La izquierda se niega a condenar la violencia

PSOE y Podemos se niegan a firmar una condena a la violencia en las elecciones vascas y gallegas

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Borja Jiménez

PSOE, Podemos e IU se niegan a condenar la violencia vivida en las pasadas elecciones de Galicia y País Vasco, en las que formaciones como Vox no pudieron hacer campaña como el resto de partidos por las agresiones a sus militantes, además de las distintas protestas en los lugares en los que iban a hacer mítines.

Por ello, Vox Andalucía propuso en un primer instante una declaración institucional para «condenar la violencia de las elecciones vascos y gallegas», que han firmado PP y Ciudadanos (Cs)… pero no los ‘demócratas’ de PSOE o Adelante Andalucía, convergencia entre Podemos, IU y Anticapitalistas en la comunidad.

Por ello, Alejandro Hernández, líder de Vox en Andalucía, ha anunciado que llevarán al Parlamento Andaluz una Proposición No de Ley (PNL). «Es la segunda vez que traemos un asunto así a la Cámara. En el pasado Pleno, presentamos a todos los grupos una declaración institucional condenando la violencia, por todo lo que se había estado viviendo en las campañas de las elecciones gallegas y vascas, y sólo la firmaron PP y Cs», explica Hernández.

«Hemos vivido unas campañas inusualmente violentas en Galicia y en el País Vasco que son propias de democracias de baja calidad»

«De alguna manera, con esta PNL lo que queremos es reflejar lo que intentábamos que el Parlamento suscribiese con esa declaración institucional. Hemos vivido unas campañas inusualmente violentas en Galicia y en el País Vasco que son propias de democracias de baja calidad», continúa el líder de Vox en la comunidad, que cree que «ha habido un intento de mediatizar y condicionar de manera ilegítima los resultados».

«Venimos alertando del peligro que suponen los discursos de odio que se producen de manera reiterada contra nuestra formación, y me van a permitir que haga referencia a esa microviolencia que supone en muchos casos el tildarnos de ultraderecha, como si no fuéramos un partido democrático y legítimo», ha expuesto Alejandro Hernández en rueda de prensa.

En este sentido, desde Vox recuerdan que «en todos los incidentes en los que nos vemos involucrados siempre somos las víctimas, nunca los agresores. Y todavía estamos esperando que por parte de los partidos de la izquierda de Andalucía se condene la agresión que sufrió nuestra diputada, Rocío de Meer. Aquí vemos otra vez más la doble vara de medir de los partidos de la izquierda».

Agresión a Rocío de Meer

La diputada de Vox Rocío de Meer fue agredida el pasado viernes por un grupo de proetarras que pretendía reventar el mitin de los de Santiago Abascal en Sestao (País Vasco). Las imágenes de ella sangrando no han sido suficientes para algunos que cuestionan que realmente fuera apedreada.

«En todos los incidentes en los que nos vemos involucrados siempre somos las víctimas, nunca los agresores»

Es por esto que De Meer ha querido dedicar unas palabras a «los progres que están tan preocupados» por su salud y explicar lo sucedido: «Si hubiera sido un invento, en Irún me habría puesto una tirita y si supiera disimular la sangre tan bien, habría tenido un parte médico maravillosamente disimulado también», ha asegurado.

La diputada de Vox explica a quien cuestiona su agresión que no pudieron atenderle los servicios médicos porque los simpatizantes y miembros de la formación estaban «atrapados»: «Hasta las 23:00 horas no estuvimos seguros (desde las 20:00 horas de la herida)».

«Mi herida es limpia, no siguió sangrando, y no fui a un ambulatorio porque no lo vi necesario. No soy una pupas. Y dije que estaba bien desde el minuto uno», defiende De Meer.

Campaña de Vox en País Vasco

Los graves ataques y el acoso de los proetarras que sufrió Vox a diario en sus mítines de la campaña electoral en el País Vasco volvieron a repetirse en el cierre de la misma, que la formación de Santiago Abascal celebró en Vitoria. Pese a ellos, desde la izquierda se niegan a condenar la violencia.

Los incidentes ocurrieron al comienzo del mitin, cuando unos jóvenes se saltaron el cordón policial de la Ertzaintza, que cargó contra ellos cuando se han ido envalentonando.

Nuevamente, pues, a Vox se le quitó la oportunidad de cerrar su mitin de forma tranquila, como el resto de las formaciones políticas, y se vio obligada a enfrentarse a una situación de alto voltaje en la que los proetarras no les han permitido cerrar con todas las garantías. O sea, nuevamente Vox sufrió el acoso de los radicales.

La campaña de Vox en el País Vasco no fue nada fácil. Grupos proetarras han tratado de reventar sus actos convocando concentraciones: la última fue en Irún. Sin embargo, en Andalucía la izquierda no quiere condenar la violencia contra la formación de Santiago Abascal.

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