta de cuchillo a altas horas de la madrugada en el centro de El Ejido (Almería), arrebatándoles sus teléfonos móviles y dinero en efectivo, entre otros enseres. El acusado es un inmigrante en situación irregular en España, si bien no ha trascendido su origen. La sentencia incluye la posibilidad de sustituir la pena de prisión por su expulsión del territorio nacional.

El fallo, ratificado el pasado mes de septiembre, confirma íntegramente el pronunciamiento original y considera al acusado autor de un delito de robo con intimidación con uso de un instrumento peligroso, por lo que le impone además indemnizaciones en base a los elementos no recuperados por una cuantía superior a los 360 euros.

La sentencia considera probado que el hombre, que deambulaba por las calles de la localidad, se dirigió a una pareja empuñando un cuchillo sobre las 3:30 horas del pasado 28 de abril.

El varón se abalanzó sobre la pareja «con ánimo de enriquecerse a costa de lo ajeno», de modo que mientras esgrimía el arma blanca interpelaba a los atracados para que le entregasen todo lo que tenían: «Dadme todo lo que tengáis de valor, no tengo familia ni nada que perder, me da igual pincharos».

El acusado llegó incluso a colocar el cuchillo en el cuello de la mujer, que le entregó su teléfono móvil de alta gama, algo de dinero y un paquete de tabaco. Su acompañante también entregó su terminal. Aún así, el acusado los registró para asegurarse de «no llevaban nada más de valor» antes de abandonar a la carrera el lugar de los hechos.

Condenado gracias a un tatuaje

En otro orden de cosas, también en El Ejido, un hombre ha sido condenado por un delito continuado de robo tras acudir durante dos días consecutivos a diferentes lavanderías de la localidad almeriense, encapuchado y con el rostro cubierto con una mascarilla, para robar, con una palanca, la recaudación de la caja de cambio de los establecimientos. El ladrón pudo ser identificado gracias a un tatuaje.

La sentencia impone al acusado cuatro años y cinco meses de prisión por los robos y el pago de una indemnización de 515 euros más intereses legales en favor de uno de los propietarios perjudicados.

Los hechos se remontan a la noche del 30 de noviembre de 2020, cuando el acusado se dirigió a una de las lavanderías abiertas 24 horas de El Ejido, próxima a la zona de la Loma de la Mezquita. Allí, «con ánimo de obtener un beneficio patrimonial ilícito», forzó con una palanca la caja de cambio del establecimiento. Con el rostro cubierto para no ser identificado y tras haberse apoderado de unos 500 euros, acudió esa misma noche a otra lavandería, donde también trató de forzar la máquina de cambios, aunque esta vez sin éxito. No obstante, causó daños en el comercio tasados en 2.236,90 euros.

Al día siguiente, el acusado volvió al comercio del que horas antes había conseguido extraer 500 euros para violentar nuevamente la máquina de cambios, de la que esta vez sólo pudo robar 15 euros, si bien causó desperfectos en el establecimiento por valor de 798,60 euros.

La sentencia de apelación, dictada el pasado mes de septiembre y que declara el fallo en firme, respalda el pronunciamiento de origen en base al «excelente y completo atestado» efectuado por los agentes de la Policía Judicial de El Ejido para determinar la autoría de los hechos por parte del acusado, un viejo conocido de los agentes.

El ladrón llevaba el día de su detención la misma ropa que portaba el día en que cometió los hechos, incluidas las mismas zapatillas de deporte. Además, los fotogramas de las cámaras de seguridad captaron el tatuaje del ladrón, que coincide con el del acusado.

«En suma, existe prueba de cargo válida y suficiente, sin que las conclusiones a las que conduce hayan sido desvirtuadas por parte del acusado», zanja el tribunal.

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