El PP exige al socialista Muñoz que no queme los restos del osario hasta que se pronuncie la Fiscalía

El PP de Sevilla ha exigido este miércoles al gobierno municipal del socialista Antonio Muñoz que «no mueva ni queme los restos del osario» del cementerio de San Fernando «hasta que la Fiscalía se pronuncie» al respecto. Además, ha instado al alcalde a que «cumpla con la Inspección de Trabajo».

El sindicato CSIF ha denunciado a OKDIARIO Andalucía que el Ayuntamiento de Sevilla ha ordenado usar uno de los tres hornos crematorios de difuntos para hacer desaparecer los restos humanos acumulados, a la intemperie, en el camposanto, ya que los dos hornos destinados a incinerar restos óseos se encuentran parados debido a su mal estado.

Al respecto, el portavoz del Grupo Popular, Juan de la Rosa, ha manifestado que «no queremos ni pensar que el alcalde del PSOE ordene la quema de estos restos de un día para otro y que haya cuerpos que hayan sido exhumados recientemente, en estos últimos ocho años».

Los populares han pedido también al Ayuntamiento hispalense que demuestre que los restos humanos «amontonados» en el cementerio son de hace 30 años y no «más recientes», como defienden desde el Consistorio.

Además, han exigido al alcalde que «de manera urgente cumpla con la Inspección de Trabajo» y convoque el Comité de Seguridad y Salud del Ayuntamiento de Sevilla, que no se reúne desde el pasado 7 de marzo de 2022, incumpliendo así la obligación legalmente establecida de reunirse cada tres meses.

El PP pide no mover los restos

Frente a las acusaciones del PSOE de estar difundiendo un «bulo», De la Rosa ha remarcado en una nota que «el PP ni está calumniando ni engañando, sólo estamos denunciando la realidad del camposanto y que el gobierno municipal ha desatendido en estos ocho años el deber de proteger los restos humanos, que se encuentran arrumbados en el cementerio como si fuera una escombrera, a la vista pública, sin protección y de una forma indigna. Si hay alguien desesperado es el gobierno municipal del PSOE que ayer -por el martes- deprisa y corriendo colocó una lona encima de los restos y que ahora quiere actuar de forma urgente tras nuestra denuncia».

El portavoz popular ha manifestado que «no queremos ni pensar que el alcalde del PSOE ordene la quema de estos restos de un día para otro». Por ello, «exigimos al gobierno municipal del PSOE que de manera urgente demuestre que los restos humanos y cuerpos hallados no han sido exhumados en estos últimos años. Si tan seguros están de que son de hace 30 o 50 años, que lo demuestren».

«Con el beneplácito del alcalde están actuando a la desesperada y ahora quieren tomar medidas tras la dejación de funciones en estos ocho años. No queremos ni pensar que empiecen a incinerar ahora, apresuradamente y sin control», ha insistido.

En este sentido, De la Rosa ha recordado que desde el PP han solicitado este miércoles por carta al alcalde que, «de forma urgente, nos explique el procedimiento de exhumación de oficio, así como la procedencia de los restos hasta llegar al lugar donde se encuentran. Igualmente, queremos saber cómo es la cadena de custodia de restos y que demuestren que existe el registro de cadáveres y restos cadavéricos que se inhumen, exhumen o cremen, tal y como exige el artículo 49 del Decreto 95/2001 de 3 de abril por el que se aprueba el Reglamento de Policía Sanitaria Mortuoria».

«Esperemos que, si nada tienen que ocultar, nos remitan esta información de manera urgente y que el alcalde dé las explicaciones oportunas en lugar de permanecer callado», ha demandado el portavoz del PP en el Ayuntamiento de Sevilla. «En el cementerio no puede haber restos humanos arrumbados y en un lugar indigno, no se puede faltar el respeto de esta manera, por eso lo hemos puesto en manos de la Fiscalía», ha concluido.

Por su parte, la delegada de Presidencia y Hacienda del Ayuntamiento de Sevilla, Sonia Gaya, ha reiterado este miércoles que los restos «son de la época franquista» y «no de personas recientemente fallecidas». Desde el Consistorio defienden que la denuncia del PP se enmarca dentro de «una espiral de mentiras y calumnias por su desesperada campaña electoral».